Gaming Reviews | Monster Hunter Wilds

13 de marzo, 2025
Mi historia con Monster Hunter comienza cuando tuve la oportunidad de probar Monster Hunter Generations Ultimate, el port para Switch que incluye todo el contenido de la versión original Generations de Nintendo 3DS. Lo compré en una oferta bastante generosa hace años, antes del estreno de Rise. Lamentablemente, como muchos de los juegos que compro en oferta, nunca lo probé. Aunque me cueste admitirlo, fue por falta de interés y por la desidia de comenzar una saga que ya lleva tantos años vigente. Además, siempre supe que los juegos de Monster Hunter consumen mucho tiempo. Ya saben, los «elitistas» presumen que su juego les hizo perder 1000 horas de su vida y lo celebran como el mayor logro que puede alcanzar un equipo de desarrollo (y yo también soy así cuando hablo de mis franquicias favoritas).
Así que no me adentré en la saga hasta el lanzamiento de Rise, y fue todo lo que esperaba: un sistema complejo de entender y, por supuesto, de dominar, con muchos menús, tutoriales y un gran enfoque en el multijugador. Y es que este último fue lo que me trajo y me mantuvo jugando más tiempo del que lo hubiera hecho solo. Para mí, era perfecto porque, al estar solo, era el blanco de las golpizas; y en compañía, también, pero podía tomar algo de distancia de vez en cuando para curarme.
Tardé mucho en adaptarme al combate y no probé más allá del arma con la que comencé. ¡Gran error! La fortaleza de Monster Hunter siempre ha sido la flexibilidad que ofrece al jugador, pero yo no lo sabía. Ahora, con Wilds, entiendo muchas cosas que no intenté explorar en Rise, como el uso de diferentes tipos de armas, prepararse para infringir y resistir estados elementales, utilizar el gran abanico disponible de combos y bloqueos, etc.
Agradezco esta nueva oportunidad de experimentar la saga, no solo centrándome en el aspecto multijugador (que, sin duda, es muy entretenido), sino también explorando, investigando y equivocándome por mí mismo antes de compartir la experiencia con otros.
Antes de continuar, me gustaría agradecer a Capcom Latam por la copia del juego que nos proporcionó al equipo de Frames, lo que me permite escribir esta reseña para todos ustedes.


Comenzamos
Monster Hunter Wilds es la sexta entrega principal de la saga, creada y desarrollada por Capcom desde 2004 hasta la actualidad. A lo largo de estos años, no solo ha habido iteraciones frecuentes, sino también spin-offs que han expandido el tipo de jugabilidad y las historias que pueden contarse. Después del lanzamiento de Monster Hunter World, allá por 2017, se podría decir que Monster Hunter se volvió mainstream, al menos para el público occidental. Esto ha fortalecido el lanzamiento simultáneo de títulos para todo el mundo, las novedades que incluyen para atraer a más público y la escala y calidad a la que se ha expandido el contenido.
En esta reseña, me gustaría compartir cuáles creo que son los aciertos de este gran paso que da la saga, que ya tiene 20 años de antigüedad, y revisar cuáles serían los puntos a mejorar en su más que inevitable expansión o en futuras entregas.
Especificaciones:
🖥️ Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 4060
⚙️ Procesador: AMD Ryzen 9 5900X
🧠 RAM: 32GB
💾 Almacenamiento: 2TB SSD M.2
❄️ Refrigeración: Disipador por aire


Historia
Esta historia comienza con Nata, acompañado de Tasheen, quien posteriormente descubrimos que es su tutor tras la muerte de su padre. Ambos son perseguidos por un monstruo conocido como «El Espectro Blanco». En un intento desesperado por proteger a Nata, Tasheen lo oculta detrás de un pasadizo, pero al no tener más opciones, Nata decide continuar su camino para buscar ayuda.
Por otro lado, tenemos al equipo de la Unidad Avis, conformado por el protagonista, el genérico cazador (un personaje típico que aparece en cada juego de la saga creado por nosotros), aunque esta vez tendrá doblaje y su voz se escuchará en las cinemáticas y diálogos importantes. Segundo, y aún más importante que el protagonista, tenemos al adorable Felyne (o «pálico» para los veteranos), un fiel acompañante que nos ayudará en la batalla con curaciones de salud y de estados, combate y, además, actuará como distracción para los imponentes monstruos. A continuación, tenemos a Alma, quien será el alma del equipo – ba dum tss – y siempre nos acompañará en las misiones, montada en su Seikret, proporcionándonos información importante. Además, será con ella con quien iniciaremos las misiones, ya sea en solitario o en multijugador. Y por último, pero no menos importante, está Gemma, la herrera, quien siempre estará disponible para forjar o mejorar nuestro equipo en cualquier momento que lo necesitemos.
Este increíble equipo se encontrará con un Nata moribundo, recostado en la arena de las tierras prohibidas, donde estaban destinados a realizar una exploración de investigación. Nata les narrará lo que recuerda: proviene de un poblado conocido como Los Protectores, y a diferencia de los cazadores convencionales, no hacen uso ni tienen conocimiento de armas para combatir a los monstruos. Por lo tanto, haber visto uno fue una experiencia sorpresiva y traumática para Nata.
Tras rescatar a Nata, no habrá tiempo para descansar, ya que se nos presentan nuevos personajes en las Llanuras de Barlovento: Y’sai y su hermana, quienes están en peligro y perseguidos por una estampida de monstruos mientras escapan sobre sus Seikrets, criaturas endémicas del poblado de Kunafa. Al rescatarlos y avanzar un poco más en la historia, obtendremos lo necesario para seguir a nuestro ritmo, ya sea participando en las misiones principales o en las cacerías multijugador.
La historia avanza rápidamente y fácilmente podría simplificarse en descubrir nuevas zonas, como el Bosque Escarlata o la Cuenca de Pozos Petroleros, y nuevos poblados como los de Azuz, Sild o los Wudwud. Además, encontraremos nuevos aliados como la Unidad Astrum, Rante o los Protectores, quienes nos ayudarán con sus conocimientos y materiales para mejorar nuestro armamento.


Jugabilidad
La forma de avanzar en este juego de acción y aventura puede ser tan sencilla o tan compleja como el jugador desee. Bueno, tan sencilla no, ya que no estamos hablando de un point and click. A medida que avanzas y los monstruos se vuelven más fuertes, es probable que desees profundizar en las armas que tienes a tu disposición, conseguir los materiales necesarios para fabricarlas y comparar qué elementos serán más efectivos contra qué monstruo.
Empecemos por el principio. El juego ofrece 14 armas para elegir, cada una con movimientos y estilos diferentes. Algunas están enfocadas en la movilidad, mientras que otras priorizan la defensa. Probar cada una de ellas será una recompensa, ya que el juego se adapta a lo que mejor le convenga al jugador. Por ahí dicen que Monster Hunter puede convertirse en un hack and slash o en un soulslike, y tienen mucha razón. Existen armas muy ágiles con las que es fácil esquivar y reposicionarse para evadir un ataque, y otras más pesadas que requieren precisión, pero recompensan con un gran poder de ataque.
Es claro que tampoco podemos olvidarnos del fiel Felyne. Siempre listo para ayudarnos cuando sea necesario, es un NPC que colabora con nosotros de distintas formas. Nos puede curar, atraer al monstruo para que podamos asestar un golpe mientras no nos observa, curar algunos estados alterados que pueden complicar una pelea y darnos consejos a mitad de la batalla.
Y como cereza del pastel, tenemos la adición del Seikret, que reemplaza al Canyne de Monster Hunter Rise. Esta montura nos ayudará en más de una situación. Para la exploración, es de gran ayuda gracias a su rastreo automático, el cual se puede desactivar si prefieres no utilizarlo y explorar por tu cuenta el mapa. En cuanto a las misiones de cacería, es invaluable: puede salvarte de un aprieto cuando necesitas tiempo para curarte, cambiar munición, afilar tu arma o simplemente para acercarte o alejarte del objetivo con menos riesgo.


Gráficos
El salto gráfico que ofrece esta entrega es difícil de comparar con Rise. Se nota que este juego fue pensado para la «nueva» generación de consolas, que ni tan nueva porque lleva 5 años en el mercado, por lo que ofrece un salto considerable a la ultima entrega. No puedo hablar por los usuarios de consolas, pero en PC existe una amplia personalización, y dependerá del equipo que utilices para sacar el máximo provecho a las características visuales.
El juego no solo mejora en calidad, sino también en cantidad. Ya no contamos con una sola base desde donde se trasladan a los jugadores a las misiones, como en Rise. En esta ocasión, la base está integrada en cada uno de los mapas, por lo que cada vez que se inicie una misión no habrá tiempos de carga, siempre y cuando no se utilice el viaje rápido, claro.
Lo que es aún más importante: las zonas son mucho más grandes, con más monstruos apareciendo al mismo tiempo. Además, se podrá explorar el área e iniciar combates sin necesidad de comenzar una misión.
Si bien esto es un acierto, es probable que decepcione un poco a aquellos que esperaban un mundo abierto. Las zonas son más grandes, pero no creo que el juego entre en esa categoría aún, ya que para desbloquear un nuevo ecosistema es necesario avanzar en la historia, además de recorrer un pequeño tramo que generalmente incluye una cinemática o un combate.


Dificultad
No soy la persona más indicada para hablar sobre qué tan difícil es Monster Hunter Wilds, ya que soy prácticamente un recién llegado a la saga y, para mí, con entender el menú ya es suficiente complejidad. Mis dos neuronas no pueden con tanto. Sin embargo, comparado con Rise, lo siento ligeramente más permisivo. El sistema de heridas en los monstruos es clave para facilitar el combate. Al más puro estilo de un combate contra un jefe final, se señalarán los puntos débiles del enemigo. Primero, debemos hacerle un daño considerable, y cuando se abra la herida, se usará el enfoque correspondiente, el cual varía según el tipo de arma, para realizar un ataque aún más potente.
Por último, el uso del Seikret puede simplificar bastante algunas tareas, pero es completamente opcional. Así que, para quienes busquen el reto, siempre estará la opción de conducirlo por nosotros mismos.
Contenido
Aquí hay de dos sopas. Por una parte, Monster Hunter Wilds aspira a ser el juego más completo de la saga, con una increíble personalización tanto del cazador como del Felyne y, por supuesto, del Seikret. He visto las grandes hazañas que ha logrado la comunidad al replicar personajes icónicos y, de verdad, me sorprenden.
Las bases para conseguirlo están ahí. En total, contaremos con 5 zonas y 29 monstruos, de los cuales 20 son recién llegados a la saga, mientras que los 9 restantes regresan de entregas anteriores. Y esta creo que es la parte más decepcionante del juego: la falta de contenido al inicio, sin contar el bajo rendimiento y los bugs. Sin embargo, sé que eventualmente lograrán “arreglarlo”, como sucede con cada iteración de Monster Hunter, mediante actualizaciones y eventos frecuentes. Eventualmente, saldrá una expansión, como fue Iceborne para World y Sunbreak para Rise, que al final de su ciclo contaron con 71 y 66 monstruos, respectivamente.


Lo positivo
¿Dónde empiezo? Es claro que Wilds es un paso adelante en la saga y ya ha demostrado que puede atraer a muchos más jugadores que sus antecesores. Y con justa razón. La historia, si bien no es la más compleja, logra atraer, cumplir, entretener y utiliza al máximo el doblaje para lograr una conexión con el espectador, al menos para los estándares de Monster Hunter. No esperen una historia profunda que les cambie la vida, pero sí habrá pequeños momentos de reflexión sobre el rol de las civilizaciones al crear problemas alterando la naturaleza para su propio beneficio.
El combate sigue un camino excelente. Con la adición del sistema de heridas, se siente sumamente satisfactorio atacar al enemigo en su punto débil. Como siempre, el realismo que aportan los comportamientos de los monstruos al ser atacados sustituye de manera orgánica la tan mítica barra de vida. Además, para los no tan avispados como yo, habrá guías más claras gracias a los diálogos de nuestros acompañantes, quienes señalan cuando la presa está en sus últimas.
Los Seikret, que pueden facilitar mucho la exploración y el combate, son una opción para los nuevos jugadores. Puede que para los veteranos resulte un poco demasiado, pero desactivando la parte automatizada, la dificultad permanece intacta, si así lo desea el jugador.
Sigo opinando que la gran fortaleza de Monster Hunter es su flexibilidad al adaptarse a una amplia demografía de jugadores, y Wilds inequívocamente quiere continuar con estos esfuerzos.


Lo negativo
Aquí es donde me pongo un poco furioso (no realmente), y como habrán podido notar, el juego se probó en PC, donde por el momento hay muchos problemas de rendimiento, errores espontáneos que aparecen desde que arranca el juego y hasta durante las sesiones de combate, además de glitches que, por ejemplo, me sacaban del mapa a mitad de una misión. Esto ocasionó que tuviera que reiniciar el juego varias veces, perdiendo parte importante del progreso, ya que resultaba imposible guardar. Afortunadamente, el juego tiene un autoguardado que, aunque no siempre salvó mis avances, al menos evitó que perdiera una hora y media viendo una cinemática, tener que hablar de nuevo con los personajes y repetir un combate.
Recuerden que el juego se probó en PC, si planeas comprarlo en otras plataformas como PlayStation 5 y Xbox Series X o S es mas que posible que no experimentes estos errores.
Fuera de estos problemas, que son muy importantes y deben ser resueltos, lo único criticable que encuentro en el juego es la falta de contenido. Sé que muy pronto tendremos actualizaciones gratuitas, y eso se agradece, pero puede que para alguien que ya esté ansioso por invertir horas en el juego, se quede corto en poco tiempo. Aunque algo que no se puede solucionar con actualizaciones por el momento es su historia, que es bastante corta, al menos en comparación con entregas anteriores. Sin embargo, esto se ve compensado por la calidad, ya que, al menos para mí, me pareció mucho más interesante desde el inicio, y con la actuación de voz, todo se vuelve mucho más inmersivo.
Conclusión
Para cualquier fanático de la cacería multijugador, Monster Hunter Wilds es un imperdible. Presenta muchas adiciones al gameplay que perfeccionan lo que otras entregas cimentaron. Las novedades son bienvenidas y los elementos que se han perdido han sido, en mi opinión, reemplazados por otros igualmente satisfactorios, si no más. Me gustaría decir que es la experiencia definitiva de Monster Hunter, pero como ya mencioné, tiene algunos baches que espero puedan solucionar con el tiempo. En unos meses, volveré al juego y me gustaría encontrar finalmente la visión completa que tenían los desarrolladores para este título.

RANK 4/5
Y hasta aquí mi reporte Joaquín, mi hunter, mi Felyne y mi Seikret estarán listos para ser masacrados en las infinitas cacerías que tengo pendientes para conseguir 1000 horas de juego.
Noke