Gaming Reviews | Mario Party Jamboree
1 de noviembre, 2024
Nintendo siempre ha sido sinónimo de innovación, o al menos de popularizar géneros que marcan un antes y un después en la industria de los videojuegos, abriendo puertas a nuevas experiencias. Recuerdo con especial cariño anécdotas de mis primos que crecieron en los 90’s, cuando el Nintendo 64 asombraba con sus títulos de plataformas en 3D. Entre ellos, hubo uno que rompió con las expectativas: Mario Party. En una época donde los juegos de aventuras y acción eran lo común, Mario Party sorprendió con su enfoque distinto, invitando a esas generaciones a disfrutar de una experiencia multijugador que no se parecía a nada de lo que se había jugado antes.
Lo curioso de aquellos tiempos era que se respiraba una apertura hacia lo desconocido. Los jugadores estaban listos para probar algo diferente, y Mario Party supo ganarse un lugar en los corazones de esos gamers. Mi primo me comentó que la primera vez que lo jugó; se le hizo una marca imborrable de esa época: la palma de su mano quedó maltratada después de esos minijuegos que exigían mover el stick a toda velocidad. Fue una de esas anécdotas que muchos gamers de esa época comparten, entre risas y alguna que otra queja.
Con el paso del tiempo, la franquicia evolucionó y continuó su legado. Hoy en día, Mario Party cuenta con más de 10 entregas tras su debut en el Nintendo 64. ¿Qué sería de nuestras amistades sin esta saga? Quizás viviríamos en un mundo pacífico, sin conflictos… pero sabemos que la realidad es otra. Porque, seamos honestos, Mario Party ha sido testigo de las más épicas disputas y traiciones entre amigos, todo por una estrella robada en el último turno.
Ahora, 25 años después, nos encontramos frente a lo que creo es la versión más completa de Mario Party hasta la fecha. Con esta nueva entrega, Nintendo no solo celebra el legado de la serie, sino que reafirma su compromiso con la diversión multijugador. La fórmula ha evolucionado, pero sigue siendo esa fuente inagotable de risas, gritos y, por supuesto, esas rivalidades amistosas que tanto hemos disfrutado a lo largo de los años.
Antes de continuar me gustaría agradecer a Nintendo Latam por proporcionarnos una copia de Mario Party Jamboree a la redacción de Frames y de esta forma poderles traer esta reseña.
Comenzamos
Mi historia con Mario Party es algo larga, aunque quizás no tan extensa como la de otros fans que crecieron con la saga desde sus inicios. Mi primer Mario Party fue el 9, una entrega polémica, pues cambió la mecánica clásica de los tableros por un vehículo que nos llevaba a todos por el mismo camino. Para muchos, este cambio fue el comienzo de una era divisoria, pero para mí, siendo un niño, ese juego fue una fuente de pura diversión… aunque no siempre tenía con quién jugarlo. Posiblemente porque me faltaban Wii Remotes o esas tan difíciles de conseguir baterías AA.
Aún así, no puedo olvidar los minijuegos. Recuerdo perfectamente las batallas épicas contra los jefes y esa mezcla de emoción y ansiedad en los momentos finales de cada tablero, donde cualquier cosa podía pasar. Aunque adoraba ese juego y lo recuerdo con un cariño especial, siempre me preguntaba cómo sería si pudieras moverte libremente, como en las versiones más antiguas que no había tenido oportunidad de jugar. Después de varias entregas algo mixtas en 3DS y Wii U, llegó Super Mario Party. Un reinicio ligero que nos devolvió lo que más extrañaban los fans veteranos: la libertad de los tableros, pero sin olvidar que lo más importante de esta saga siempre ha sido la diversión desenfrenada.
Con Mario Party Jamboree, Nintendo no solo refina lo que consiguió en Super Mario Party en 2018, sino que lo expande con nuevos modos de juego y tableros llenos de vida. Y, lo mejor de todo, trae de vuelta esos minijuegos y tableros que nos dejaron momentos agridulces. Porque, seamos sinceros, ¿quién no ha sufrido una derrota épica cuando todo parecía estar a tu favor? O, por el contrario, ¿quién no ha remontado estratégicamente en el último segundo con esa gloriosa bonificación que lo cambia todo?
Historia
Antes de adentrarnos en los modos de juego de esta nueva entrega, es esencial detenernos un momento y reflexionar sobre qué la hace tan especial en comparación con sus predecesoras. A lo largo de más de dos décadas, Mario Party ha sabido reinventarse, conservando esa chispa única que nos ha brindado horas interminables de risas, rivalidades amistosas y ese caótico encanto que siempre nos hace volver por más.
El modo historia en Mario Party Jamboree, conocido como Paseo Servicial, introduce una experiencia fresca y estructurada a la fórmula clásica de la serie. En lugar de ser solo un tablero competitivo más, aquí la dinámica gira en torno a un conjunto de misiones que guían al jugador a través de tableros incompletos, ofreciendo una progresión clara y objetivos que van más allá de simplemente acumular estrellas. Es una propuesta que combina lo mejor de los minijuegos y la aventura, con un enfoque centrado en la narrativa.
Desde el comienzo, sientes que Paseo Servicial está diseñado para aquellos que buscan una experiencia más pausada y enfocada en el desafío individual. A lo largo de los tableros, el jugador debe recolectar mini estrellas en lugar de las tradicionales, lo que le da un ritmo diferente al juego. Cada misión es como un pequeño puzzle donde las decisiones estratégicas tienen más peso que la simple aleatoriedad. Este modo también ofrece una variedad de desafíos que, aunque se mantienen fieles al caos que caracteriza a la saga, le añaden una capa de estrategia que los fans del modo historia apreciarán.
Lo que realmente marca la diferencia es el enfrentamiento final contra un jefe en cada tablero. Estos combates aportan una sensación de cierre a cada etapa, casi como si estuvieras progresando en un videojuego de aventuras más tradicional. Los jefes, con mecánicas únicas y sus propios minijuegos, añaden un nivel de intensidad que eleva la experiencia de jugar solo, haciéndola sentir como una aventura épica dentro del universo de Mario Party. Estos momentos hacen que Paseo Servicial sea más que una simple recopilación de minijuegos; es una experiencia envolvente que desafía a los jugadores a superar obstáculos y probar sus habilidades en escenarios que van más allá de los tableros convencionales.
Otro aspecto que destaca en este modo es la variedad de escenarios y desafíos que se presentan. Los tableros sin terminar no solo actúan como telón de fondo, sino que también plantean dinámicas diferentes, como trampas, caminos ocultos o mecánicas especiales que añaden un toque de creatividad y sorpresa. Además, cada misión tiene su propio ritmo, permitiendo que el jugador explore las mecánicas del juego a su propio paso, sin la presión constante de estar compitiendo directamente contra otros jugadores. Esto le da un aire más relajado, pero al mismo tiempo estratégico, lo que permite disfrutar del juego desde una perspectiva diferente.
El modo historia en Mario Party Jamboree no solo es una excelente opción para quienes disfrutan jugar solos, sino que también actúa como un tutorial encubierto, ayudando a los jugadores a familiarizarse con las mecánicas y minijuegos más complejos de la saga. Para aquellos que buscan un descanso de la competencia directa en los tableros clásicos, Paseo Servicial ofrece una alternativa rica en contenido, con una narrativa ligera que mantiene el interés a lo largo del tiempo.
Jugabilidad
Como podrán notar por la gran cantidad de modos que incluye, en Mario Party Jamboree no hay espacio para el aburrimiento. Ya sea que prefieras los modos clásicos o estés buscando algo novedoso, el juego tiene algo para todos. Desde las emocionantes batallas de minijuegos hasta los tableros llenos de sorpresas, Jamboree amplía y perfecciona la experiencia que hemos amado durante años.
En cuanto a los tableros, se han implementado varias mejoras en comparación con Super Mario Party (2018) y Mario Party Superstars (2021). La interfaz ha sido pulida para que los jugadores nunca pierdan de vista sus próximos movimientos, lo cual es crucial, ya que las partidas están repletas de sucesos aleatorios que las vuelven increíblemente dinámicas. Uno de los añadidos más interesantes son los Compis Jamboree, un elemento completamente nuevo en las partidas que ofrece una ventaja estratégica a quienes logran reclutarlos.
Reclutar a un Compi Jamboree no es tarea fácil. Para hacerlo, es necesario superar un minijuego de larga duración, lo cual añade una capa extra de desafío. Sin embargo, el esfuerzo vale la pena, ya que estos compañeros proporcionan importantes ventajas por tiempo limitado, haciendo que las partidas sean aún más impredecibles y emocionantes. Esta nueva mecánica fomenta la estrategia y la planificación en medio del caos, una adición que seguramente cambiará el curso de muchas partidas.
Otro aspecto importante son los logros que puedes desbloquear a medida que avanzas en el juego. Estos no solo sirven como un recordatorio de tus hazañas, sino que también te permiten ganar recompensas útiles. Además, al igual que en los anteriores Mario Party para Switch, cada vez que participes en cualquier modo, ganarás Puntos Party. Estos puntos pueden canjearse por diversas recompensas, como reacciones, calcomanías, tarjetas personalizables e incluso música, lo que añade una capa de personalización que los jugadores disfrutarán.
Mario Party Jamboree no solo recoge lo mejor de las entregas anteriores, sino que amplía la experiencia con una jugabilidad más dinámica y recompensas constantes que mantienen a los jugadores inmersos. Ya sea que juegues solo, con amigos o en línea, esta entrega asegura que siempre habrá algo nuevo por descubrir y disfrutar.
Gráficos
Si has jugado alguno de los anteriores Mario Party en Switch, ya tendrás una idea bastante clara de lo que esperar en cuanto a los detalles gráficos y animaciones. Los personajes están llenos de vida, con expresiones encantadoras y movimientos fluidos que resaltan en cada minijuego, mientras que los tableros son vibrantes y coloridos, manteniendo ese toque festivo y alegre que caracteriza a la serie. Sin embargo, Mario Party Jamboree no busca impresionarte con gráficos de última generación, sino que pone toda su apuesta en lo más importante: la diversión.
Aun así, el diseño visual cumple con creces en la mayoría de los modos. Los escenarios están cuidadosamente diseñados para mantener un equilibrio entre lo visualmente atractivo y la claridad en la jugabilidad, lo que ayuda a que las partidas se sientan dinámicas sin ser abrumadoras. Jamboree brilla particularmente en los tableros, que están llenos de detalles pequeños que capturan la esencia del Reino Champiñón, desde sus tonos vivos hasta las estructuras que interactúan con los jugadores de manera orgánica.
Donde se puede notar una ligera disminución en el nivel de detalle es en el modo En alas de la aventura. Dado que este modo está enfocado en la simulación de vuelo, los escenarios son de mayor escala, lo que lleva a una reducción de ciertos detalles para mantener la fluidez de la experiencia. Este sacrificio visual es comprensible, ya que un juego de vuelo requiere una tasa de fotogramas más alta para que la jugabilidad sea suave y precisa. Aunque se notan algunos compromisos en la calidad gráfica en este modo, la fluidez es clave para que la experiencia no se vea afectada.
Dificultad
Sin mencionar que la verdadera dificultad en Mario Party Jamboree puede ser conservar la amistad con tus amigos después de una intensa partida, el juego ofrece una variedad de opciones para ajustar el nivel de desafío. Puedes personalizar las partidas seleccionando entre cuatro niveles de dificultad de la CPU, que van desde Fácil hasta Experto. Esto permite que jugadores de todos los niveles disfruten del juego, ya sea buscando una experiencia más relajada o un verdadero reto contra oponentes controlados por la máquina.
Uno de los elementos que añade un desafío único en Jamboree son los minijuegos que requieren el uso de los Joy-Con. Estos minijuegos incluyen una capa adicional de dificultad debido a la precisión y coordinación que los controles por movimiento demandan. A diferencia de los minijuegos más tradicionales, donde lo principal es pulsar botones con precisión, los que usan Joy-Con suelen requerir movimientos físicos que, si bien pueden ser divertidos y dinámicos, también pueden resultar más complicados para quienes no estén familiarizados con esta tecnología o prefieran un enfoque más tradicional.
Además, no podemos pasar por alto el reto que representa el modo En alas de la aventura, donde volar no solo es más complejo en términos de control, sino que también requiere una buena dosis de energía física. Mantener el equilibrio y controlar el vuelo con los Joy-Con añade un nivel de dificultad distinto que no se encuentra en los otros minijuegos, haciendo de este modo una experiencia que puede ser agotadora pero muy satisfactoria si logras dominarla.
Cada tablero también cuenta con su propio nivel de dificultad. En este caso, la suerte juega un papel muy importante. Aunque algunos tableros pueden tener mecánicas más complicadas o eventos que alteren el curso del juego, muchos de los resultados dependerán de las decisiones estratégicas de los jugadores y de la inevitable aleatoriedad que siempre ha sido una característica de Mario Party. Los eventos inesperados y las sorpresas constantes en el tablero aseguran que, independientemente de la dificultad que elijas, siempre habrá un elemento de imprevisibilidad que mantendrá las partidas emocionantes y llenas de tensión.
Lo positivo
Me gustaría hacer una recapitulación de todo lo que me ha parecido destacable en Mario Party Jamboree. En primer lugar, la cantidad de personajes disponibles, un total de 22, y los 7 tableros o escenarios donde se desarrollan las partidas, ofrecen una diversidad que se agradece. Cada personaje cuenta con su propio estilo y carisma, lo que añade una capa de personalización divertida, y los tableros, aunque no son abrumadoramente numerosos, están diseñados para ser entretenidos y llenos de sorpresas que mantienen cada partida fresca y emocionante.
La variedad de modos de juego es otro de los puntos fuertes de Jamboree. Con tantas opciones para elegir, desde el modo clásico de tablero hasta las nuevas modalidades, siempre hay algo nuevo que probar o una forma diferente de jugar, ya sea en solitario, con amigos o en línea. Esto asegura que, independientemente de cuántas veces juegues, siempre encontrarás algo diferente que disfrutar.
En cuanto a las recompensas en la tienda, si bien no son especialmente cruciales para el desarrollo del juego, ofrecen pequeñas mejoras que pueden hacer la experiencia más interactiva y divertida, especialmente en términos de comunicación entre jugadores. Los stickers, reacciones y demás elementos que puedes adquirir añaden un toque personal a las partidas, y aunque no cambian las reglas del juego, pueden hacer que las interacciones sean más dinámicas y entretenidas.
Un aspecto que realmente me ha cautivado es la selección de minijuegos. Tanto los nuevos como los clásicos logran capturar esa combinación perfecta de adrenalina y diversión. Es fácil perder la noción del tiempo mientras intentas superar desafíos que requieren rapidez, estrategia o, a veces, simplemente algo de suerte. Cada minijuego tiene la capacidad de cambiar el curso de la partida, lo que los convierte en el corazón palpitante de Mario Party. Ya sea que estés moviendo los Joy-Con en un minijuego de movimiento o compitiendo en uno de pura precisión, la emoción está garantizada.
Por último, la mejora en la interfaz durante las partidas es un añadido que no puede pasarse por alto. Tener una mejor visión del orden en que sucederán los eventos, el seguimiento de las estrellas y las monedas, así como la claridad en la presentación de las reglas, ayuda a que los jugadores puedan enfocarse en la estrategia y la diversión sin perderse en detalles innecesarios. Esta optimización es particularmente útil cuando las partidas se vuelven intensas, y es importante tener una buena idea de qué esperar en cada turno.
Lo negativo
No tengo mucho que añadir en esta sección, pero es importante reconocer que Mario Party Jamboree no es un juego perfecto. Aunque ha introducido mejoras significativas y ampliado de manera notable varios aspectos de la saga, también tiene algunos puntos que podrían pulirse en futuras entregas. Por ejemplo, la duración de ciertos minijuegos puede llegar a volverse repetitiva o tediosa, especialmente en las sesiones más largas. Estos momentos de monotonía, aunque no son la norma, pueden romper el ritmo de la partida, y es algo que se podría ajustar para que la experiencia se mantenga fresca durante todo el juego.
Otro aspecto que personalmente me afectó fue la ausencia de los dados personalizados, una característica que le daba un toque estratégico y diferenciador a cada personaje. Para mí, esos dados eran un incentivo para probar diferentes personajes, ya que cada uno contaba con su propio dado, lo que añadía profundidad y personalidad a la elección. Al eliminarlos en Jamboree, siento que se ha perdido una oportunidad de enriquecer la experiencia estratégica, y espero que consideren traerlos de vuelta en próximas entregas.
En cuanto al juego en línea, es importante mencionar que experimenté problemas de conectividad a pesar de estar usando una conexión por cable LAN, lo cual debería garantizar una experiencia más estable. Sin embargo, en algunas partidas enfrenté una lentitud extrema que afectó considerablemente la jugabilidad. Esto puede ser un gran inconveniente para aquellos jugadores que no cuenten con una conexión sólida, ya que incluso una pequeña interrupción en la fluidez puede arruinar la experiencia, especialmente en un juego que depende tanto de la interacción en tiempo real.
Finalmente, y esto lo menciono con algo de pesar como fan de Bowser, me sorprendió negativamente su ausencia en los modos Bowseratlón y Brigada Anti-Bowser. Si bien han creado un Bowser impostor, me parece que no había ninguna razón para no incluir al verdadero Bowser en estas modalidades. ¡Sería el villano perfecto para estos modos!
Conclusión
¡Me parece que NDcube, el actual desarrollador de la saga Mario Party, ha demostrado con cada nueva entrega que está aprendiendo y mejorando, tomando en cuenta las opiniones de los fans para seguir evolucionando la franquicia. Mario Party Jamboree es un claro ejemplo de este enfoque. En esta entrega, no solo han logrado retomar muchos de los mejores elementos que han definido la saga a lo largo de los años, sino que también han introducido innovaciones que refrescan la experiencia y la hacen sentir más dinámica y actual.
Lo que hace especial a Super Mario Party Jamboree es que captura la esencia de lo que siempre ha sido Mario Party: un juego para disfrutar en compañía, repleto de caos, competencia y risas. La variedad de modos de juego, los personajes carismáticos, los tableros llenos de color y los minijuegos impredecibles aseguran que haya algo para todos. Incluso cuando algunos minijuegos pueden sentirse repetitivos o cuando surgen inconvenientes técnicos en el modo en línea, la diversión central sigue intacta. Y eso es lo que ha mantenido a la saga vigente por más de dos décadas.
Aunque no es un juego perfecto y tiene áreas que podrían mejorarse en futuras entregas —como el retorno de los dados personalizados o una mayor estabilidad en las partidas en línea—, Mario Party Jamboree sigue siendo un título que brilla por la diversión que ofrece, tanto en solitario como en grupo. Es un juego hecho para reuniones familiares, noches de amigos y esas partidas en las que lo impredecible se convierte en lo más emocionante.
En definitiva, creo que Mario Party Jamboree se convertirá en un imprescindible para cualquier fan de la franquicia y para quienes buscan una opción segura para pasar buenos ratos con amigos o familia. NDcube ha logrado consolidar en esta entrega lo mejor de la saga, haciendo que cada partida esté cargada de sorpresas, risas y rivalidades amistosas. Si bien hay detalles por pulir, Jamboree ha sentado una excelente base para el futuro de Mario Party, una base que seguramente seguirá mejorando en los años venideros.
RANK 4.5/5
Nuevamente quiero agradecer a Nintendo Latam por proporcionarnos una copia de Mario Party Jamboree para poderles traer esta reseña.
Si ven a un Bowser con mi nombre en las partidas… ¡No se olviden de saludar!
Noke