Desde que probé RUINER, percibí un gran potencial en el estudio Reikon Games. Ahora, varios años después, confirmo que no estaba equivocado: en este nuevo proyecto han mejorado en muchos aspectos, lo que me hace pensar que estamos presenciando los cimientos de un estudio con un gran futuro.
Personalmente, siempre he disfrutado los juegos para un solo jugador, esos que te permiten perderte en historias y mundos creados por otras mentes. Sin embargo, la vida adulta muchas veces me ha impedido dedicarle el tiempo que quisiera a títulos que requieren decenas de horas para completar su campaña. Aun así, me doy mis momentos para jugar cuando puedo, aunque mi lista de RPGs y otros juegos narrativos pendientes sigue creciendo sin piedad.
Quizá por eso también agradezco cuando un juego es más breve. Una historia que puedas experimentar en una tarde puede resultar igual de satisfactoria, dejando una huella distinta, pero igual de valiosa. Justo ahí es donde METAL EDEN captó mi atención: un título que combina intensidad con una duración accesible, y que además abraza la estética cyberpunk que, sin duda, ha marcado esta década y no puede pasarse por alto.
Antes de continuar con esta reseña, quiero agradecer a PLAION por el código anticipado otorgado a Frames, que me permite compartir con ustedes mi experiencia con el juego.
Comenzamos
METAL EDEN es un título de acción desarrollado por Reikon Games, un estudio polaco que quizás no te resulte tan familiar, pues apenas está dando forma a su catálogo. Su debut fue en 2017 con RUINER, un top-down shooter con estética cyberpunk que logró conquistar a los jugadores y ganarse muy buenas reseñas en Steam. Si no lo has probado, vale la pena darle una oportunidad: es de esos juegos que marcan con su atmósfera y crudeza.
Ahora bien, con METAL EDEN estamos ante una nueva franquicia que, pese a ser el segundo proyecto del estudio, refleja con claridad la herencia de RUINER. Ambos comparten ese frenesí de acción constante, un arsenal variado y la libertad de experimentar con mejoras que moldean tu estilo de combate. La diferencia está en la mirada: mientras RUINER te colocaba por encima del caos, METAL EDEN te sumerge de lleno en él.
La PC detrás de la reseña
Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 4080
Procesador: AMD Ryzen 5 3600XT
RAM: 24GB
Requisitos mínimos
Tarjeta gráfica: NVIDIA GTX 1080/Radeon RX 5700 XT Procesador: AMD Ryzen 7 3700X / Intel Core i7-10700K RAM: 16GB
Este juego se centra en la experiencia de un solo jugador, con una campaña que nos invita a conocer la historia de Aksa y su inseparable compañero Nexus, todo dentro de un universo distópico cargado de estética cyberpunk que envuelve cada rincón.
La gran apuesta de Reikon Games es clara: una perspectiva en primera persona y una movilidad ágil que convierten cada enfrentamiento en un espectáculo de adrenalina. Para los jugadores veteranos, puede evocar recuerdos de Quake; para los más jóvenes, la intensidad se siente cercana a lo que ofrecen Doom o incluso Apex Legends. No importa de qué generación seas, aquí el denominador común es la acción dinámica, directa y emocionante, sin caer en el caos absoluto de un bullet-hell.
En pocas palabras: METAL EDEN es el salto de fe de Reikon Games, y todo indica que han aterrizado con fuerza.
Historia
El juego sigue a Aksa, una unidad Hyper enviada por un Ingeniero llamado Nexus para cumplir distintas misiones. Puede sonar confuso al principio, y lo es: la introducción no se detiene demasiado en explicaciones. Apenas hay cinemáticas iniciales; en lugar de ello, entras de lleno en el tutorial y en el combate, mientras la historia se va revelando poco a poco.
El contexto es un futuro en el que los humanos han dejado atrás su prisión biológica, superando los límites del envejecimiento al transferir su conciencia a los CORE, que luego se insertan en cuerpos robóticos. Irónicamente, una de las mecánicas principales del juego consiste en arrancar el CORE de los enemigos cuando están debilitados: puedes consumirlo para obtener mejoras temporales en combate o lanzarlo como si fuera una granada. Digamos que ese sueño de trascender la biología y alcanzar la inmortalidad no salió tan bien como lo habían planeado.
La narrativa, a pesar de lo que se pudiera esperar, se presenta de una forma poco convencional. No hay cinemáticas que detallen el mundo o tus misiones, tampoco coleccionables que expandan el lore. El único recurso narrativo constante son los monólogos enigmáticos de tu compañero Nexus, que suelta reflexiones mientras avanzas entre plataformas y combates. Si no pones atención, es fácil perderse y quedar con más preguntas que respuestas.
Aclaro que no haré spoilers, pero para poder dar una reseña justa decidí invertir un par de horas extra hasta llegar al final de la historia, intentando comprender el propósito real de las misiones y el trasfondo de los personajes. La campaña no es larga —unas seis horas aproximadamente—, lo que lo convierte en un título perfecto para una tarde intensa. Sin embargo, la trama se entrega en pequeñas dosis, insuficientes para armar un relato sólido. Al terminar, tenía casi las mismas dudas que al empezar la primera misión.
Está claro que durante el desarrollo la jugabilidad recibió más atención que la narrativa. No es necesariamente algo negativo, pero sin duda es un punto que merece analizar con más detalle.
Jugabilidad
Como mencioné antes, la historia no es el fuerte de METAL EDEN, por lo que el verdadero peso recae en la jugabilidad, encargada de mantener al jugador enganchado de principio a fin.
Se trata de un shooter en primera persona, así que lo mejor es comenzar con las armas y su papel en el combate. En total hay siete armas: una por defecto y seis que desbloquearás conforme avances. Tu primera arma tiene munición infinita, aunque funciona con un sistema de sobrecalentamiento. Esto evita que te obsesiones con administrar tus balas, pues siempre tendrás un recurso al que volver en caso de apuro.
Todas las armas se pueden mejorar en tres niveles gracias a tiendas repartidas en los escenarios. Además, las seis armas desbloqueables cuentan con dos disparos secundarios que puedes elegir al mejorarlas, lo que cambia su disparo principal o añade una utilidad distinta. Es un detalle que me gustó bastante, ya que no solo puedes apegarte a tus favoritas durante toda la campaña, sino también personalizarlas para que encajen con tu estilo de juego.
El selector circular de armas permite cambiar tu equipo sin romper demasiado el ritmo: al usarlo, el tiempo se ralentiza, pero el juego nunca se detiene por completo. También puedes alternar rápidamente entre las dos últimas armas seleccionadas con solo pulsar un botón, ideal para no perder el hilo del combate.
Más allá de las armas, entra en juego una mecánica clave: arrancar el CORE de los enemigos debilitados. Al hacerlo, tienes varias opciones:
Lanzarlo como granada.
Consumirlo para entrar en modo Boost durante unos segundos, aumentando el daño de tus armas.
Consumirlo y ejecutar un golpe melee potenciado, que además termina con el modo Boost.
Esta habilidad se puede mejorar para extender su duración, incrementar el daño o aumentar la cantidad de golpes potenciados.
El combate también te exige mantenerte en movimiento: esquivar proyectiles, evitar ataques enemigos y, en muchos casos, el temido vacío. Para ello cuentas con un dash y una mochila propulsora de uso breve, ambos limitados por combustible, aunque su capacidad puede ampliarse.
Existe además una habilidad de concentración, que ralentiza el tiempo durante unos segundos. Personalmente no la encontré demasiado útil, ya que rompe un poco el ritmo frenético del combate. Sus mejoras son escasas, pero seguramente habrá jugadores que disfruten de este estilo más táctico.
En cuanto al diseño de niveles, estos se dividen principalmente en dos tipos:
Recorridos: tramos lineales en los que te desplazas por el mapa, con enfrentamientos ligeros que sirven para practicar la movilidad y conocer nuevos enemigos.
Encuentros: espacios cerrados muy similares a arenas PvP, con pickups que ayudan durante el combate. Aquí las salidas permanecen bloqueadas hasta eliminar varias oleadas de enemigos.
En algunos encuentros aparece el pickup Overdrive, que otorga munición infinita por un tiempo limitado. Es uno de esos momentos en los que simplemente te diviertes soltando ráfagas sin preocuparte por nada más.
Por otro lado, hay un par de secciones en ciertos niveles donde tomas la forma de RumBall, una especie de esfera que se utiliza para atravesar zonas extensas. En este modo cuentas con dos tipos de disparo, pero no se puede mejorar de ninguna forma. Personalmente, me pareció una mecánica prescindible: pudieron haber acortado esos tramos y no se habría perdido nada. O bien, hubiera sido interesante poder mejorar esta forma y darle más protagonismo.
En cuanto a la exploración, el juego es bastante lineal. Aun así, recomiendo desviarte por algunos callejones secundarios, ya que suelen recompensar con mejoras para tus habilidades CORE o con polvo, el recurso que obtienes también al derrotar enemigos y que sirve como moneda para mejorar tus armas.
Gráficos
Al estar desarrollado en Unreal Engine, el apartado gráfico logra un resultado muy atractivo, especialmente en los escenarios de fondo, donde abundan detalles que transmiten la desolación del mundo que estás explorando.
El rendimiento es estable incluso en configuraciones altas, con un nivel de detalle suficiente en las animaciones sin llegar a entorpecer la jugabilidad ni la visibilidad durante los combates.
El diseño de los enemigos resulta bastante llamativo, aunque la mayoría de las veces no tendrás tiempo de contemplarlos: apenas aparecen, lo único que puedes hacer es reaccionar rápido y acabar con ellos antes de que ellos lo hagan contigo.
En cuanto a los mapas de los niveles, aunque lineales, tienen una extensión amplia y se estructuran en espacios relativamente confinados. Esto evita la sensación de vacío o de escenarios innecesarios, logrando que cada tramo tenga un propósito claro dentro de la acción.
Dificultad
El juego ofrece un reto equilibrado, con cuatro niveles de dificultad que van de Fácil a Brutal. En Normal prácticamente no encontrarás grandes obstáculos, ni siquiera contra los jefes. En cambio, en Difícil la cosa cambia: exige más cuidado, coordinación entre tus armas y tu movilidad, lo que en mi caso terminó con varias caídas al vacío por no fijarme bien en dónde pisaba.
No llegué a probar la dificultad Brutal, pero puedo imaginar que está pensada para quienes buscan un desafío mayor y estén dispuestos a invertir varias horas repitiendo encuentros tras incontables muertes.
Contenido
METAL EDEN únicamente ofrece el modo campaña, compuesto por 9 misiones —incluyendo el tutorial—, con una duración aproximada de 6 horas para completar de principio a fin. Para muchos jugadores esto puede sentirse un tanto breve, sobre todo al compararlo con otros shooters que ofrecen modos multijugador o contenido adicional que alarga la experiencia.
El precio de lanzamiento es de $630 pesos mexicanos, que al tipo de cambio actual equivale aproximadamente a 37 dólares. Y aquí es donde entra el debate: ¿vale la pena pagar ese precio por una campaña de 6 horas?
La rejugabilidad se limita a volver a pasar la campaña probando diferentes habilidades o mejoras en las armas, lo cual puede resultar entretenido para quienes disfruten experimentar con la jugabilidad. Sin embargo, más allá de eso, el título no ofrece extras, modos adicionales, ni coleccionables que incentiven a repetir la experiencia.
En este sentido, METAL EDEN se siente más como una experiencia compacta, pensada para disfrutarse intensamente en una sentada o dos, que como un juego al que regresarás una y otra vez. Eso no necesariamente lo hace malo —hay quienes valoramos una campaña corta pero bien ejecutada—, aunque sí puede dejar la sensación de que el precio está un poco por encima de lo que ofrece en términos de contenido.
Lo positivo
El combate en METAL EDEN resulta ágil y entretenido, logrando mantener la atención del jugador durante toda la campaña. A pesar de ser una experiencia compacta, cada enfrentamiento transmite dinamismo gracias al buen diseño de los enemigos y a la respuesta fluida de las armas. En las dificultades más altas, el juego logra encontrar un equilibrio: el reto se siente exigente pero nunca injusto, obligándote a reaccionar con mayor precisión y a planear cada movimiento sin caer en lo absurdo o frustrante.
Un punto fuerte está en la variedad de armas disponibles. Desde las más básicas hasta las más avanzadas, todas tienen un peso real en el combate, y sus respectivas mejoras ofrecen diferentes enfoques que se ajustan al estilo de cada jugador. A esto se suma el sistema de habilidades desbloqueables, que amplía aún más las posibilidades de personalización y te da libertad para decidir si prefieres un estilo de juego más ofensivo, defensivo o equilibrado.
Esta flexibilidad hace que cada partida pueda sentirse ligeramente distinta: algunos jugadores disfrutarán avanzando con armas de gran poder y movilidad reducida, mientras que otros encontrarán satisfacción en combinar disparos rápidos con habilidades de apoyo. El resultado es que el título no se limita a imponer un único camino, sino que te permite moldear la experiencia de acuerdo con tu propio ritmo y preferencias.
Lo negativo
Siendo la campaña el único modo de juego disponible, la historia queda corta en su desarrollo y no logra atrapar del todo. Los personajes carecen de profundidad y sus motivaciones apenas se explican, lo que provoca que resulten poco relevantes dentro de la experiencia general. Esto hace que, a pesar del buen apartado visual y jugable, la narrativa se sienta más como un acompañamiento que como un verdadero motor de la aventura.
Además, hay elementos que dejan entrever que el juego pudo haber tenido planes más ambiciosos en algún momento. Un ejemplo claro es el modo “RumBall”, que aparece restringido a un par de secciones, sin llegar a convertirse en una mecánica recurrente o expandida. Otro caso son las granadas de congelación: su presencia se siente desaprovechada, ya que no interactúan con el resto de las armas ni con otras mecánicas de combate; tampoco existe la opción de mejorarlas ni una explicación narrativa que justifique su inclusión.
Una adición como un “New Game+” hubiera dado mayor valor de rejugabilidad, permitiendo conservar las mejoras adquiridas para afrontar una dificultad más alta o simplemente volver a recorrer la campaña con un nivel de poder mayor, lo que haría que la experiencia resultara más atractiva y duradera.
En cuanto a los niveles, estos mantienen un diseño lineal con ligeras oportunidades de exploración. Dichos desvíos casi siempre llevan a un par de pick ups, que en el mejor de los casos son puntos para mejorar tus habilidades CORE. Sin embargo, muchas de las armas y mejoras se desbloquean recién pasada la mitad de la campaña, lo que hace que, justo cuando empiezas a disfrutar verdaderamente del arsenal, el juego llegue a su fin.
Los espacios de exploración pudieron aprovecharse mejor con logs, notas u otros elementos narrativos que ampliaran la historia y profundizaran en los personajes, sin necesidad de extender demasiado la duración de los niveles. Este tipo de detalles habrían dado más fuerza al universo del juego y enriquecido la inmersión del jugador.
Conclusión
El combate en METAL EDEN es divertido y dinámico, y la corta duración de la campaña evita que la experiencia se vuelva repetitiva o fatigante. Cada enfrentamiento mantiene un buen ritmo, y la combinación de armas, habilidades y movilidad ofrece momentos satisfactorios que hacen que las seis horas aproximadas de juego se sientan intensas.
Sin embargo, al considerar el precio, resulta evidente que el contenido ofrecido es limitado para justificar la inversión. La historia está poco desarrollada, los personajes carecen de profundidad y, al contar únicamente con la campaña como modo de juego, se siente que el potencial del título no está completamente explotado.
Incluir modos adicionales, desafíos o incluso un “New Game+” habría permitido a los jugadores experimentar con distintas combinaciones de habilidades y armas, aumentando la rejugabilidad y haciendo que la inversión se sintiera más equilibrada. Pequeños ajustes en la narrativa o en la exploración también podrían haber sumado valor, dando más contexto a los personajes y al mundo sin extender demasiado la duración de las misiones.
RANK 3.5/5
A pesar de estas limitaciones, METAL EDEN ofrece momentos de acción satisfactorios y un diseño de combate sólido. Si en el futuro el estudio expandiera los modos de juego y permitiera un mayor aprovechamiento de las habilidades, definitivamente estaría dispuesto a subir esa puntuación a 4/5.
¡Nos vemos en la próxima reseña!