Recuerdo perfectamente cuando salió originalmente Final Fantasy Tactics. Yo estaba reacio a jugarlo. Tenía la sensación de que aún no había terminado Final Fantasy VII, y en mi cabeza existía esta idea equivocada de que todos los Final Fantasy seguían un orden, una continuidad narrativa. Así que, aunque tuve la oportunidad de conseguirlo en su lanzamiento, lo dejé pasar. No fue sino hasta años después que finalmente lo jugué… y me di cuenta de lo equivocado que estaba.
Final Fantasy Tactics se convirtió, en ese momento, en el mejor Final Fantasy que había jugado. No importaba que no fuera numerado, ni que no tuviera los gráficos más espectaculares de su época. La historia, el núcleo del juego, era tan poderoso que eclipsaba a todos los demás. Era un título que no necesitaba efectos ni alardes: su fuerza estaba en lo que contaba y cómo lo contaba.
Hoy, casi treinta años después de su lanzamiento original, no puedo contener la emoción de volver a jugarlo. Este remaster es algo que he esperado desde que el concepto de «remasterización» se puso de moda allá por la época del PlayStation 3. Y ahora que finalmente está aquí, en PC y con todas las mejoras que uno podría desear, se siente como un sueño cumplido.
Un poco de contexto histórico: la versión original de Final Fantasy Tactics se lanzó para PlayStation en 1997 en Japón y en 1998 en Occidente, justo entre los lanzamientos de Final Fantasy VII y Final Fantasy VIII. Ese momento en la historia de los videojuegos fue especial. Y el hecho de que Tactics saliera tan cerca de FFVII tiene algo de poético, porque si bien FFVII revolucionó los RPG y marcó una época, Tactics hizo lo mismo (o incluso más) dentro del subgénero de los RPG tácticos.
¿Y por qué? Porque fue dirigido por Yasumi Matsuno, uno de los grandes nombres de la escena japonesa de los 90. Matsuno ya había dejado huella con Tactics Ogre y Vagrant Story, y aunque Final Fantasy Tactics no fue necesariamente revolucionario en mecánicas o narrativa (muchos elementos ya estaban presentes en sus trabajos anteriores), fue el juego que llevó esas ideas a un público más amplio. Fue el puente entre lo experimental y lo mainstream. Y con razón.
Antes de seguir, quiero dar mis agradecimientos a Square Enix LATAM por habernos permitido jugar el juego con una copia y así poder compartir esta reseña con ustedes.
Comenzamos
Una de las cosas que más aprecio de los juegos antiguos como Final Fantasy Tactics es lo bien estructurados que están. Desde el principio, sabes qué hacer, a dónde ir, y si tienes dudas, hay suficiente información disponible para orientarte.
Especificaciones:
Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 3050
Procesador: Intel Core i5-10400F
RAM: 16GB
Almacenamiento: 1TB SSD M.2
Refrigeración: Disipador por aire
Es esa claridad de diseño que hoy en día se extraña en muchos títulos modernos. Además, como buen JRPG, este juego incluye un rastreador de logros dentro de la «Crónica”, que te permite organizar tus objetivos, seguir tu progreso y asegurarte de no dejar nada importante atrás.
Y eso es clave, porque aunque puedes completar todo en una sola partida, hay elementos que se pueden pasar por alto fácilmente. Desde una invocación secreta hasta una habilidad específica para Ramza que solo puedes aprender en momentos muy concretos. Si no estás atento, podrías perderte detalles que hacen la diferencia entre una buena partida y una inolvidable.
Ahora bien, hablemos de esta versión en particular. Como era de esperarse, hay dos formas de jugar: la versión clásica y la versión mejorada. La clásica es una adaptación fiel del juego original, con cambios mínimos como el guardado automático y el uso de la traducción al inglés actualizada que vimos en War of the Lions para PSP. Es una opción pensada para los puristas, para quienes quieren revivir la experiencia tal como fue.
Pero el verdadero atractivo está en la Versión Mejorada. Aquí es donde se concentran los cambios más significativos. Gráficos actualizados (aunque esto siempre genera debate entre los fans del pixel art), una interfaz renovada, controles adaptados para teclado, y lo más notable: actuación de voz completa. Todo el juego ha sido doblado, usando la misma traducción de War of the Lions, lo que le da una nueva dimensión emocional a los diálogos y escenas clave.
Además, se han añadido varias funciones de calidad de vida que hacen que jugar en PC sea una delicia: avance rápido, guardado automático, accesos directos más intuitivos… todo pensado para que el flujo del juego sea más ágil sin sacrificar su profundidad.
Y si eres de los que prefieren lo clásico, no te preocupes: ambas versiones vienen incluidas en la misma compra. Puedes cambiar entre ellas según tu estado de ánimo o tus preferencias. Es un gesto que se agradece, porque respeta tanto a los veteranos como a los nuevos jugadores.
Ahora, hay que hablar de lo que no está. Esta versión no incluye todo el contenido adicional que vimos en War of the Lions. Faltan algunos personajes reclutables, eventos secundarios y, si no me falla la memoria, un modo multijugador. También hay un par de trabajos que no fueron incluidos, lo cual puede decepcionar a quienes esperaban una versión definitiva.
En cuanto al estado técnico, no tengo más que elogios. El juego corre impecablemente en PC. No tuve errores, caídas de Frames ni problemas de compatibilidad. Y eso, tratándose de un título con tres décadas de antigüedad, es digno de aplauso. Poder jugarlo sin complicaciones, con fluidez y estabilidad, fue una experiencia muy grata.
Historia
Final Fantasy Tactics: The Ivalice Chronicles es una saga épica sobre los años de guerra que moldearon ambos reinos y el destino de sus habitantes. Se inspira en películas japonesas clásicas como la trilogía de La Condición Humana y novelas históricas como El Nombre de la Rosa, de Umberto Eco.
Lo primero que te pide el juego al comenzar es tu fecha de nacimiento. Puede parecer un detalle menor, pero en realidad define el signo zodiacal de Ramza, tu protagonista. Y aunque no es algo que vaya a cambiar radicalmente tu experiencia, sí tiene implicaciones sutiles en las afinidades y relaciones dentro del combate. Es uno de esos toques que, aunque no lo notes de inmediato, te hacen sentir que el juego piensa en todo.
Pero lo que realmente te atrapa desde el inicio es la historia. Final Fantasy Tactics no es solo una aventura épica: es una crónica política, una tragedia medieval, una reflexión sobre el poder, la fe y la justicia. Ivalice, ese mundo que también sirve de escenario para Final Fantasy XII, es mi lugar favorito dentro del universo Final Fantasy. Aquí, en plena Edad Media, se nos cuenta la historia de Ramza Beoulve a través de los ojos de un historiador que descubre documentos antiguos y decide investigar qué ocurrió realmente con este héroe olvidado.
El contexto es brutal: Ivalice acaba de salir de la Guerra de los 50 Años, un conflicto devastador que dejó al reino en ruinas. La economía está colapsada, el pueblo está hambriento y los nobles se aferran al poder con uñas y dientes. La muerte repentina del rey, dejando a un heredero niño, desata una lucha por la regencia entre dos duques: el León Blanco y el León Negro. Lo que sigue es una guerra civil disfrazada de nobleza, donde cada facción busca controlar el trono mientras el pueblo sufre las consecuencias.
Y como si eso no fuera suficiente, hay capas más profundas: conspiraciones religiosas, secretos oscuros, traiciones familiares y una lucha constante entre lo que es justo y lo que es conveniente. No quiero revelar demasiado, porque esta historia merece ser vivida sin spoilers. Pero basta decir que Final Fantasy Tactics se atreve a explorar temas que pocos juegos tocan con tanta madurez y elegancia.
Ramza no está solo. Delita Heiral, su amigo de la infancia, lo acompaña en los primeros compases de la historia. Pero Delita no es noble: es un chico común que creció junto a Ramza, y esa diferencia de clases se convierte en una grieta que se ensancha con cada tragedia. Ver cómo sus caminos se separan, cómo cada uno responde al dolor y a la injusticia, es uno de los grandes logros narrativos del juego.
La actuación de voz en esta versión para PC es un añadido que muchos agradecerán. Aunque personalmente no soy fan de los doblajes en todos los juegos, aquí funciona muy bien. Le da peso a los diálogos, a las emociones, y ayuda a que los personajes se sientan más vivos. Eso sí, hay muchos nombres, naciones, facciones y eventos que ocurren simultáneamente, y puede ser abrumador. Por suerte, la función de “Crónica” dentro del juego hace un trabajo excelente organizando toda esa información. Si alguna vez te pierdes, puedes consultar ahí y volver a conectar con la historia.
En resumen, esta historia no solo se mantiene vigente: se siente más relevante que nunca. Es compleja, emotiva, y profundamente humana. Y me alegra que una nueva generación de jugadores tenga la oportunidad de descubrirla.
Jugabilidad
La jugabilidad de Final Fantasy Tactics se despliega principalmente en el mapa del mundo, que recorrerás de punto en punto, conectando asentamientos y campos de batalla. Es un sistema simple en apariencia, pero que esconde una enorme profundidad. Los campos de batalla pueden albergar encuentros aleatorios, pero también sirven como rutas entre pueblos, y cada paso que das cuenta como un día que transcurre en el calendario del juego.
Los asentamientos son donde la exploración cobra vida. Aquí encontrarás tiendas de equipo, tabernas, el Gremio de Guerreros y, en algunos casos, la Guarida del Cazador Furtivo. Cada pueblo tiene su propia oferta de objetos, y puedes consultar una lista de ubicaciones para saber qué vende cada uno. Es una forma práctica de planear tus compras y asegurarte de tener lo mejor para tu escuadrón.
La taberna es el centro de actividad secundaria. Aquí puedes recoger rumores, aceptar encargos y activar misiones opcionales. Los encargos son pequeñas misiones que puedes asignar a personajes que no estés usando en combate. Enviarlos por varios días casi garantiza el éxito, y al regresar te traerán oro, objetos y hasta coleccionables que, aunque no afectan el gameplay, son un detalle simpático.
Más adelante en el juego, si tienes la habilidad “Cazar Furtivamente” equipada, podrás comenzar a cazar monstruos. Llevar sus restos a la Guarida del Cazador Furtivo te permite convertirlos en objetos raros, algunos de los cuales son necesarios para logros específicos. Es un sistema que puede volverse tedioso, especialmente porque muchos de estos monstruos están en la mazmorra opcional, pero para los completistas, es un reto que vale la pena.
Las misiones secundarias son otro punto fuerte. La mayoría requieren que Mustadio esté en tu grupo, ya que él es la llave para activar las escenas que te permiten reclutar personajes secretos. Y sí, eso incluye a Cloud de Final Fantasy VII, Ba’Gamnan y su amante convertida en dragón, Reiz (o Ries, según la traducción). La versión mejorada facilita el seguimiento de estas misiones en el mapa, aunque la escena inicial que las activa sigue sin estar marcada. También necesitarás comprar una flor por un solo gill en un momento específico de la historia para reclutar a Cloud. Un guiño que los fans sabrán apreciar.
El paso del tiempo también juega un papel curioso. Cada viaje en el mapa consume un día, pero no te preocupes: no hay temporizador ni eventos que caduquen. Sin embargo, algunos encargos están ligados a fechas específicas o estaciones, y ciertos efectos zodiacales pueden influir en las afinidades entre personajes. Es un sistema sutil, pero que añade una capa extra de estrategia para quienes quieran exprimir cada rincón del juego.
Y si lo tuyo son los desafíos, el Abismo del Crepúsculo te espera. Esta mazmorra opcional aparece justo antes del final del juego y te lanza a una serie de niveles oscuros donde debes encontrar la salida mientras enfrentas enemigos cada vez más poderosos. Al final, te espera un superjefe que puede enseñar la invocación final a tus Invocadores. Es una pelea dura, pero gratificante. Y lo mejor: puedes volver a esta mazmorra para farmear monstruos raros y obtener el mejor botín del juego.
En resumen, la jugabilidad de Final Fantasy Tactics es una mezcla perfecta de estrategia, exploración y descubrimiento. Cada sistema está pensado para recompensar la curiosidad y la planificación. Y aunque algunas mecánicas pueden parecer complejas al principio, todo está tan bien integrado que pronto te sentirás como en casa.
Hablemos del combate: El combate en Final Fantasy Tactics es, como era de esperarse, el pan de cada día fuera de la historia. Es donde el juego realmente brilla, y donde cada decisión cuenta. Las batallas se desarrollan en distintos escenarios: campos de batalla con encuentros aleatorios, mazmorras de múltiples niveles que exigen combates consecutivos, y ubicaciones clave de la historia donde se libran peleas específicas. Cada tipo de enfrentamiento tiene su propio ritmo y exigencia táctica.
Gracias a las mejoras de esta versión, ahora puedes reintentar batallas, cambiar tu formación, ajustar trabajos o incluso salir de una pelea sin penalización real más allá del tiempo invertido. Es un sistema indulgente que permite experimentar sin miedo, y eso se agradece, especialmente en combates más difíciles.
Pero antes de entrar en lo profundo, hay dos mecánicas que vale la pena entender: los signos zodiacales y los valores de Coraje y Fe. Los signos zodiacales, definidos por el cumpleaños de Ramza y asignados por defecto a los demás personajes, influyen en la compatibilidad entre unidades. Esto afecta la efectividad de hechizos, curaciones y habilidades basadas en porcentaje. No es algo que debas dominar en tu primera partida, pero si decides optimizar en una segunda vuelta, puede marcar la diferencia —por ejemplo, al intentar robar el equipo Genji de Elmdor, donde la compatibilidad zodiacal puede aumentar tus probabilidades de éxito.
Más relevantes son los valores de Coraje y Fe. La Fe determina cuánto daño mágico infliges y recibes. Un personaje con Fe alta será un cañón mágico, pero también una diana vulnerable. Usar habilidades como Caparazón se vuelve esencial para protegerlos. El Coraje, por otro lado, afecta menos de lo que uno pensaría. Influye en ciertos ataques cuerpo a cuerpo (como con katanas o la Espada de la Noche) y en la probabilidad de activar habilidades de reacción como parar o contraatacar. No necesitas obsesionarte con estos valores, pero entenderlos te da una ventaja táctica.
El sistema de turnos es claro: cada personaje puede moverse y realizar una acción según su iniciativa. La elevación del terreno, el tipo de suelo y las habilidades de movilidad como Volar o Teletransportarse influyen en cómo te desplazas. Las acciones pueden ser ataques básicos o habilidades de trabajo, y aquí es donde el juego se vuelve fascinante.
Cada trabajo tiene sus propias habilidades, fortalezas y debilidades. Y aunque puedes equipar habilidades de otros trabajos, estás limitado a dos activos por personaje, lo que obliga a pensar bien cada combinación. Es menos complejo que Tactics Ogre, pero más accesible, y eso lo hace ideal para quienes se inician en el género.
Un detalle que no me gusta (y que vale la pena advertir) es que los Caballeros y Ladrones pueden destruir o robar equipo permanentemente. Si un enemigo te quita un objeto raro, lo pierdes para siempre. Y considerando lo difícil que es conseguir ciertos ítems, especialmente a través de la caza furtiva, esto puede ser frustrante. Mi consejo: elimina rápido a esos enemigos antes de que te arruinen la partida.
La variedad de enfoques en combate es lo que hace que Final Fantasy Tactics sea tan especial. Puedes usar personajes específicos para obtener objetos únicos, experimentar con combinaciones de trabajos, o simplemente estudiar al enemigo y explotar sus debilidades. La dificultad ajustable y las mejoras de calidad de vida hacen que esta experiencia táctica sea más divertida y accesible que nunca, especialmente para quienes lo juegan por primera vez.
Gráficos
Final Fantasy Tactics: The Ivalice Chronicles se ve fresco, nítido y funcional. Pero no todo es perfecto. Los ajustes de la IA en los gráficos hacen que, en ocasiones, el estilo se sienta más genérico, como si se hubiera perdido parte del alma visual del original. El filtro HD suaviza las líneas, pero también borra detalles que antes eran parte del encanto. Y aunque el resultado es bonito, no puedo evitar pensar que un enfoque tipo pixel art 2.5D (como el de Dragon Quest III HD-2D Remake) habría sido más fiel y respetuoso con la estética original en mi opinión.
La narrativa, que ya era sólida, se ve reforzada por el doblaje en inglés y japonés, ambos de excelente calidad. Escuchar las voces le da una nueva dimensión emocional a los personajes, y aunque no todos los puristas estarán contentos con los cambios en el guion, la adaptación se hizo con cuidado para que suene natural en voz alta.
El sistema de guardado automático es una bendición. Si cometes un error o tienes un accidente, puedes corregirlo fácilmente. Eso sí, me habría gustado tener más espacios de guardado automático. A veces no puedes volver al momento exacto que necesitas y terminas reiniciando una batalla entera. Es un detalle menor, pero que afecta la experiencia.
La Vista Táctica es otro acierto. Poder ver la ubicación de todos los enemigos y sus funciones en el campo de batalla te permite planear con más precisión. Y la opción de acelerar las batallas y los diálogos es ideal para un juego que requiere rejugar niveles con frecuencia. Avanzar rápidamente por secciones de texto o movimientos repetitivos es un alivio, especialmente en sesiones largas.
La Cronología del Combate es una herramienta útil que registra todas las batallas principales, con descripciones de los grupos enfrentados y los sobrevivientes. Es perfecta para saber en qué punto de la historia estás y qué has logrado. Un añadido que, aunque discreto, demuestra atención al detalle.
Ahora bien, los fans del original probablemente se reirán (o se frustrarán) al ver que ninguna de las actualizaciones mantiene el estilo visual clásico. Si quieres revivir la belleza del original, también tendrás que lidiar con sus limitaciones técnicas. Y aunque los gráficos actualizados son hermosos, el filtro que difumina los recursos artísticos antiguos puede resultar ofensivo para quienes aman el pixel art.
La versión mejorada incluye muchas cosas buenas: doblaje, localización nueva, niveles de dificultad, interfaz renovada, visuales en pantalla panorámica… pero también ese filtro que desearía poder desactivar. Aun así, sigue siendo mi forma preferida de jugar. La nueva interfaz ofrece más información, lo que hace que planear, navegar por menús y aprovechar al máximo los sistemas de combate sea mucho más fluido.
Y francamente, tener ajustes de dificultad es una bendición. Este juego tiene un sistema de escalado de niveles algo inconsistente y mecánicas complicadas como la muerte permanente o la destrucción de equipo. Square Enix claramente pensó en cómo hacer que Final Fantasy Tactics fuera accesible para quienes nunca lo habían jugado. Y como veterano, agradezco poder revivir esta historia con un poco menos de presión.
Dificultad
Final Fantasy Tactics siempre fue conocido por su curva de aprendizaje empinada. Era un juego exigente, que no perdonaba errores y que obligaba a pensar cada movimiento como si fuera el último. Pero The Ivalice Chronicles ha hecho un trabajo excelente en suavizar esa entrada sin sacrificar la esencia del desafío.
Ahora puedes elegir entre tres niveles de dificultad: Fácil, Normal y Difícil. Y lo mejor de todo es que puedes cambiar entre ellos en cualquier momento. Esto permite experimentar, probar estrategias arriesgadas y ajustar el reto según tu estado de ánimo o tu experiencia previa. Como alguien que ya vivió esta historia, agradezco poder revisitarla con un poco menos de presión.
Además, ahora puedes guardar tu progreso en medio de una batalla. Esto es un cambio enorme. Si decides hacer algo audaz y no sale como esperabas, puedes volver atrás sin perder toda la partida. Es una función que elimina frustraciones innecesarias y permite aprender de los errores sin castigo excesivo.
Las batallas aleatorias también han sido ajustadas. Ya no son obligatorias: puedes huir si no quieres enfrentarlas, o buscarlas activamente si necesitas experiencia. Esta flexibilidad hace que el juego se sienta menos rígido y más respetuoso con tu tiempo.
Eso sí, no te preocupes: el juego sigue teniendo sus desafíos. Las mecánicas como la muerte permanente o la destrucción de equipo siguen presentes, y el sistema de escalado de niveles puede ser inconsistente en algunos momentos. Pero ahora, con las mejoras de calidad de vida y los ajustes de dificultad, el juego es mucho más accesible para quienes se acercan por primera vez al género táctico.
Square Enix pensó en todos: en los veteranos que quieren revivir la historia sin sufrir, y en los nuevos jugadores que necesitan una entrada más amable. Y eso, en un juego tan legendario como este, se siente como un gesto de cariño hacia su comunidad.
Contenido
Una partida promedio de Final Fantasy Tactics: The Ivalice Chronicles dura entre 35 y 40 horas. Pero si decides ir por todo (completar misiones secundarias, descubrir personajes secretos, dominar todos los trabajos y conseguir todos los logros) fácilmente puedes duplicar ese tiempo. Y créeme, cada hora invertida vale la pena.
La función de avance rápido es una de las mejoras más agradecidas en esta remasterización. Si prefieres un ritmo más ágil, puedes acelerar combates y diálogos sin perder nada esencial. Pero si eres de los que disfrutan saborear cada escena, cada movimiento táctico, también puedes jugar al ritmo clásico. El juego se adapta a ti.
La progresión está dividida en varios sistemas, todos relativamente simples una vez que los entiendes: niveles, trabajos, equipo y habilidades. Subes de nivel realizando acciones en combate, pero lo interesante es que las estadísticas que ganas dependen del trabajo que tengas al momento de subir. Así que elegir bien tu rol es clave si quieres optimizar a tus personajes.
Los trabajos son el alma del sistema. Hay muchos, y cada uno tiene su especialidad. Comienzas con Escudero y Químico, pero pronto desbloquearás clases más complejas. Al realizar acciones en combate, ganas puntos de trabajo que puedes invertir en habilidades. Estas habilidades se dividen en activas, de reacción, de apoyo y de movimiento, y puedes combinarlas libremente entre trabajos que hayas desbloqueado. Es un sistema que permite una personalización profunda y estratégica.
Algunos trabajos tienen habilidades innatas que no requieren ser equipadas. Por ejemplo, los Ninjas pueden atacar dos veces porque pueden empuñar dos armas. Si quieres que otro personaje haga lo mismo, necesitas aprender esa habilidad y equiparla. Lo mismo ocurre con el Orador, que puede reclutar enemigos por defecto, mientras que otros trabajos necesitan equipar esa habilidad para lograrlo. Entender estas diferencias es esencial para construir un equipo versátil.
No necesitas aprender todo en un solo personaje, aunque hay un logro por hacerlo. Lo mejor es decidir qué rol quieres que cumpla cada unidad y mantenerla en ese trabajo hasta que alcance un nivel cómodo. Si no estás buscando optimizar al máximo, puedes jugar tranquilamente sin preocuparte demasiado por esto. Pero si aspiras a convertirte en un verdadero Táctico, dominar estos sistemas es parte del reto.
El equipo también está ligado al trabajo. Cada clase tiene acceso a diferentes tipos de armas, armaduras y accesorios. Aprender habilidades que te permitan equipar objetos de otros trabajos puede ser útil, pero ocupa espacio en tu configuración, así que hay que elegir con cuidado.
En cuanto a los reclutas, puedes añadir personajes a tu grupo de dos maneras: contratando mercenarios genéricos en el Gremio de Guerreros, o reclutando personajes fijos a lo largo de la historia. Algunos de estos personajes son clave. Mustadio, por ejemplo, es esencial para desbloquear a los personajes secretos. Si muere, no podrás activar las escenas necesarias para reclutarlos. Así que protégelo como si fuera tu tesoro más valioso.
Y hablando de secretos, hay dos habilidades que solo puedes aprender si te golpean con ellas en combate. La primera es “Última”, que solo Ramza puede aprender en su trabajo principal si un enemigo la lanza sobre él. La segunda es la invocación Zodiaco, que solo puede aprenderse enfrentando al superjefe del Abismo del Crepúsculo, una mazmorra opcional que aparece al final del juego. Es fácil pasarla por alto, así que entra preparado si no quieres perderte una de las mejores recompensas del juego.
En resumen, The Ivalice Chronicles ofrece una cantidad de contenido que va mucho más allá de la historia principal. Es un juego que recompensa la exploración, la curiosidad y la dedicación. Y si decides sumergirte por completo, descubrirás que cada sistema, cada secreto y cada batalla tiene algo especial que ofrecer.
Lo Positivo
Quiero destacar primero lo que me ha dejado más impresionado: las actuaciones de voz. Es impresionante el empeño que han puesto en hacer un doblaje de calidad, y desde aquí le envío mis más sinceras felicitaciones al director de doblaje y a todo el reparto, que lo ha hecho increíble.
Otro punto positivo de Final Fantasy Tactics es fácil de destacar es la narrativa. La historia de Ramza y la Edad Media de Ivalice sigue siendo una de las narrativas más convincentes que ha dado el género. Hay una escritura excelente, momentos de angustia real, reflexiones duras sobre el poder, la fe y la justicia. Es una historia que no solo entretiene, sino que deja huella.
El sistema de batalla es otro punto fuerte. Mezclar y combinar trabajos, habilidades y estrategias para enfrentar situaciones de formas únicas sigue siendo tan divertido como siempre. Y con las mejoras de calidad de vida (guardado automático, avance rápido, vista táctica, dificultad ajustable) esta versión se vuelve mucho más accesible. Eso permite que más jugadores puedan descubrir lo que hace especial a Final Fantasy Tactics, y eso, para mí, es invaluable.
Lo Negativo
La pérdida permanente de objetos sigue siendo una mecánica que no me agrada. Que un ladrón con buena iniciativa te robe un equipo rarísimo que conseguiste tras horas de caza furtiva es super frustrante. No es el fin del mundo, claro, pero sí lo suficiente como para que prefieras recargar la partida antes que lidiar con ello. Y aunque entiendo por qué no lo eliminaron, me alegra que esta tendencia haya quedado atrás en otros juegos.
Los signos zodiacales y el sistema de calendario tampoco me convencen. Son mecánicas oscuras que requieren un conocimiento meta muy específico para aprovecharlas. Y aunque pueden influir en la compatibilidad entre personajes, no cambian la experiencia de forma significativa. Es tiempo invertido que, a decir verdad, podría invertirse mejor en otros aspectos del juego.
Conclusión
Final Fantasy Tactics: The Ivalice Chronicles es, sin duda, un juego que vale la pena experimentar. Y esta remasterización hace mucho por acercarlo a una nueva generación de jugadores. Las mejoras de calidad de vida, el doblaje completo, la interfaz renovada, los ajustes de dificultad y la accesibilidad general convierten esta versión en la forma más sencilla y cómoda de adentrarse en Ivalice.
Sí, el precio puede parecer elevado: $50 USD por la edición base y $60 USD por la edición de lujo. Para un juego que originalmente salió en 1997, es un costo considerable. Pero también hay que reconocer el trabajo que implica traerlo a PC con todas estas mejoras. El doblaje, por ejemplo, no es barato. Y el esfuerzo por modernizar sin perder la esencia merece reconocimiento.
RANK 4.5/5
Final Fantasy Tactics: The Ivalice Chronicles es un pilar del género TRPG. Ha influido a generaciones de desarrolladores y jugadores, y aunque el género ha evolucionado, Tactics sigue siendo una experiencia que vale la pena vivir hoy. Todos estos cambios ayudan a que eso sea posible.
