Gaming Reviews | Donkey Kong Bananza

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Y pensar que hace solo seis meses teníamos como único vestigio de vida para el simpático Donkey Kong Donkey Kong Country Returns HD en Switch. y lo único que veíamos de nuestro simio favorito eran relanzamientos tras mas de diez años sin una entrega orginal, como Mario vs. Donkey Kong o Donkey Kong Tropical Freeze.

Cuando se emitió el Direct de revelación de la Nintendo Switch 2, nadie esperaba que este año no tuviéramos un nuevo Mario 3D. En su lugar, nos sorprendieron con Donkey Kong Bananza, que marcó el regreso del personaje a las plataformas 3D, y no solo eso: lo hizo con una propuesta completamente original. Esta vez, la aventura no ocurre en una isla ni en la superficie, sino en lo más profundo del planeta.

Aunque no tuvimos mucha información hasta el Bananza Direct, con solo ver los primeros avances ya podíamos intuir que se trataba de un juego al nivel de Super Mario Odyssey, el último gran título independiente en 3D para Mario —una auténtica joya, repleta de contenido y mecánicas extremadamente divertidas.

Antes de continuar con esta reseña quisiera agradecer a Nintendo Latam quienes nos proporcionaron la copia que hizo posible realizar esta reseña.

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Comenzamos

Hace más de 20 años, en la mágica era del Nintendo 64, Rare —el estudio second-party más importante de Nintendo en ese entonces— lanzó más de una joya para uno de los catálogos más icónicos de la historia. ¿Quién no recuerda las grandes franquicias que lograron consolidar? Una de ellas fue Donkey Kong, y tras el rotundo éxito de la subserie Donkey Kong Country, crearon Donkey Kong 64, el único juego de plataformas 3D del personaje hasta la fecha.

Es increíble pensar que han pasado más de dos décadas sin una verdadera continuación, pero hoy, finalmente, la espera ha terminado. Aunque ya nada es como antes: 20 años de evolución se hacen notar. Donkey Kong Bananza no solo rompe los límites que impusieron sus propios juegos pasados, sino que incluso logra superar algunos trazados por los títulos principales de Mario.

Creado por el mismo equipo de Nintendo, el EPD 8, Donkey Kong Bananza no se limita a replicar la fórmula exitosa de Super Mario Odyssey, que encantó hace ocho años. En cambio, le da una identidad propia al juego, utilizando las habilidades de Donkey Kong de forma única y creativa.

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Historia

En la Isla Inglot, Donkey Kong lidera una expedición minera en busca de la mayor cantidad de plátanos de la región. Las recién descubiertas gemas de banandio son tan valiosas como deliciosas. Sin embargo, todo cambia tras un inesperado incidente: la isla entera es succionada hacia el subsuelo.

Donkey Kong —a quien llamaremos DK (“DiKey”), muy a pesar del doblaje en castellano— intenta encontrar una forma de regresar a la superficie. Pero descubre que todas las salidas están cubiertas por un extraño y aparentemente indestructible metal.
Durante su exploración, DK presencia la caída de un meteorito e inmediatamente decide investigar. En la zona de impacto, se encuentra con una roca parlanchina y misteriosa, que parece tenerle miedo. Cuando intenta acercarse, son atacados por unos enemigos que quieren capturar a la roca y derribar a DK.

Tras escapar y ponerse a salvo, la roca comienza a confiar en DK. De forma sorprendente, descubre que puede cantar, lo que les permite avanzar por los túneles subterráneos y deshacer las cintas que cubren a los causantes del extraño metal.
Juntos, DK y su nueva aliada avanzan por los distintos estratos del subsuelo. Descubren que la única manera de volver a la superficie será descender hasta lo más profundo del planeta… y pedir un deseo. Un deseo que cambiará sus destinos y los llevará a cumplir sus sueños.

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Spoilers

A partir de aquí mencionaré algunos spoilers que escalan en importancia.

Al llegar al primer estrato, además de descubrir que existen civilizaciones ocultas en las profundidades del planeta, también nos enteramos de que hay una corporación detrás de todo lo que les ha sucedido a nuestros protagonistas: Void Co., una compañía liderada por Void Kong y sus subordinados, Poppy Kong y Grumpy Kong. Esta organización está obsesionada con obtener el poder de las gemas de banandio a cualquier precio. Su objetivo final es llegar al centro del planeta para apropiarse del deseo… y bloquearle el camino a DK.

Tras vencer al primer jefe y obtener su disco, DK realiza un poderoso redoble de pecho, lo que sorprendentemente libera la verdadera forma de la roca misteriosa: se trata de Pauline, pero no es la Pauline que todos conocemos. En esta historia, ella tiene apenas 13 años y se muestra agobiada e insegura por todo lo que está ocurriendo. Su mayor sueño es cantar frente a una multitud, aunque eso le causa una gran timidez.

Sin embargo, DK la anima, ya que su voz es necesaria para activar los poderes Bananza. A medida que descienden juntos por los distintos estratos, su vínculo se fortalece, y Pauline va ganando confianza mientras desarrollan nuevas habilidades que les permiten continuar la aventura.

Durante el descenso, conoceremos a nuevos aliados y enemigos, y también descubriremos las verdaderas razones por las que Void Co. ha impactado tanto en las vidas de DK y Pauline.

Aunque la historia de Donkey Kong Bananza no es la más compleja, sí muestra una evolución clara en todos los personajes. Sus motivaciones están bien definidas y eso se traduce en momentos realmente emotivos. Combinado con la interpretación en español latino de Pauline, creo que estamos ante el dúo más carismático y entrañable del universo de Mario hasta ahora.

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Jugabilidad

Donkey Kong Bananza presenta una innovadora forma de abordar los plataformas tipo collectathon. A diferencia de Super Mario Odyssey, que perfecciona una fórmula pulida durante generaciones, aquí Donkey Kong se atreve a explorar nuevos terrenos, tanto en lo literal como en lo jugable.

Gracias a la fuerza descomunal de DK, los niveles son casi completamente destruibles. Cada tipo de material que compone el terreno tiene una dureza y maleabilidad diferente, lo que nos permite no solo destruir, sino también construir estructuras según las necesidades de los personajes. Además, el movimiento ha sido ampliado tomando como base lo visto en la saga Donkey Kong Country, incluyendo mecánicas como:

  • Rodar tras un combo de rodar + salto
  • Surfear utilizando plataformas que podemos extraer del suelo, sobre superficies como lava o agua
  • Interactuar con el terreno para desplazarse o crear nuevas rutas

Desde el inicio, contaremos con habilidades base como el salto, el ataque de destrucción, el clavado y los giros, pero también dispondremos de una especie de árbol de habilidades que se desbloquea al recolectar gemas de banandio. Por cada cinco gemas obtenidas, recibimos un punto de habilidad, y las mejoras varían en costo, entre 1 y 5 puntos.

Algunas de estas mejoras incluyen:

  • Mayor vitalidad
  • Nuevas opciones de movimiento (como el surf acuático o el doble salto si tenemos un bloque de terreno activo)
  • Reducción en el tiempo de activación de habilidades Bananza
  • Mejoras en habilidades normales, como el sonar, que ayuda a encontrar objetos cercanos o enterrados
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Habilidades Bananza

Durante la historia, iremos desbloqueando las habilidades Bananza, inspiradas en los animales característicos del estrato en el que nos encontremos. En total hay cinco y cada una proporciona movimientos únicos e indispensables para avanzar:

  • Bananza Kong: Un simio imparable que atraviesa incluso plataformas de cemento. Aumenta la velocidad de ataque y permite realizar un poderoso ataque cargado que destruye todo a su paso.
  • Bananza Cebra: Incrementa significativamente la velocidad, permitiendo atravesar plataformas endebles que normalmente colapsarían con nuestro peso.
  • Bananza Avestruz: Otorga la capacidad de volar por cortos periodos de tiempo para superar secciones aéreas. Con mejoras, permite planear y lanzar huevos bomba.
  • Bananza Elefante: Usamos la trompa para absorber casi cualquier tipo de terreno. Con este material podemos formar esferas para atacar o desplazarnos en modo surf.
  • Bananza Serpiente: Permite alcanzar plataformas inaccesibles mediante saltos especiales. Además, su habilidad de hipnosis ralentiza objetos cercanos, ampliando nuestra ventana de acción.
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Extras

Aunque no son elementos centrales, hay ciertos añadidos que vale la pena mencionar. Por ejemplo, las carreras montado sobre rinocerontes solo aparecen en un estrato pero son muy divertidas y aportan una buena dosis de nostalgia para los fans de Donkey Kong Country. Además, los trajes desbloqueables para Pauline y Donkey Kong están tan bien diseñados y estilizados que me dieron la sensación de que podrían inspirar contenido futuro para juegos como Mario Kart World o incluso una nueva entrega de Super Smash Bros.

También hay bloques especiales que rompen con las mecánicas tradicionales, como los hechos de material de goma o las plataformas multicolor, que nos permiten saltar más alto o flotar temporalmente, respectivamente. Estos detalles aportan un nivel extra de creatividad al diseño de niveles.

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Gráficos

Para esta entrega, Nintendo —que ya había comenzado su desarrollo en Nintendo Switch— decidió aplazar el lanzamiento debido a limitaciones técnicas que, muy probablemente, habrían impedido alcanzar el nivel de destrucción que vemos en el producto final. Además, los escenarios no habrían contado con la misma densidad de follaje, calidad de iluminación o cantidad de partículas simultáneas. Incluso es probable que el juego hubiera tenido que estar limitado a 30 fps, debido al caos visual que puede alcanzar en ciertos momentos.

La versión final, desarrollada con el nuevo hardware de la Nintendo Switch 2, no está exenta de problemas de rendimiento, pero considero que son aceptables teniendo en cuenta la ambición del título y el hecho de que es uno de los primeros grandes lanzamientos exclusivos de esta generación. En algunos puntos, la tasa de fotogramas puede caer brevemente durante los momentos más intensos, aunque nunca al punto de afectar gravemente la jugabilidad.

Tampoco puedo dejar de mencionar algunos errores visuales, como texturas que no cargan correctamente en ciertos escenarios. Si bien este tipo de fallos son más graciosos que molestos, sí pueden sacarte momentáneamente de la experiencia. Aun así, me parecen completamente entendibles en el contexto del lanzamiento y, con toda seguridad son corregibles mediante un parche.

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Dificultad

Aunque los juegos de Nintendo suelen estar diseñados como experiencias accesibles para todas las edades, es cierto que los jugadores acostumbrados a la intensidad de la subserie Donkey Kong Country pueden sentir un cambio importante aquí, ya que Bananza ofrece una experiencia mucho más relajada en términos de dificultad base.

Si bien hay desafíos repartidos a lo largo del juego —especialmente en algunos jefes y misiones opcionales—, lo cierto es que la mayoría de los enemigos no suponen una amenaza real, y muchas veces sirven más como una excusa para recolectar oro que como obstáculos significativos. Basta un ejemplo para darse cuenta de que, salvo ciertas excepciones, el combate contra jefes no representa una gran prueba:

Al primer intento y sin conocer el jefe, en un clip de 30 segundos…

Sin embargo, eso no significa que el juego carezca de profundidad para quienes buscan poner a prueba su habilidad. Donkey Kong Bananza ofrece amplias oportunidades para la expresión de habilidad, tanto en movimiento como en construcción de rutas alternativas.  Podemos encadenar saltos, usar bloques del terreno y hasta aprovechar elementos del entorno para prácticamente ‘volar’ por todo el escenario. Y eso sin contar las habilidades Bananza, que amplían aún más el repertorio de movimientos disponibles.

Para quienes buscan un reto similar al de la saga Country, recomiendo no aumentar la vitalidad del personaje mediante mejoras. En los estratos finales, esto se convierte en una decisión clave: sufrir un par de golpes puede significar reiniciar una pelea desde el inicio, y es ahí donde se siente la verdadera adrenalina y recompensa de dominar las mecánicas.

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Contenido

Como ya nos tiene acostumbrados Nintendo, Donkey Kong Bananza rebosa de contenido. El juego cuenta con un total de 1000 gemas de banandio repartidas a lo largo de 16 estratos, cada uno con distinta duración, estructura y variedad de misiones y desafíos. Además, hay una enorme cantidad de fósiles por recolectar, lo que amplía aún más la experiencia para los jugadores que buscan explorar a fondo.

Completar solo las misiones principales tomará alrededor de 15 horas, pero si decides tomarte tu tiempo —como fue mi caso—, puedes llegar al final con unas 400 gemas en poco más de 20 horas. Ya si buscas el 100%, es probable que necesites entre 45 y 50 horas de juego.

La recolección no se siente gratuita ni forzada: cada fósil y gema tiene una recompensa tangible, ya sea en forma de plátanos (la moneda principal del juego), disfraces o colores alternativos para nuestros protagonistas. Además, la mayoría de los disfraces no son solo cosméticos, ya que otorgan ventajas que afectan directamente la jugabilidad, como resistencia a ciertos elementos o mejoras en las habilidades.

Modo DK Artist

Fuera de la campaña principal, también contamos con el modo DK Artist, una propuesta más relajada y creativa que aprovecha el modo «mouse» de los Joy-Con 2. En él, podremos esculpir y decorar figuras hechas de tierra, la mayoría serán de objetos que observaremos durante la aventura.

Aunque es un modo divertido que promueve la creatividad, siento que sus opciones podrían haberse expandido un poco más para mejorar la experiencia del jugador. Aun así, representa un buen respiro entre sesiones de juego y ofrece una forma distinta de conectar con los elementos del juego.

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Lo positivo

Aunque Donkey Kong Bananza no alcanza la misma excelencia que las entregas más reconocidas de Mario, logra trazar un camino propio, lleno de ideas frescas que difícilmente podrían haberse implementado en otra franquicia sin romper su coherencia.

Los controles son espectaculares. Aunque en ocasiones el juego puede sentirse como un “machaca botones” —sobre todo cuando hablamos de la destrucción masiva—, los movimientos requieren un uso adecuado y preciso, especialmente cuando se intenta realizar acciones más complejas. Claro, no es necesario dominar todas estas técnicas para superar la mayoría de los desafíos, pero se ofrece esa libertad para que cada jugador pueda encontrar su forma ideal de afrontar los obstáculos.

Sin contar el estrato final, mi favorito es el estrato Fiesta, que combina lo mejor del título: un toque de misterio, desarrollo para personajes secundarios y limitaciones en las habilidades Bananza que aumentan ligeramente la dificultad, pero que a la vez invitan a detenerse y explorar el entorno con atención. Además, este estrato da un énfasis especial a la música, que considerando que los protagonistas son DK y Pauline, no decepciona para nada, con temas más que icónicos.

Algo que quiero aplaudir es el doblaje al español latino del juego. Nintendo, en estos años, ha hecho un esfuerzo por incluir localizaciones en español para nuestra región, pero muchas veces sin arriesgar demasiado, ya que los personajes suelen balbucear frases ininteligibles la mayor parte del tiempo. Sin embargo, en este caso, Pauline dice la mayoría de sus líneas, aunque las canciones solo están disponibles en inglés. Pauline y DK logran conectar mucho más que cualquier otro dúo del universo Mario; me sentía constantemente enternecido por la interpretación de Elizabeth Infante. Espero que esto sirva como parteaguas para darle la oportunidad a más personajes de tener voz propia.

Personalmente, me encantó el diseño de mapas. Parecen pequeños dioramas de los escenarios, que simplifican pero a la vez muestran todo lo necesario en un espacio reducido. Me recuerdan a los mapas de Metroid Prime, pero con mucho más color y una comprensión mucho más sencilla a primera vista.

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Lo negativo

Aunque personalmente el juego me fascinó y creo que alcanza un nivel cercano a la perfección, también detecté algunos inconvenientes durante mi experiencia:

  • Cámara imprecisa: En algunas posiciones, especialmente al explorar el subsuelo, la cámara no siempre se ajustaba con éxito. Por lo general, la cámara se posiciona pocos metros detrás del personaje para que podamos orientarnos correctamente, pero en ciertos momentos se acercaba demasiado, lo que dificultaba identificar nuestra posición y la dirección de los movimientos.
  • Controles al escalar: Al pasar de superficies planas a entornos tridimensionales, especialmente al trepar o colgarnos, el control no siempre se sentía intuitivo. Aunque no es un problema grave, sí daba la sensación de no estar tan pulido como podría ser.
  • Discos: Uno de los coleccionables más complicados fue conseguir los discos de música. Estos pueden aparecer en cualquier momento al derrotar a un enemigo, sin ningún aviso previo, por lo que si estás cerca de un acantilado, en una plataforma móvil, en un desafío con limite de tiempo o en un lugar donde el disco pueda caer y desaparecer, es muy probable que no logres recogerlo a tiempo. Un problema similar ocurre con el oro, pero en ese caso es mucho más abundante, sabes cuándo aparecerá y, además, con el sonar es fácil recogerlo sin problemas.
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Conclusión

Donkey Kong Bananza es un juego que me transportó a mi infancia, y no lo digo solo por sus vibrantes colores, sus poderes llamativos o sus personajes carismáticos. Tiene un espíritu que invita a explorar, a experimentar y a perderse en un vasto mundo, tratando de descubrir todo lo que es posible lograr en él.

Estoy seguro de que, si no hubiera tenido que realizar esta reseña, me habría tardado el doble en terminar el juego, porque a los dos minutos ya me encontraba en el lado opuesto de la misión, consiguiendo plátanos o fósiles. Constantemente tuve que recordarme avanzar y no quedarme a recolectar todo lo que encontraba.

Para muchos, a simple vista, puede parecer solo un “skin” de Mario Odyssey, pero en cuanto lo pruebas realmente, notas que es mas como una ramificación con ideas frescas y propias, y que en el futuro si deciden continuar con esta franquicia pueden seguir explotando y explorando maneras de sorprender a los jugadores.

Radar-5

RANK 5/5

Sé que me faltaron muchas cosas por mencionar en esta reseña y casi que me gustaría acompañarlos en este increíble viaje, pero eso solo habla de lo maravilloso que es el juego y de lo mucho que quiero recomendarlo. Una experiencia como ninguna otra.

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