Gaming Reviews | Sonic Racing: CrossWorlds

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Cuando hablas de SONIC en tu vida, no es solo mencionar una mascota de videojuegos: es casi como recordar a un amigo que te acompañó en distintas etapas de tu infancia y adolescencia. Creciste con él, lo viste brillar con sus títulos y de alguna forma esos mundos que te regalaba marcaron momentos clave en tu historia personal.

Sonic corriendo a toda velocidad, era la sensación de encender la consola y sentir que un universo entero se desplegaba frente a ti. Era pasar tardes enteras frente a la pantalla, entre risas, frustraciones y esa emoción de superar un nivel que parecía imposible. Era también compartir con amigos, competir, intercambiar trucos y sentir que pertenecías a una generación que entendía ese lenguaje único de los videojuegos.

Con el tiempo, SEGA se volvió más que una marca: una especie de puente con tu niñez. Cada vez que hoy ves su logo o escuchas ese clásico «SEGA!», de inmediato tu mente viaja atrás, a ese niño que soñaba, que jugaba sin preocupaciones y que encontraba en esos mundos pixeleados una forma de escapar y soñar más grande.

Antes de continuar con esta reseña, quiero agradecer a Sega LATAM por el código anticipado otorgado a Frames, que me permite compartir con ustedes mi experiencia con el juego.

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Comenzamos

La gran novedad de Sonic Racing se llama Travel Rings y los CrossWorlds, una mecánica muy vistosa que sucede a la mitad de una carrera tradicional de tres vueltas, al finalizar la primera vuelta, el jugador que va en el primer puesto elige entre dos Travel Rings. Estos portales transportan a todos los corredores al CrossWorld elegido para la vuelta 2. Uno de los anillos puede mostrar qué CrossWorld se va a visitar; el otro suele ser aleatorio, estos nuevos caminos pueden o no formar parte de la copa que estas corriendo. Luego de la vuelta 2, se vuelve al circuito original para la vuelta final, pero con modificaciones: atajos nuevos, rutas aéreas o acuáticas, obstáculos distintos, etc.

También se integra de nuevo la idea de vehículos transformables, para mi uno de los mejores juegos de carreras del erizo, durante puntos específicos del circuito, los vehículos pueden convertirse, por ejemplo, cuando atraviesan agua se vuelven lanchas; en tramos de vuelo, avión, tal cual lo vimos en Sonic & All-Stars Racing Transformed

En cuanto a personalización, Hay aproximadamente 45 vehículos originales desbloqueables. Se pueden combinar partes de diferentes vehículos para personalizar no sólo el aspecto sino también estadísticas, de aquí se tienen diferentes tipos de carros y una patineta, tenemos los vehículos balanceados, pesados y las patinetas que son ligeramente más ligeras, con las modificaciones que le realices aumentan o empeoran sus stats, tocara decidir si lo que buscas es algo bonito y vistoso o funcional y rápido,

Hay más de 70 gadgets o perks que se equipan en slots (ranuras) que proporcionan ventajas pasivas o modifican el estilo de conducción. Algunos gadgets usan varios slots y en un inicio solo tienes 3 espacios, conforme completas carreras se desbloquean, al igual que nuevas habilidades, por ejemplo, puedes crear una mezcla de varios perks que funcionen con los anillos de Sonic, cuando agarres alguno, obtienes un pequeño boost de velocidad, evitar perdida al chocar y por el contrario cada que toques a un contrincante obtienes una cantidad mínima y al mismo tiempo acelerar, muchas muchas combinaciones que cambian la jugabilidad.

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Historia

En Sonic Racing: CrossWorlds no hay un villano que quiera destruir el mundo ni una campaña épica que seguir. La “historia” aquí es más bien una excusa brillante para darle sabor a las carreras: Sonic y sus amigos se enfrentan en un torneo de velocidad que rompe las reglas del espacio y el tiempo.

El concepto es sencillo pero efectivo: tras cada primera vuelta, se abre un Travel Ring que transporta a todos los corredores hacia un “CrossWorld”, una dimensión alterna que transforma por completo la pista. De repente, lo que comenzó en Green Hill puede llevarte a un mundo futurista lleno de neones, a un templo perdido bajo el agua o a un paisaje que parece sacado de otra franquicia. Es como si cada carrera escondiera un portal sorpresa, y ese giro mantiene la emoción viva hasta la última vuelta.

Más que contar una trama con diálogos y giros argumentales, CrossWorlds construye su narrativa a través de la experiencia: la adrenalina de no saber qué mundo te espera en la siguiente curva, la sorpresa de ver cómo cambia el terreno bajo tus ruedas y la sensación de que estás compitiendo en un torneo interdimensional donde todo es posible.

Al final, la historia de Sonic Racing: CrossWorlds está en las pistas mismas. No es un relato lineal, es un viaje de mundos entrelazados que convierten cada carrera en una pequeña aventura, haciendo que competir no sea solo cuestión de velocidad, sino de adaptación, sorpresa y espectáculo visual.

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Jugabilidad

CrossWords invita a que juegues una partida tras otras, hay muchas cosas que desbloquear y personalizar tus vehículos tanto en estética como en stats, y para ello tiene diferentes modos de juego, el clásico por copa que consta de 4 carreras, las primeras 3 en mapas únicos y el cuarto una mezcla de estos, aquí se tiene un adición especial, competir directamente contra un personaje aleatorio con una dificultad mayor, por lo que ahora no solo tienes que ganar la copa, también ganarle a un personaje que te la pondrá difícil.

Otro de los modos es Race Park, en su mayoría son partidas en equipo muy ingeniosos, ya sea en 2 ó 3 equipos, se tienen diferentes misiones para ganar, como por ejemplo conseguir la mayor cantidad de anillos, usar objetos, chocar entre el equipo y así obtener un mega acelerón, al final se premia por posición y por el cumplimiento de los objetivos, al lograr cierta cantidad de carreras se te otorgaran piezas para personalizar tu vehículo. Time Trial, modo para medir tiempos en pistas, competir contra los “Ghosts” (fantasmas) propios u otros jugadores, enfocado en lograr los mejores tiempos y subir en tablas de récords.

Los ítems desempeñan un papel clave en la dinámica de las carreras. Existen proyectiles, trampas, potenciadores de velocidad, escudos defensivos y habilidades que alteran el entorno. Algunos circuitos incluso cuentan con obstáculos dinámicos, como plataformas móviles y trampas activadas por los rivales. Todo esto genera un caos controlado que mantiene cada vuelta emocionante, aunque en ocasiones puede resultar frustrante cuando un ítem aleatorio arruina una ventaja obtenida con habilidad.

En cuanto a personajes, el juego arranca con 23 pilotos jugables más uno desbloqueable. Aún no contamos con el roster completo, así que habrá que esperar la llegada de los invitados de otras franquicias de SEGA, como Ichiban Kasuga (Like a Dragon), Joker (Persona 5), Steve (Minecraft), Hatsune Miku, entre otros. La expectativa por verlos en acción es enorme.

CrossWorlds soporta modo local (hasta 4 jugadores en pantalla dividida), modo en línea (hasta el momento no hemos podido probarlo, esperaremos a su lanzamiento) y el modo individual, tiene dos modos gráficos, el de rendimiento que va muy bien, pero sacrifica lo vistoso, y el modo calidad de imagen. que agrega ray tracing y luce espectacular, pero al menos en el PlayStation normal sufre al cambiar de mundo, no afecta la jugabilidad, pero se ve extraño, será cosa de ver como va en otras consolas.

Gráficos

Los gráficos juegan un papel fundamental para sumergirnos en la experiencia. Desde el primer momento, el juego transmite frescura y dinamismo: los escenarios son coloridos, llenos de detalles y con ese toque cool que siempre ha caracterizado al universo de Sonic desde que vio a la luz en aquel lejano siglo pasado.

Las pistas son coloridas, variadas y visualmente muy trabajadas. Hay 24 circuitos distintos de base, y 15 CrossWorlds (los mundos alternativos para la segunda vuelta). Algunos niveles conocidos que hemos jugado como Ocean View, inspirado en clásicos de Sonic como Seaside Hill, con islas, bordes al borde del agua y secciones que combinan elementos marinos, son una belleza en cualquiera de los modos gráficos, ademas de que son bastante nostálgicos.

Los personajes lucen con modelos bien definidos, manteniendo su esencia clásica pero con un pulido moderno que se ve natural en esta nueva propuesta. Los efectos de velocidad, partículas y derrapes le dan a cada carrera un aire cinematográfico sin perder la fluidez. No es un título que apueste por el realismo, sino por la energía y el estilo: colores intensos, contrastes brillantes y una animación que refuerza esa sensación de vértigo que esperas en un juego de carreras de Sonic.

En cuanto al diseño, se aprecia que SEGA y Sonic Team apuestan por la espectacularidad con efectos ambientales, secciones transformables, caminos que cambian en la última vuelta, atajos ocultos, etc. En algunos casos eso puede sentirse recargado, al punto de distraer o sentirse demasiado visualmente, pero por lo general aporta mucho a sentir que exploras un mundo en constante cambio.

Dificultad 

En Sonic Racing: CrossWorlds la dificultad está pensada para enganchar tanto a jugadores nuevos como a quienes buscan un verdadero reto. Al inicio parece sencillo: avanzas sin demasiada presión y las primeras carreras te permiten adaptarte rápido. Pero conforme el juego avanza, la exigencia aumenta: los rivales se vuelven más agresivos, las curvas más cerradas y la necesidad de coordinarte con tu equipo se vuelve esencial.

Algo que me pasó fue que no sabía cómo dominar el derrape. Estaba tan acostumbrado a otros estilos de juegos de carreras que más de una vez terminé perdiendo el control y estrellándome de lleno contra las paredes. En ese punto, la frustración me acompañó más de una carrera, pero también fue lo que me motivó a seguir. Y cuando al fin logras ese derrape perfecto que te catapulta con un turbo, sientes que valió la pena cada error.

Ese aprendizaje es parte de la esencia del juego: no basta con apretar botones o confiar en la velocidad, hay que tener paciencia, adaptarse al ritmo que propone y entender que cada error es parte de la experiencia. La dificultad en CrossWorlds no busca castigarte, sino empujarte a mejorar y a disfrutar cada momento, entre el caos de colores, poderes y esa adrenalina tan propia del universo de Sonic.

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Contenido

Algo que me gustó mucho de Sonic Racing: CrossWorlds es que no se queda solo en el clásico “elige un personaje y corre”. El juego trae un buen repertorio de contenido que hace que cada rato frente a la pantalla se sienta distinto. Tienes el modo historia, que es la columna vertebral y te va llevando por todo este concepto del “CrossWorlds”, pero también están las clásicas carreras rápidas para cuando solo quieres lanzarte a la pista sin complicaciones.

El multijugador es, sin duda, el alma de la experiencia. Puedes correr en línea o con amigos, y es ahí donde la diversión explota: entre risas, choques accidentales y esa sensación de querer ser el héroe del equipo. Además, el sistema por equipos no solo es un detalle bonito, cambia totalmente la dinámica de las partidas, porque no solo piensas en tu victoria personal, sino en cómo ayudar a que todos crucen la meta.

También hay desafíos y modos extras que sirven como respiro de las carreras tradicionales. Son ese tipo de añadidos que quizá no parecen tan importantes al inicio, pero que terminan siendo el espacio perfecto para mejorar tus habilidades o simplemente pasar un buen rato sin presión. Y lo mejor es que todo está acompañado de un sistema de recompensas y desbloqueables que le dan ese gancho extra para seguir jugando una y otra vez.

El apartado sonoro té mantiene acelerados con efectos adecuados para velocidad, choques, ítems, transformaciones, ambiente de carrera. La música acompaña bien; algunos temas recuerdan entornos clásicos de Sonic, otros están hechos para enfatizar tensión o espectáculo.

Lo positivo

Lo mejor de Sonic Racing: CrossWorlds es la forma en que logra combinar innovación y tradición. El sistema de CrossWorlds introduce variedad y emoción sin complicar las mecánicas básicas, consiguiendo que cada carrera se sienta distinta y mantenga a los jugadores atentos en todo momento. También destaca la amplitud de opciones: vehículos, gadgets y modos de juego que permiten a cada usuario adaptar la experiencia a su gusto. Tanto quienes buscan partidas rápidas como los que prefieren experimentar con configuraciones más complejas encontrarán algo que los enganche. A esto se suma la posibilidad de personalizar los vehículos hasta el mínimo detalle, lo cual refuerza la identidad de cada jugador y añade un toque competitivo muy atractivo. El multijugador, tanto en línea como local, termina siendo otro de los grandes pilares: competir con amigos en el mismo sofá o contra rivales de todo el mundo extiende la vida útil del juego y fomenta comunidad.

Lo negativo

Por supuesto, no todo es perfecto. El caos que lo caracteriza y le da dinamismo a las carreras, a veces juega en su contra. Hay momentos en los que la cantidad de ítems, obstáculos y efectos visuales puede resultar excesiva, dificultando la lectura de la pista y afectando la precisión. Esto puede llegar a frustrar a quienes buscan un estilo más técnico o limpio. El balance entre vehículos y gadgets también necesita ajustes: algunas combinaciones parecen demasiado poderosas mientras que otras no ofrecen ventajas reales, lo que, de no corregirse, podría limitar el meta a futuro. Otro aspecto discutible es la dependencia del contenido adicional. Si bien el juego base ofrece bastante material, la promesa de expansiones y personajes extra puede dar la impresión de que la experiencia completa se encuentra fragmentada.

Conclusión

Sonic Racing: CrossWorlds se siente como un soplo de aire fresco para los juegos de carreras de Sonic. Recoge lo mejor de las entregas pasadas —las transformaciones, el Extreme Gear, la velocidad, el estilo— y lo combina con novedades que realmente le dan vida al juego, sobre todo los Travel Rings y el concepto de CrossWorlds. Esa mezcla logra que cada carrera no sea solo un circuito más, sino una experiencia impredecible y divertida que mantiene la adrenalina en todo momento.

La personalización profunda, la gran cantidad de vehículos, gadgets y opciones para ajustar la jugabilidad le dan un potencial enorme. No importa si quieres simplemente pasar un buen rato de manera casual o si quieres exprimir cada detalle para optimizar tus carreras y competir al máximo nivel: el juego se adapta a ambos perfiles. Y el roster de pilotos, con invitados externos incluidos, junto a la variedad de modos y la localización, refuerzan la sensación de que estamos frente a un título completo, pensado para quedarse.

Si los modos online mantienen estabilidad, si el contenido post-lanzamiento —DLCs y personajes extra— se maneja bien, y si los últimos ajustes pulen algunos detalles de balance, Sonic Racing: CrossWorlds tiene todo lo necesario para ser uno de los mejores juegos de kart racing del año. Tal vez no revolucione el género, pero logra algo igual de valioso: divertir, sorprender y enganchar, mientras sientes la velocidad correr por tus venas. Es un juego altamente recomendable para fans de Sonic, para quienes disfrutan la personalización y la velocidad, y para quienes buscan algo más que simplemente dar vueltas y lanzar ítems.

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RANK 4.5/5

Nos vemos en la siguiente aventura mi querido Erizo Azul. 

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