Gaming Reviews | Indiana Jones y el Gran Círculo
19 de diciembre, 2024
Aunque la franquicia del explorador más icónico del cine no cuenta con muchas adaptaciones memorables a los videojuegos, eso no quita que Indiana Jones tenga un lugar especial en los corazones de millones de personas en el mundo. Mi relación con esta saga se remonta a los años 90, una época en la que era común ver películas en televisión abierta. Para mi fortuna, las aventuras de Indiana Jones eran transmitidas con cierta regularidad, lo que inevitablemente significaba que terminarías viéndolas y, claro, quedando fascinado.
Recuerdo con claridad cómo, desde el primer momento en que vi una de sus películas, quedé tan atrapado que no pude resistirme a buscar las demás. De hecho, podría decir que mis primeros maratones cinematográficos fueron junto a Harrison Ford, quien dio vida a este intrépido arqueólogo. Fue algo mágico; esas historias llenas de misterio, acción y humor dejaron una huella imborrable en mi infancia.
Pasaron los años y, aunque era fan de la franquicia, no recuerdo haber visto un videojuego de Indiana Jones en mucho tiempo. Todo cambió al inicio del siglo XXI cuando, en una vitrina, me topé con Indiana Jones y la Tumba del Emperador. Tuve la suerte de jugarlo en PC, y desde entonces guardo un cariño especial por ese título. Era una experiencia que capturaba la esencia de las películas, algo que, lamentablemente, se fue perdiendo con el tiempo.
A partir de ese momento, los videojuegos de Indiana Jones comenzaron a escasear en calidad, con la notable excepción de las versiones de LEGO. Y aunque estos juegos tienen su encanto, nunca llegaron a ser lo que un verdadero fan de la saga hubiera esperado. Pero, pese a todo, el legado de Indiana Jones permanece vivo y realmente fue una gran sorpresa cuando Bethesda anunció que estaba cocinando un nuevo titulo de Indy el cual nos ofrecía una experiencia muy diferente a lo que estabamos acostumbrados.
Antes de comenzar agradezco a mis amigos de Bethesda Latam, por hacer llegar a la redacción de Frames una copia de Indiana Jones y l Gran Círculo y de esta forma poder traerles mis impresiones.
Comenzamos
Los cambios, por naturaleza, tienden a ser resistidos por el ser humano. ¿Por qué sucede esto? Honestamente, no podría decirlo con certeza, pero hay algo en lo familiar que nos reconforta, algo que nos hace dudar de lo nuevo. Desde que se anunció que esta entrega adoptaría una perspectiva en primera persona, generó un revuelo considerable. Y es comprensible, ya que las aventuras de nuestro querido Indy siempre han mantenido un enfoque bastante tradicional en la manera en que interactuamos con él y su mundo.
Sin embargo, a pesar de las dudas iniciales y considerando que este título llegó con un perfil relativamente bajo, puedo decirles, con total sinceridad, que logró sorprenderme de una manera que pocos juegos lo han hecho. Tanto es así que se ha ganado un lugar en mi top 5 de los mejores juegos de 2025.
¿Por qué lo digo? Hay razones de peso detrás de esta afirmación, y estoy aquí para contarles, con detalle y entusiasmo, los puntos más relevantes de esta entrega y qué fue lo que me llevó a tomar esta decisión. ¡Prepárense para descubrir por qué este juego merece ser recordado!
Historia
La trama gira en torno al Gran Círculo, un artefacto envuelto en leyendas que sugieren que es más que un simple objeto: es un portal hacia el conocimiento absoluto o quizás, hacia la destrucción. Todo comienza con una pista que conduce a los Archivos Secretos del Vaticano, un lugar que siempre he imaginado como el último refugio de los secretos más asombrosos de la humanidad. Para alguien que creció viendo las películas de Indiana Jones, imaginarse recorriendo esas bóvedas oscuras y polvorientas, donde cada paso se siente como un susurro del pasado, es un sueño hecho realidad.
El juego no se queda solo en el Vaticano. Nos lleva a lugares emblemáticos como El Cairo, donde las calles polvorientas y los bazares bulliciosos te hacen sentir como si estuvieras viviendo un fragmento de la historia. También visitas Persia y una isla olvidada en el Mediterráneo, cada una impregnada de ese aire de misterio que define las mejores aventuras de Indy. Pero hay algo especial en el Vaticano: caminar por sus pasillos ocultos, descifrando inscripciones latinas y sosteniendo en tus manos piezas de la historia, te transporta a una época en la que creías que todo era posible.
El cardenal Vittorio Lucenti, el antagonista principal, es un villano que parece salido de los clásicos. Su presencia es imponente, y su obsesión con el poder del Gran Círculo resuena con esa dualidad tan característica de la saga: la ambición frente al respeto por lo sagrado. Lucenti no es solo un enemigo, es un recordatorio de lo que está en juego cuando el conocimiento se utiliza con fines egoístas.
Uno de los momentos más impactantes para mí ocurrió en una sección de los Archivos del Vaticano. Recuerdo estar en una cámara estrecha, iluminada solo por la linterna, rodeado de estanterías llenas de documentos que parecían guardar siglos de secretos. Mientras descifraba un grabado, sentí esa emoción infantil que me invadía al jugar a ser un aventurero con un látigo hecho de cuerda o al imaginarme resolviendo misterios en lugares lejanos. Esa sensación, perdida entre los años y las responsabilidades, volvió con fuerza gracias a la cámara en primera persona, que me hizo sentir como si realmente estuviera ahí, con la historia respirando a mi alrededor.
El clímax en el corazón del Vaticano es todo lo que un fan de Indiana Jones podría desear. La cámara del Gran Círculo, con su arquitectura imponente y símbolos pulsando con un brillo ancestral, es un espectáculo visual que también resuena emocionalmente. El eco de los coros latinos y el peso de cada decisión te recuerdan por qué estas historias nos han cautivado durante décadas: son más que aventuras, son reflexiones sobre el poder, el legado y la humanidad.
Para alguien que creció con las películas y pasó horas soñando con aventuras imposibles, Indiana Jones y el Gran Círculo es un viaje nostálgico que no solo rinde homenaje al pasado, sino que también nos invita a soñar de nuevo. Es un recordatorio de esos días en los que atábamos cuerdas a nuestras mochilas, imaginando que éramos arqueólogos en busca de tesoros escondidos. Ahora, con el control en nuestras manos y una historia que captura la esencia de aquellos tiempos, podemos revivir esa magia una vez más.
Jugabilidad
Si algo destaca en Indiana Jones y el Gran Círculo, es su jugabilidad, que se siente como un paso audaz hacia lo nuevo, sin perder la ESENCIA clásica del arqueólogo más querido del cine. La decisión de desarrollar el juego en primera persona fue, para muchos, un cambio arriesgado, pero créanme, una vez que te pones el sombrero de Indy, no hay marcha atrás: cada rincón, cada salto y cada interacción te hacen sentir parte de esta legendaria aventura.
Desde el primer momento en que te sumerges en el Vaticano, la cámara en primera persona transforma la experiencia. No es lo mismo mirar a Indy desde afuera que ver el mundo como si fueras él. Cada paso que das en los Archivos Secretos, iluminado únicamente por la tenue luz de una linterna, se siente más inmersivo. Puedes escuchar tus propios pasos resonando en las bóvedas y el crujir del papel antiguo mientras examinas documentos polvorientos. En ese instante, ya no eres solo un jugador: eres Indiana Jones, enfrentándote a los secretos más oscuros de la historia.
La jugabilidad combina elementos clásicos de resolución de acertijos, exploración y combates. Los acertijos son el alma del juego. Algunos te desafían a combinar pistas dispersas en los mapas, mientras que otros exigen resolver inscripciones en lenguas antiguas o manipular artefactos misteriosos. Recuerdo una sección en la Basílica de San Pedro donde tenías que usar un espejo para reflejar la luz del sol en un mural, revelando un mensaje oculto. Fue uno de esos momentos que te hacen sentir la chispa de aventura que solo esta franquicia puede ofrecer.
El combate también se siente increíblemente natural. La perspectiva en primera persona añade una capa de tensión y realismo a cada enfrentamiento. Ya sea utilizando el látigo para desarmar a un enemigo o esquivando disparos en una persecución en las calles de El Cairo, cada movimiento se siente visceral y emocionante. El látigo, por supuesto, tiene un papel central, no solo en combate, sino también en la exploración. Usarlo para balancearte sobre abismos o activar mecanismos ocultos añade una sensación de ingenio y aventura que me hizo recordar las horas que pasaba imaginando estas mismas escenas de niño.
Algo que realmente me impactó fue cómo la primera persona me permitió vivir momentos más personales e íntimos. En un punto del juego, me encontré en una cripta oscura, con las paredes cubiertas de grabados antiguos y el sonido lejano de gotas de agua. Con la cámara en primera persona, la sensación de soledad y descubrimiento era tan poderosa que me detuve un momento, solo para observar los detalles y sentir el peso de la historia a mi alrededor. Fue uno de esos instantes donde el juego dejó de ser un desafío y se convirtió en una experiencia emocional.
Por supuesto, no todo es calma. Las secuencias de acción están diseñadas para mantenerte al borde del asiento. Una de mis favoritas fue una persecución en Persia, donde debías saltar de un tren en movimiento, utilizando el látigo para salvarte en el último segundo. La perspectiva en primera persona hace que estos momentos sean aún más emocionantes, ya que ves todo desde los ojos de Indy, sintiendo cada golpe y cada decisión como si estuviera en tus propias manos.
Gráficos
En términos generales, se nota que le echaron bastantes ganas por capturar la atmósfera de una época y los lugares icónicos que exploras. Aunque no son necesariamente un punto revolucionario en la industria, cumplen su cometido al sumergirte en la aventura.
Por un lado, los entornos están cuidadosamente diseñados para evocar la sensación de misterio y antigüedad. El Vaticano, por ejemplo, brilla por sus detalles arquitectónicos: los pasillos decorados con frescos, los intrincados mosaicos en el piso y las bóvedas secretas te hacen sentir como si estuvieras caminando por un lugar cargado de historia. Sin embargo, hay momentos donde ciertas texturas o detalles se sienten un poco planos, especialmente en áreas menos centrales como los callejones de El Cairo o las cuevas en Persia.
Los efectos de iluminación son uno de los puntos más destacados. En las secciones más oscuras, como las criptas del Vaticano, la luz de la linterna crea un juego de sombras que aumenta la inmersión. Puedes ver cómo la luz se refleja en superficies metálicas o cómo los murales cobran vida bajo la tenue iluminación, aportando una sensación casi mágica. Sin embargo, en escenarios exteriores, especialmente en ambientes diurnos, la iluminación puede sentirse un poco genérica y no tan impresionante como en otros títulos del mismo calibre.
Los modelos de los personajes son funcionales, pero no perfectos. El diseño de Indy, en particular, refleja la edad y la experiencia del personaje, con detalles como arrugas sutiles y ropa gastada. Pero en NPCs menos relevantes, como enemigos o civiles, las animaciones faciales y corporales pueden sentirse algo rígidas o anticuadas, rompiendo un poco la inmersión en algunos momentos.
Dicho esto, lo que realmente se lleva las palmas son los artefactos y los detalles históricos. Cada objeto que encuentras, desde las inscripciones en los muros hasta los manuscritos antiguos, está trabajado con un nivel de precisión que los hace parecer sacados directamente de un museo. Esto ayuda a reforzar la conexión con la narrativa y a mantenerte interesado en explorar cada rincón.
Aunque los gráficos no son la joya de la corona, hay que reconocer que la dirección artística es lo que salva la experiencia. El estilo visual logra captar ese aire clásico de las películas de Indiana Jones, con colores cálidos y polvorientos en los desiertos, o tonos oscuros y solemnes en las criptas. Este enfoque estético logra compensar algunas de las limitaciones técnicas y aporta coherencia al mundo del juego. Ahora es importante comentar que esté titulo lo jugué en una Xbox Series S con una resolución a no más de 2K, por lo que estoy seguro que con una Xbox Series X o una PC más poderosa, ciertos detalles se deben ver mucho más afinados.
Dificultad
La dificultad en Indiana Jones y el Gran Círculo es un aspecto clave que realmente resalta, ya que te permite personalizar la experiencia según lo que estés buscando: un desafío moderado o algo mucho más exigente. Desde el comienzo, el juego te ofrece varias opciones de dificultad que afectan tanto los combates como los acertijos, lo cual es una gran ventaja para que puedas disfrutar del juego a tu propio ritmo.
Al elegir una dificultad baja (como la opción Fácil), puedes enfocarte más en explorar los entornos, disfrutar de la narrativa y relajarte mientras resuelves los puzzles sin sentir demasiada presión. Esta opción es ideal si eres un jugador más casual o si simplemente quieres sumergirte en el universo de Indiana Jones sin preocuparte por enfrentarte a enemigos demasiado difíciles o acertijos complicados.
Por otro lado, si eliges una dificultad alta, el juego te desafiará de formas significativas. Los enemigos se vuelven mucho más agresivos e inteligentes, lo que requiere un enfoque más táctico y estratégico en las batallas. Los puzzles también se complican, y necesitarás explorar más a fondo para encontrar las pistas correctas. Esta dificultad realmente pone a prueba tus habilidades, pero sin llegar a ser frustrante, lo cual es un balance muy bien logrado.
Lo que hace que el sistema de dificultad funcione tan bien en este juego es que no se siente como un obstáculo, sino como una invitación a ajustar la experiencia a lo que te apetezca en ese momento. Si en algún momento sientes que la dificultad no está a la altura de lo que buscas, puedes cambiarla sobre la marcha, lo que te permite seguir disfrutando sin quedarte atascado.
Este enfoque flexible realmente le da al jugador la posibilidad de vivir la experiencia a su propio ritmo, sin sacrificar la esencia del juego. Puedes elegir tomarte tu tiempo para disfrutar la historia y los entornos si lo prefieres, o lanzarte a un desafío más intenso que pondrá a prueba tus reflejos y tus habilidades de resolución de problemas. Esto es lo que hace que Indiana Jones y el Gran Círculo sea un título tan accesible y divertido para una amplia variedad de jugadores.
Al final, la dificultad se adapta al tipo de experiencia que buscas, manteniendo siempre la diversión y el reto en equilibrio.
Recuerden que la clave para disfrutar de un videojuego es que lo disfrutes sin importar la dificultad en la que lo juegues.
Lo positivo
Uno de los aspectos más destacados de Indiana Jones y el Gran Círculo es su increíble inmersión en la historia. Desde el primer momento, te sientes como si fueras parte de una auténtica aventura de Indiana Jones. Los escenarios, como el Vaticano, llenos de historia y misterio, nos transportan directamente al corazón de la saga, logrando capturar esa atmósfera única que tanto amamos de las películas. La narrativa está cargada de giros sorprendentes y momentos cargados de tensión que mantienen el interés durante toda la experiencia. Esta es la verdadera esencia de Indiana Jones, con todo lo que eso implica: acción, misterio y, por supuesto, una buena dosis de humor y encanto.
El diseño de los entornos es otro de los puntos que se lleva todos los aplausos. Cada lugar está cuidado hasta el más mínimo detalle, con texturas que, aunque no sean de última generación, logran capturar la esencia de los espacios históricos. Es fascinante caminar por pasillos oscuros del Vaticano o explorar ruinas antiguas, sabiendo que cada rincón guarda secretos por descubrir. Los efectos de iluminación juegan un papel crucial aquí, creando esa atmósfera tensa y misteriosa que tanto caracteriza las aventuras de Indy. Los escenarios no solo son un fondo, sino una parte activa de la historia que te invita a explorarlos y a sumergirte aún más en la narrativa.
En cuanto a la jugabilidad en primera persona, sé que al principio puede causar algo de incertidumbre, pero créanme cuando digo que es uno de los grandes aciertos del juego. Este enfoque hace que te sientas verdaderamente dentro de la acción, como si fueras el propio Indiana Jones. Las persecuciones, las confrontaciones y la exploración se sienten mucho más intensas y personales cuando todo está a tu alrededor, a tus pies, a un solo paso. Esta sensación de inmersión profunda es algo que muy pocos juegos logran, y es precisamente lo que hace que Indiana Jones y el Gran Círculo sea una experiencia única.
Los acertijos también son un punto clave. Están perfectamente equilibrados: desafiantes pero no imposibles. Te obligan a pensar, a observar con atención, a interactuar con el mundo de manera activa. No son solo mecánicas para alargar el tiempo de juego, sino que están profundamente integrados en la historia, haciendo que la exploración no solo sea visual, sino intelectual. Cada vez que resuelves un acertijo, sientes esa pequeña victoria, esa satisfacción de haber desentrañado un pedazo más del misterio que envuelve a Indy.
Hablando del sistema de dificultad. Este juego te ofrece la opción de ajustarlo a tu estilo, lo que permite disfrutar de la historia sin frustraciones, pero también te reta a medida que avanzas. Puedes cambiar la dificultad en cualquier momento, adaptándola a tus habilidades o a tu deseo de desafío. Esto no solo permite que el juego sea accesible para todos, sino que mantiene su frescura y emoción a lo largo de la experiencia, sin importar cuántas veces decidas recorrer sus caminos.
Las secuelas de acción y las intensas persecuciones son otro de los grandes puntos a favor. Es imposible no sentirse atrapado por la adrenalina de escapar de una trampa mortal o enfrentarte a un villano implacable. Las secuencias, aunque un poco más difíciles en niveles de dificultad altos, están diseñadas para mantener al jugador al filo de su asiento, con momentos que te hacen querer seguir jugando solo para ver qué viene después.
Finalmente, el homenaje a la saga es algo que realmente se aprecia a lo largo de todo el juego. Cada diálogo, cada situación, está impregnado de esa esencia que caracteriza a Indiana Jones: la combinación de acción, humor, ingenio y un sinfín de guiños a las películas. Como fanático de la franquicia, no pude evitar sonreír cada vez que reconocía una referencia, un gesto o una línea de diálogo que evocaba esos momentos que tanto nos han marcado en la pantalla grande.
Lo negativo
Uno de los aspectos que me sorprendió un poco fue la falta de variedad en los enemigos. A medida que avanza el juego, los enfrentamientos con los enemigos se vuelven algo repetitivos. Aunque la IA hace su trabajo, los enemigos a veces parecen más una variante de los mismos, lo que puede hacer que las batallas pierdan algo de frescura con el tiempo. Cuando estás en plena acción, lo ideal es sentir que cada enfrentamiento es único, pero aquí parece que no se exploran tantas variantes en los tipos de enemigos. Claro, la calidad del combate sigue siendo buena, pero la repetitividad puede restarle algo de emoción.
También me percaté, y que no es tan grave, pero sí puede ser un poco molesto, es el ritmo de la historia en ciertos momentos. Aunque la trama en general está bien construida y tiene giros interesantes, hay partes donde el ritmo se siente algo lento, especialmente en las secciones de exploración y resolución de acertijos. A veces, la aventura toma un giro más pausado que puede desconcertar un poco, sobre todo si estás deseando más acción. Esto puede hacer que te sientas un poco desconectado de la historia cuando lo que realmente quieres es continuar con la adrenalina de la trama.
Otro aspecto que me hizo fruncir el ceño un poco fue la interfaz de usuario y el menú de inventario. Aunque no es algo que haga que el juego se vuelva injugable, sí hubo momentos en los que tuve que lidiar con una navegación algo torpe al acceder a objetos en mi inventario. En medio de una secuencia tensa, cuando necesitas acceder rápidamente a un elemento específico, la interfaz a veces no responde de la forma más eficiente. Es algo que podría haberse optimizado un poco más para evitar que la fluidez de la jugabilidad se vea interrumpida.
También hubo algunos momentos en los que el control me pareció algo impreciso, especialmente en las secciones de plataformas. Si bien la jugabilidad fluye bien en la mayoría de los momentos, cuando te enfrentas a saltos o maniobras precisas, a veces el control no responde como esperas. Esto puede resultar en algo de frustración, sobre todo en esos momentos en los que estás totalmente inmerso en la aventura y un pequeño tropiezo te saca de la experiencia.
Un detalle que me pareció interesante fue la falta de evolución en los personajes secundarios. Aunque Indiana Jones está perfectamente caracterizado, las interacciones con los personajes secundarios no siempre logran un gran impacto emocional. Los diálogos no siempre tienen la profundidad que uno podría esperar de personajes que acompañan a Indy en su aventura. Tal vez un poco más de desarrollo o momentos más emocionales entre estos personajes podrían haber dado un toque extra a la trama.
En cuanto a la previsibilidad de algunas situaciones, debo admitir que en ciertos momentos los giros de la trama me parecieron un poco fáciles de anticipar. En una saga como Indiana Jones, uno espera un toque de sorpresa o giros realmente inesperados, pero aquí, algunos momentos se sienten demasiado obvios, lo que puede quitarle algo de emoción a la historia. No es algo que destruya la experiencia, pero para aquellos que buscan un poco más de misterio, esta previsibilidad puede resultar un poco decepcionante.
Finalmente, aunque el juego ofrece una buena cantidad de horas de entretenimiento, la duración en general se siente un poco corta. Una vez que terminas la historia principal, la sensación es que el juego podría haber dado más de sí. Las misiones secundarias no tienen una gran profundidad, y no hay mucho más por hacer, más allá de probar diferentes niveles de dificultad. Es un título que te deja con ganas de más, pero no necesariamente con la sensación de que es un juego que te va a acompañar durante mucho tiempo.
Conclusión
Indiana Jones y el Gran Círculo me transporta a esos momentos dorados de la infancia en los que, al encender la consola, sabías que te ibas a sumergir en una aventura épica, repleta de enigmas, secretos y ese encanto único que solo Indy puede ofrecer. A medida que avanzaba en la historia, reviví esa emoción de las películas y del primer título de la franquicia que jugué, cuando la magia del descubrimiento estaba en cada rincón y cada nuevo escenario te hacía sentir que estabas viviendo la aventura en carne propia.
Este juego, con sus altos y bajos, se mantiene fiel al legado de Indiana Jones, esa mezcla de acción, misterio y emoción que no deja de enganchar. A pesar de sus imperfecciones, la experiencia de explorar los pasillos del Vaticano, de correr tras un objeto perdido o enfrentarse a un villano digno de cualquier clásico del cine, hace que uno se sienta como un joven aventurero frente a una pantalla, igual que en aquellos días en los que todo parecía posible. Es un recordatorio de cómo los juegos, más que solo entretenimiento, son puertas a momentos inolvidables, a mundos en los que lo imposible se vuelve posible.
Sin exagerar Indiana Jones y el Gran Círculo es un homenaje a esa sensación de aventura que nunca se olvida.
RANK 4/5
Agradezco de nueva cuenta a Bethesda Latam por enviarnos una copia del juego a la redacción de Frames y permitirme hacer esta reseña.
Indy, nos vemos en tu siguiente expedición.
Dios Gokú