Cada país tiene una cultura asombrosa, ya sea en lo gastronómico —¿a quién no le gusta probar comida extranjera o presumir la nacional?—, en la vestimenta, que evoluciona con cada generación, o incluso en la tecnología que la gente ha ido adquiriendo. Pero hay un país que, además de combinar grandes cualidades en muchas categorías, también logra destacarse en el combate: ya sea por el diseño de sus armas tan peculiares, su estilo de batalla o la apariencia de sus guerreros. Esto es algo que los videojuegos han sabido aprovechar, con tantos RPGs inspirados en el Japón feudal, o incluso con personajes individuales que reúnen todas estas características. También se nos muestra su arquitectura real o adaptaciones de la misma en los distintos mundos fantásticos que se construyen a partir de estas raíces.
Wild Hearts se muestra orgulloso de estas influencias y logra construir un mundo que respeta la cultura mientras crea un cazabestias que combina elementos del mundo real para formar su propia identidad.
Antes de continuar con esta reseña, quisiera agradecer a Koei Tecmo, quienes nos proporcionaron el código para Nintendo Switch 2 para poder realizarla.
Comenzamos
Wild Hearts fue lanzado originalmente en 2023, desarrollado por Omega Force y Koei Tecmo, y publicado bajo el sello de EA Originals, con la promesa de recibir contenido constante durante un tiempo. Un año después, recibió su última actualización y, ahora, en 2025, llega la versión S para Nintendo Switch 2, que incluye todo el contenido que recibió la versión original, junto con algunos ajustes destinados a mejorar la experiencia de juego. En esta ocasión, sin embargo, el título es publicado únicamente por Koei Tecmo.
Historia
En un mundo fantástico llamado Azuma, cuyas raíces japonesas son evidentes en las armas, criaturas, vestimenta y arquitectura, la humanidad enfrenta una amenaza constante. Las bestias conocidas como Kemono están imbuidas de una fuerza natural descomunal y aterrorizan a las civilizaciones cercanas. En medio de este caos, el protagonista —un cazabestias que utiliza el Karakuri, unas habilidades ancestrales que se pueden invocar en cualquier momento incluso durante el combate— se convierte en la última esperanza del asentamiento humano de Minato, que lucha por sobrevivir ante el avance de los Kemono.
Este cazabestias será clave en el desarrollo de la civilización, pero también necesitará aliados para descubrir, dominar y perfeccionar el uso del Karakuri.
Si bien la historia principal funciona más como una excusa para llevarnos directo a la acción, el juego también ofrece personajes secundarios interesantes, cuyo trasfondo se desarrolla a través de documentos coleccionables y misiones secundarias, agregando profundidad al mundo y sus habitantes.
Jugabilidad
Cada misión comienza mucho antes de cazar a la bestia. Lo primordial será prepararse para el encuentro: elegir el arma adecuada, mejorarla con los materiales que tengamos disponibles, así como ajustar la armadura para protegernos de los ataques enemigos.
También será necesario explorar los entornos, acabar con enemigos menores para obtener comida, activar las mejoras de las venas de dragón y entablar amistad con los Tsukumo, pequeñas criaturas que nos ayudarán durante el combate.
Cuando estemos listos para iniciar la cacería, tendremos la opción —desde la fogata— de comenzarla en solitario o en equipo, gracias a la conexión en línea. Independientemente de la elección, en ese momento inicia la verdadera caza. Para tener éxito, será fundamental usar las habilidades Karakuri, que nos ofrecen múltiples herramientas:
Instalar campamentos para revivir en puntos estratégicos del mapa. Los Karakuris para movimiento serán ideales para sortear obstáculos, como paredes, de forma sencilla. En el combate, los Karakuris nos ayudarán a evadir ataques enemigos o a responder con fuerza. También contamos con torres de cacería, las cuales nos ayudarán a localizar a los Kemono. Y, por supuesto, es importante comer antes del combate para aumentar nuestras estadísticas y tener ventaja desde el inicio.
Además de los Karakuris básicos, también contaremos con los Karakuris fusionados, que combinan Karakuris básicos, y los Karakuris dragón, que son armas o estructuras muy poderosas, pero con un uso limitado durante el combate.
Armas disponibles
En combate, haremos uso de una de las ocho armas disponibles para el jugador, cada una con un estilo único:
- Katana: El arma principal. Rápida, ágil y con buen balance entre velocidad y poder.
- Nodachi: Una espada más grande y pesada, ideal para ataques devastadores.
- Arco: Arma de largo alcance, excelente para hacer daño desde posiciones seguras.
- Mazo: Potente y rápido, pero requiere estar muy cerca del enemigo debido a su corto alcance.
- Parasol: Versátil, permite combinar ataques ofensivos con una postura defensiva que, si se activa en el momento justo, permite contraatacar.
- Cañón: Arma de distancia que dispara poderosos proyectiles.
- Hoja: Ligera y ágil; aunque no muy poderosa, permite mucha movilidad en combate.
- Báculo: Una de las armas más complejas, ya que puede cambiar de forma durante el combate, adaptándose a distintas situaciones.
Derrotar a los Kemono nos proporciona ingredientes esenciales para mejorar nuestras armas y armaduras, así como recompensas que serán clave para progresar en las misiones.
Gráficos
Si comparamos Wild Hearts con la entrega más reciente de Monster Hunter, e incluso con la anterior disponible en una consola como Nintendo Switch, creo que sale perdiendo en varios apartados. El rendimiento, si bien ha mejorado respecto a su versión original, no está al nivel óptimo que se esperaría de una edición completa, lanzada dos años después del estreno inicial.
Más allá del aspecto técnico, el diseño de personajes y Kemono no logra superar lo que ofrece Monster Hunter Wilds. En comparación con Rise, sin embargo, Wild Hearts tiene algunos puntos fuertes: el diseño de los Kemono y los vestuarios destacan gracias a su estética fuertemente inspirada en el Japón feudal, lo que le da mucha personalidad. Las bestias, al estar fusionadas con elementos naturales, también sobresalen visualmente, aunque pierden algo de originalidad al inspirarse demasiado en animales reales, sin arriesgarse a proponer formas más fantásticas o inesperadas.
En cuanto a los escenarios, hay ciertas mejoras notables: las zonas son grandes, variadas y ofrecen una buena dosis de exploración. Sin embargo, el juego no llega a ofrecer un mundo abierto real, ya que es necesario viajar en barco para acceder a cada una de las cinco regiones disponibles, lo que fragmenta un poco la experiencia de exploración.
Dificultad
Wild Hearts es un juego bastante accesible al inicio, especialmente para quienes ya vienen de otros títulos de acción. El sistema de combate resulta fácil de entender y experimentar, y la recolección y gestión de recursos para la recuperación es más intuitiva que en otros juegos similares.
Sin embargo, a medida que se avanza, la dificultad escala de forma considerable. Los enemigos no solo se vuelven más veloces y agresivos, sino que también presentan mecánicas más complejas que requieren un conocimiento más profundo del sistema de combate.
Será clave aprender las habilidades y combos de cada arma, así como entender qué combinaciones de Karakuri son más efectivas según el tipo de Kemono. Saber cuándo y cómo usarlas marcará la diferencia entre una victoria ajustada y una derrota rápida.
Además, dominar cada una de las ocho armas implica niveles de dificultad muy distintos. No es lo mismo usar una katana o un cañón, que cuentan con ataques y combos sencillos, que enfrentarse al reto de armas como el Nodachi o el mazo, que, al ser más lentas, obligan a acercarse mucho al enemigo y asumir más riesgos. También están el parasol y el báculo, que requieren precisión, ritmo y conocimiento del sistema, lo cual los convierte en opciones más técnicas y exigentes.
Contenido
Tendremos un total de más de 20 Kemono para derrotar, distribuidos en cinco regiones distintas, además de Minato, que funciona como el lugar de descanso, gestión y encuentro, donde podemos prepararnos y agruparnos antes de salir a cazar.
El juego ofrece ocho armas diferentes, cada una con su propio árbol de mejoras, lo que permite una personalización profunda del estilo de combate. También encontraremos armaduras con estilos inspirados en cada uno de los Kemono que enfrentamos, y estas contarán con dos versiones: una con características Kemono y otra con atributos más humanos, lo que nos permitirá elegir según el tipo de beneficio que queramos potenciar.
La experiencia principal tiene una duración aproximada de 40 horas, pero si decides completar las misiones secundarias, alcanzar todos los objetivos opcionales y jugar en línea con amigos, la duración fácilmente puede superar las 100 horas.
Aunque no se trata del juego más largo ni con más contenido dentro del género, Wild Hearts se siente como una experiencia más contenida y enfocada, ideal para quienes buscan una propuesta que no demande cientos de horas para disfrutarla al máximo.
Lo positivo
Aunque Wild Hearts no alcanza el mismo nivel de contenido que otras entregas del género en cuanto a la cantidad de armas, el apartado de combate me pareció, en lo personal, mucho más divertido. Si bien cada arma tiene sus propias fortalezas, la mayoría se sienten más ágiles y dinámicas, al punto de acercarse en ocasiones a un estilo de hack and slash, sin dejar de lado la estrategia y el ritmo pausado típico de los juegos de cacería.
Uno de los aspectos que más destaco es que la barrera de entrada para nuevos jugadores es mucho más amigable. Recuerdo que cuando tuve mi primer contacto con Monster Hunter, incluso con ayuda de amigos, me costó entender las mecánicas de combate, el uso del mapa, la evolución de armas, entre otros sistemas. En cambio, Wild Hearts introduce sus mecánicas de manera gradual y da espacio para que el jugador explore y descubra por sí mismo.
Las primeras cinco horas no solo sirven para presentar personajes y avanzar en la historia principal, sino que también funcionan como un tutorial progresivo de las habilidades Karakuri, enseñándote una por una, con suficiente tiempo para que entiendas cómo usarlas tanto en combate como en la exploración del mapa.
Al principio pensé que me haría falta algún tipo de montura para moverme con mayor velocidad, ya que al desmayarse el personaje solo podía regresar al campamento inicial. Sin embargo, descubrí rápidamente que el juego ofrece múltiples opciones de movilidad, como tirolesas para escalar muros, trampolines o cajas resorte que facilitan el desplazamiento. Además, la posibilidad de instalar campamentos en casi cualquier punto del mapa hace que la experiencia sea mucho más ágil y menos tediosa de lo que imaginaba.
Lo negativo
A pesar de que han pasado dos años desde el lanzamiento original, el rendimiento del juego sigue siendo bastante cuestionable. Hay un exceso de popping (aparición repentina de elementos del entorno), y tanto en los combates como en la exploración, esto puede volverse molesto a la vista. No sé qué tienen los juegos con el nombre Wild, pero parece que comparten este tipo de problemas técnicos.
Aunque el contenido base es suficiente para una experiencia completa, no se han prometido más actualizaciones para esta versión. Por lo tanto, si esperas un juego con soporte a largo plazo, estilo live service, con nuevos contenidos cada ciertos meses para revitalizar la experiencia, probablemente te lleves una decepción. Esta falta de soporte futuro también puede hacer que más de un jugador se lo piense dos veces antes de comprar esta versión.
El uso de Karakuri es sin duda uno de los puntos más divertidos del juego, y se expande conforme avanzamos. Sin embargo, se nota que algunas zonas del mapa no están realmente diseñadas para ser exploradas a fondo. Aunque no es algo grave, puede generar la sensación de que ciertos espacios están desaprovechados o incompletos, afectando ligeramente la inmersión.
Conclusión
Aunque Wild Hearts S no se encuentra en el estado más óptimo que podría alcanzar, ya sea en rendimiento o contenido, creo que tomó una decisión muy inteligente al lanzarse en Nintendo Switch 2 con todo el contenido disponible desde el primer día. Actualmente, no existe una propuesta similar dentro del género en esta consola, y es probable que tarde un tiempo en llegar.
No se trata solo de rellenar el catálogo; esta versión representa una nueva oportunidad para que el proyecto brille y que más jugadores descubran que Wild Hearts no es simplemente una copia más, sino que aporta ideas propias y frescas que complementan de manera interesante una fórmula ya exitosa.
RANK 4/5
Una experiencia solo para corazones salvajes.
