Nací muy tarde para disfrutar el apogeo del deporte de las patinetas. Recuerdo que, cuando era niño, aún existían programas que presentaban el skateboarding como una característica más de los adolescentes rebeldes y cool. Claro, la mayoría de estas influencias provenían de programas estadounidenses. En mi país, incluso en aquellos años, era raro ver a alguien practicándolo, al menos fuera de espacios especializados.
Aun así, estoy convencido de que quienes vivieron su adolescencia en los 2000 quedaron fascinados con el trabajo de Neversoft y Activision al traernos una saga como Tony Hawk, no solo a nuestras pantallas, sino también a nuestras manos. Sentir la satisfacción de ejecutar los trucos que veíamos en las competencias y poder usar al competidor de nuestra elección fue algo verdaderamente especial.
Antes de continuar, quisiera agradecer a Activision, quienes nos proporcionaron el código a Frames para poder elaborar esta reseña.
Comenzamos
Tony Hawk’s Pro Skater 3+4 es el segundo (¿o tal vez tercero y cuarto?) remake que nos trae el equipo de Iron Galaxy, bajo el paraguas de Activision, ahora parte de Xbox. Han pasado más de 20 años desde el estreno original a cargo de Neversoft y Vicarious Visions, y esta entrega múltiple renueva visualmente ambos títulos, incluye nuevos modos y ajusta ciertos aspectos de los juegos originales para recrear la magia que cautivó a toda una generación de jóvenes.
Especificaciones:
🖥️ Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 4060
⚙️ Procesador: AMD Ryzen 9 5900X
🧠 RAM: 32GB
💾 Almacenamiento: 2TB SSD M.2
❄️ Refrigeración: Disipador por aire
Historia
En ambos Tony Hawk’s Pro Skater, contamos con el modo Carrera. En cada nivel se nos presenta una serie de objetivos a completar, y algunos de ellos implican interactuar brevemente con NPCs. Esto introduce un leve componente de linealidad, ya que es necesario cumplir ciertos retos para avanzar entre circuitos, desbloquear recompensas o acceder a nuevas zonas al ayudar a los personajes que encontremos en el camino.
Los personajes que elijamos tendrán diferentes estadísticas iniciales, pero cada una de ellas puede mejorarse a medida que recolectamos los puntos de mejora distribuidos en cada nivel. Esto permite personalizar el estilo de juego según nuestras preferencias y adaptarlo a los desafíos de cada mapa.
Jugabilidad
El punto fuerte de esta colección —y de la saga en general— es, sin duda, la jugabilidad. El sistema de patinaje sigue la línea establecida por Tony Hawk’s Pro Skater 1+2: la puntuación se basa en los combos que logremos al encadenar maniobras con la patineta. Para realizarlos, es fundamental aprender los movimientos básicos.
Usar la patineta ya es un reto en sí mismo. Constantemente debemos indicar una dirección, ya sea con el teclado o el mando, y si queremos detenernos, también hay que hacerlo manualmente. No se trata solo de apretar un botón: es estar siempre atentos al siguiente movimiento.
Para ejecutar trucos, lo primero es dominar el salto: en superficies planas, en piscinas o sobre rieles. Saltar y aterrizar correctamente es esencial… y créanme, no saben cuántas veces terminé estampando a mi personaje contra el suelo. Una vez se tiene la práctica, llega el momento de atreverse con trucos aéreos. Los más simples consisten en girar la patineta, pero también se pueden hacer maniobras más complejas: agarrar la tabla, voltearla en el aire, o hacer grind sobre un borde para continuar el combo.
Al ejecutar un grind o cualquier truco que requiera equilibrio, aparece una barra temporal con un indicador; debemos mantenerlo centrado para evitar una caída que arruine toda la secuencia. Suena fácil, pero lograrlo sin los modificadores activados puede ser bastante desafiante.
Para completar cada nivel se nos asignan diversos objetivos, con distintos niveles de dificultad, muchos de ellos adaptados a la temática del escenario. Afortunadamente, no es necesario cumplir todos para avanzar; basta con completar una cantidad específica para desbloquear los siguientes niveles.
Además de los objetivos principales, también encontraremos secretos, dinero y puntos de mejora repartidos por los mapas. Estos sirven para desbloquear patinetas personalizadas, atuendos para nuestro personaje creado, nuevos personajes secretos y, por supuesto, para mejorar las estadísticas de nuestro skater.
Estas estadísticas influyen directamente en la jugabilidad: permiten realizar saltos más altos, ejecutar trucos más complejos en el aire y mantener mejor el equilibrio. Por eso, recolectar puntos de mejora se vuelve casi indispensable si queremos alcanzar puntuaciones más altas.
Gráficos
Aunque esta colección ofrece un lavado de cara completo respecto a la experiencia original y se adapta a los estándares visuales modernos, es importante señalar que, en comparación con Tony Hawk’s Pro Skater 1+2, no hay un salto gráfico significativo. La experiencia se siente bastante continuista, y eso probablemente se deba a la estrategia de lanzar el juego en una amplia variedad de plataformas, incluyendo consolas de pasada generación como PlayStation 4, Xbox One y Nintendo Switch.
Los escenarios están muy bien trabajados: hay una gran atención al detalle en los entornos, texturas y efectos de iluminación. Sin embargo, cuando nos ponemos a analizar con detalle los NPCs o los propios skaters, es posible notar cierta falta de refinamiento. No es que luzcan mal, pero sí queda la sensación de que no se ha aprovechado al máximo el potencial técnico de las consolas actuales y los PCs más potentes.
Quizá este remake no necesitaba ir mucho más allá en el apartado visual, pero sí deja la puerta abierta a esperar que la próxima entrega de Tony Hawk —si es que llega— aproveche plenamente el hardware de nueva generación y ofrezca una evolución gráfica más ambiciosa.
Dificultad
Tomen esto de un principiante: estuve cinco horas practicando las bases del gameplay. Entre los tutoriales narrados por el propio Tony Hawk —bastante efectivos, por cierto, para jugadores nuevos— y la práctica en partidas reales, sentí que había pasado una eternidad… y aun así no lograba completar los desafíos.
Se requiere mucha práctica. En mi caso, lo que más me costó fueron los aterrizajes: una y otra vez terminaba estrellando al personaje contra el suelo, arruinando por completo mis puntuaciones. La frustración llegó a tal punto (y con la prisa de avanzar con esta reseña) que terminé haciendo lo que casi nunca hago: bajé la dificultad. Lo sé… soy una decepción.
Afortunadamente, Tony Hawk’s Pro Skater está preparado para este tipo de situaciones. El juego reconoce que no todos somos fans veteranos que pasaron su adolescencia perfeccionando saltos, aterrizajes y trucos. Por eso, incluye una serie de modificaciones que permiten ajustar la experiencia: se puede eliminar la penalización por caídas, extender el tiempo de las partidas, facilitar la ejecución de trucos, e incluso modificar la velocidad del juego para practicar en un entorno más relajado —o acelerarlo si se busca un mayor reto.
Considerándolo todo, es un título bastante accesible, aunque lleno de desafíos que requerirán tiempo, práctica e incluso estrategia para ser superados. Los jugadores novatos pueden encontrar su ritmo con paciencia, mientras que los más experimentados podrán simplemente no activar las ayudas que ofrecen para una experiencia pura y clásica.
Contenido
¿Dos juegos en uno? En realidad, no puedo quejarme… ¿o sí?
Ambos Tony Hawk’s Pro Skater no solo recrean los escenarios de sus respectivos lanzamientos originales, sino que también añaden nuevos niveles, respetando el espíritu rebelde y la irreverencia que siempre ha caracterizado a la franquicia. Además, contamos con distintos modos de juego, varios de los cuales no estaban incluidos en las versiones originales, como el creador de escenarios o el multijugador con tablas de clasificación en línea.
Por otro lado, también se ha ampliado la selección de personajes disponibles, incluyendo acróbatas reconocidos, así como personajes secretos y desbloqueables. Mi favorito personal fue el Doom Slayer, incluido en la versión Deluxe del juego, aunque también hay otras sorpresas interesantes como Michelangelo, de las Tortugas Ninja.
Cuando se trata de remakes o remasters, siempre aplaudo que se esfuercen por enriquecer la experiencia original: añadir contenido, actualizar lo obsoleto y mejorar lo necesario. Pero algo con lo que difícilmente me van a convencer es con la eliminación de contenido. Eso, más que priorizar al jugador, suele responder a decisiones de desarrollo apresuradas o a estrategias comerciales centradas en microtransacciones y DLC.
Por eso, saber que la campaña de Tony Hawk’s Pro Skater 4 no conserva el estilo introducido en su entrega original —el cual modificaba por completo la estructura del modo Carrera— me resulta decepcionante. En esta versión, se siente más como una simple extensión del tercer juego, perdiendo parte de la innovación que en su momento lo distinguió.
Entiendo que, en el caso de la música, puede haber dificultades para conservar todas las canciones originales por temas de licencias. Reemplazarlas por nuevas piezas puede parecer una decisión inteligente para refrescar la experiencia. Sin embargo, creo que se pudo hacer un esfuerzo extra por recuperar al menos una mayor parte del soundtrack clásico, no solo por nostalgia, sino para que nuevas generaciones pudieran experimentar ese factor tan importante que ayudó a consagrar estos juegos hace más de 20 años.
Lo positivo
La parte fundamental de estos juegos siempre ha sido —y seguirá siendo— el control: que sea preciso, fluido y, sobre todo, divertido. En ese sentido, no hay fallas. Este remake mantiene todo lo que hizo grandiosos a los originales; conserva intacto el núcleo que convirtió a Tony Hawk’s Pro Skater en una leyenda.
Entre los nuevos agregados, los personajes secretos fueron lo que más me encantó. Uno de mis momentos favoritos fue jugar con el Doom Slayer, especialmente cuando sonaba la música de Doom, que me daba un impulso extra para intentar trucos más atrevidos. Pero más allá de ese detalle, la selección musical en general es una experiencia excelente. Cada canción tiene personalidad, y aunque uno esté concentrado en ejecutar combos, es fácil notar cómo cada pista aporta algo distinto al ritmo del juego.
Aunque en este título sufrí bastante con la dificultad, debo decir que eso también es un punto a aplaudir. El nivel de reto está bien medido: no todo el contenido está disponible desde el inicio, lo que nos obliga a esforzarnos para desbloquearlo. Además, los modificadores y opciones de accesibilidad hacen que el juego sea más flexible para quienes, como yo, no crecimos con la saga.
Lo negativo
Aquí quiero enfatizar lo que mencioné antes sobre no recortar la experiencia en un remake o remaster. Puede que haya razones que escapen a mi comprensión, pero como jugador siempre valoro cuando las compañías hacen ese esfuerzo extra por incluir todo lo que hizo mágica a la entrega original.
En este caso, aunque en su mayoría cumplen y hasta ofrecen más contenido que en su momento, también hay cambios y ausencias que se notan. Destacan especialmente el modo Carrera de Tony Hawk’s Pro Skater 4, que pierde la esencia innovadora que tenía en su versión original, y la selección musical, que no logra capturar del todo la atmósfera única de aquellos clásicos.
Conclusión
Tony Hawk’s Pro Skater 3+4 es una carta de amor para los fanáticos de la saga y una puerta de entrada atractiva para quienes se acercan por primera vez al universo del skate virtual. Su jugabilidad, fiel al espíritu de los originales, es divertida, desafiante y precisa, manteniendo intacta esa sensación única que hizo legendarios a estos títulos.
El contenido adicional, los personajes secretos y las opciones de personalización amplían y refrescan la experiencia, aunque no está exenta de ciertos sacrificios, como la ausencia de algunos elementos en el modo Carrera de Pro Skater 4 y una banda sonora que, si bien es buena, no logra replicar del todo la magia del original.
Gráficamente, el juego apuesta por la continuidad y la accesibilidad en múltiples plataformas, sacrificando un salto visual más audaz en favor de la compatibilidad. La dificultad es un punto fuerte que puede ser desafiante para los novatos, pero los modificadores lo hacen accesible para todos.
Creo que Tony Hawk’s Pro Skater 3+4 es una experiencia más que sólida que honra su legado, aunque con margen para mejorar. Recomendado tanto para veteranos nostálgicos como para nuevos jugadores que quieran descubrir por qué esta saga marcó una época.
RANK 4.5/5
Espero que algún día me anime a usar una patineta real. Por ahí dicen “rómpete una pierna”, aunque creo que eso no aplica aquí… mejor me quedo con los trucos digitales.