17 de abril, 2025

Hace tiempo que vivo enamorado de Milla Jovovich; desde que la vi en «El Regreso a la Laguna Azul» siendo yo un puberto, me quedé prendido de su presencia en pantalla. Ella es, sin duda, una de las razones por las que creo que la década de los noventas fue tan especial y marcó a tantas generaciones. Verla al lado de Bruce Willis en «El Quinto Elemento» fue inolvidable, y sus películas de Resident Evil (sí, soy de las pocas personas que piensan que valen la pena) me convencen de que no podía perderme la oportunidad de verla brillar de nuevo en el cine.

Antes de continuar con esta reseña, quisiera agradecer a Diamond Films México por la invitación al equipo de Frames a la función, lo que me permite traerles esta opinión.

Pero también debo admitir que nunca fui fan de Game of Thrones; ni me dejé llevar por el fervor de la serie o las novelas, y sinceramente, considero que no conecto con esa historia de George R. R. Martin. Sin embargo, cuando se trata de un proyecto que lleva el legado de un autor tan reconocido, pensé que debía darle una oportunidad, y la experiencia, aunque imperfecta en ocasiones, resulta bastante interesante.

Si andas buscando una película que combine magia, aventuras y un toque de locura épica, “Tierras Perdidas” te ofrece justamente eso. La cinta se pinta como una historia casi escrita con el humor ácido de alguien que ya había probado las mil aventuras nocturnas, pero llevada a la pantalla con un estilo visual impresionante y mucha actitud.

La trama se sitúa en un futuro distópico donde la Tierra ha caído en la barbarie y la ruina. En este escenario caótico, Gray Alys (Milla Jovovich) es una bruja perseguida por la ley y la religión, que se embarca en una misión peligrosa para cumplir el deseo secreto de una ambiciosa reina, quien anhela transformarse en una criatura cambiaformas. Para lograrlo, Alys se une a Boyce (Dave Bautista), un robusto compañero que la guía fuera de la ciudad hacia terrenos olvidados por los humanos. Lo que sigue es una mezcla de persecuciones, traiciones, rituales oscuros y batallas épicas, que le da a la cinta ese toque caótico y fascinante.

Milla Jovovich luce radiante  (como siempre) interpretando a Gray Alys, destilando fuerza y melancolía en cada escena. Por su parte, Boyce, su compañero musculoso y enigmático le añade ese toque de testosterona y de viejo que ya se las sabe todas que nunca debe faltar a la película, y puedo decir que la química entre ambos es el motor del film, aportando una mezcla de rudeza y sensibilidad a cada enfrentamiento.