Cine Reviews | Kaiju No. 8: Misión Reconocimiento

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10 de abril, 2025

Fui al cine esperando un resumen bonito, como esos que te sirven de recuerdo para calentar motores antes de lo bueno. Pero no. Kaiju No. 8: Misión de Reconocimiento no vino a recordarte lo que ya viste… vino a hacerlo explotar. Y lo hizo con estilo, con alma, con ese tipo de energía que no solo se ve: se siente.

Antes de comenzar quiero agradecer a Crunchyroll LATAM y Sony Pictures México por invitar a la redacción de Frames a ver esta película.

Desde el primer minuto te das cuenta de que esto no es cualquier recopilación. Aquí no hay relleno, no hay escenas metidas a la fuerza, no hay esa flojera de «vamos a sacar dinero fácil del fandom». No. Esta película tiene hambre. Tiene ganas de rugir. Y ruge fuerte. La animación me encantó. Production I.G. y Studio Khara se lucen con un trabajo que respeta al manga, al anime, y que además se da el lujo de subirle el volumen a todo: a las emociones, a los combates, a la tensión.

Kafka Hibino, el protagonista, brilla no porque sea invencible, sino porque se rompe. Porque duda. Porque carga con el miedo de no estar a la altura, pero aún así se lanza al ruedo. No quiere ser un héroe perfecto, quiere ser útil. Y eso lo hace más real, más humano, más nuestro. En un mundo lleno de monstruos gigantes, él también lo es… pero uno que eligió pelear del lado correcto.

Y luego llega esa joyita: el episodio extra centrado en Hoshina. Esa parte es como un respiro, pero no para relajarte, sino para clavarte una daga emocional directa al pecho. Ahí entiendes que los verdaderos monstruos no siempre tienen garras, a veces están en uno mismo. Y Hoshina, sin decir mucho, te lo deja clarito. Es una escena que pesa. Que te deja pensando. Que te hace voltear a ver a todos esos personajes que pensabas que eran de relleno… y decir «no, ellos también están cargando algo».

La película termina, pero no se apaga. No es de esas que se olvidan al salir de la sala. Se te queda dando vueltas en la cabeza. No por lo que cuenta, sino por cómo te lo cuenta. Por el ritmo, la música, la manera en la que cada rugido, cada golpe, cada mirada tiene intención. Esta cinta no vino a verte… vino a atravesarte.

Kaiju No. 8: Misión de Reconocimiento no es un cierre, es una promesa. Es el aviso de que lo que viene va a estar más intenso, más crudo, más grande. Y si esto fue apenas la misión previa… agárrense para lo que viene. Porque el verdadero kaiju todavía está despertando.

🔥 No necesitas ser el más fuerte para pelear por lo que amas. Sólo necesitas tener el corazón bien puesto y no darte por vencido  cuando el mundo tiembla.

Vívela en cinépolis 🍿

Dios Gokú

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