Hay una sensación que solo he tenido siete veces en la vida: el momento de estrenar una consola. La primera fue cuando tenía apenas seis años y tomé un control por primera vez, y la más reciente ocurrió hace unos días, al tener en mis manos la Nintendo Switch 2, después de tantos meses de espera.
Son pocas las experiencias que puedo recordar con tanta intensidad y viveza. No se trata solo de la felicidad que te provoca algo que te emociona profundamente, sino de la grandeza de un nuevo sistema que sabes que vas a exprimir durante horas, días, meses y años. Pero, ¿qué es un sistema nuevo sin un juego con el cual estrenarlo? Creo que, más allá de la consola, todos recordamos ese primer juego que tuvimos la fortuna de probar. En mi caso, fue Wii Sports en Wii o Super Mario 3D Land en la 3DS.
En esta ocasión, Nintendo apostó por Mario Kart, uno de los buques insignia de cada una de las consolas que ha lanzado al mercado. Me parece una decisión bastante inteligente, ya que durante tantos años Mario Kart ha sido ese juego que logra reunir a más de uno para unas divertidas —y muchas veces intensamente competitivas— carreras en karts.
Mi primer Mario Kart fue Super Mario Kart. Aunque no tenía con quién jugarlo, pasé horas disfrutando de las copas y participando en el modo batalla. Creo que no hay otro juego de Super Nintendo al que haya dedicado tanto tiempo. Luego llegó Mario Kart 64 que, aunque para mí no fue tan icónico como el primero, tuvo pistas inolvidables como Senda Arcoíris o el Castillo de Bowser.
Después de eso, no volví a jugar un Mario Kart hasta Mario Kart 7, que me acompañaba en casa y a todos lados con mi 3DS. Hasta la fecha, sigue siendo mi entrega favorita, incluso más que el 8, que jugué tanto en Wii U como en su versión Deluxe para Switch. Aunque esa edición es, sin duda, la encarnación más completa de la saga, nunca logró igualar la ilusión que me provocaba jugar con amigos en la portátil.
Ahora, con Mario Kart World, no solo revivo esa emoción de descubrir nuevas pistas, probar personajes, karts y modos de juego por primera vez. También se trata de mi primera experiencia con la Nintendo Switch 2, un recuerdo que me acompañará por muchos años y cuyas sensaciones atesoraré profundamente.
Antes de continuar con esta reseña, quiero agradecer a Nintendo Latam, quienes nos proporcionaron una copia del juego al equipo de Frames y nos permiten hoy compartirles esta experiencia.
Comenzamos
Mario Kart World es la duodécima entrega de la icónica saga de karts del universo de Mario, si contamos los lanzamientos de Mario Kart 8 Deluxe, Mario Kart Live: Home Circuit y Mario Kart Tour. Se trata del primer título desarrollado exclusivamente para la consola Nintendo Switch 2.
El desarrollo estuvo a cargo de varios equipos internos de Nintendo, con la colaboración de estudios como Monolith Soft, Bandai Namco, Imagica Geeq y 1-UP Studio. Un verdadero dream team reunido para alcanzar la ambiciosa visión que se tenía para esta nueva entrega.
Historia
El juego no tiene una historia como tal, ni siquiera una justificación para hacer competir a los personajes entre sí en una carrera de karts. Sin embargo, el modo Paseo Libre es lo más cercano que hemos tenido a una narrativa, presentando un sandbox que ofrece total libertad de exploración. En este modo, los jugadores pueden completar pequeñas misiones como los Objetivos P, activar los paneles ?, recolectar Monedas Peach y participar en persecuciones contra el Caco Gazapo.
Aunque ninguna de estas actividades incluye diálogos ni una trama definida —ni siquiera un objetivo más allá de entretener—, vale la pena mencionarlas por su similitud con mecánicas vistas en otros juegos de conducción e incluso en títulos de mundo abierto.
Jugabilidad
Aquí es donde realmente está el corazón del juego, y en esta entrega hay muchos matices que vale la pena desglosar. Cada título de la saga busca ofrecer una experiencia única, ya sea integrando una nueva mecánica o modificando lo suficiente la jugabilidad como para que se sienta diferente a sus predecesores.
En esta ocasión, Mario Kart World incorpora bastante de ambas cosas. A diferencia del anterior título principal (Mario Kart 8 Deluxe), se eliminan por completo las mecánicas de antigravedad y conducción submarina para dar paso a nuevas formas de movimiento: conducción sobre rieles, paredes y sobre la superficie del agua. ¿Y qué tiene esto de novedoso, si ya con la antigravedad se podía lograr algo similar? Aquí es donde empiezan las diferencias clave.
Un nuevo diseño de pistas
Ya no estamos frente a simples circuitos cerrados donde se dan tres vueltas y se pasa al siguiente. En Mario Kart World, todos los circuitos están interconectados mediante interludios que actúan como puentes de transición. Al completarlos, se accede al siguiente circuito, creando una sensación de recorrido continuo. En el caso de partidas en línea, si el siguiente circuito está demasiado lejos, simplemente comenzaremos desde allí sin necesidad del interludio.
Hasta 24 jugadores por carrera
Por primera vez en la saga, las carreras pueden incluir hasta 24 jugadores simultáneos, lo que vuelve cada competencia más intensa, caótica y competitiva.
Nuevos modos
- Modo Libre: Un sandbox de mundo abierto sin pantallas de carga, en el que se pueden explorar zonas con desafíos de distintos niveles. Superarlos permite desbloquear calcomanías y otros extras.
- Modo Supervivencia: Usa los interludios para crear un gran circuito continuo donde, tras cada tramo, se eliminan 4 jugadores hasta que solo quedan 4 en la carrera final.
Modos clásicos
También regresan los modos de siempre:
- Gran Prix: Aunque con algunas diferencias, mantiene la estructura básica de correr en cuatro pistas para ganar una copa. Están disponibles los modos 50cc, 100cc, 150cc y Espejo (este último se desbloquea al completar ciertos objetivos y presenta las pistas invertidas).
- Carrera VS: Totalmente configurable. Puedes ajustar la velocidad, dificultad, número de carreras, participación de CPUs y más.
- Contrarreloj: Ideal para quienes quieren mejorar sus tiempos en cada pista y competir contra sí mismos o fantasmas.
- Modo Batalla: Ya sea por globos o monedas, cuenta con 8 circuitos personalizados, una mezcla de pistas existentes adaptadas para el caos total con hasta 24 jugadores.
Nuevas mecánicas
Aunque ya mencioné que se han introducido nuevas formas de conducción, vale la pena detallarlas, ya que dominar cada una será clave para ganar.
- Salto cargado: Además del clásico derrape de tres fases, ahora se puede realizar un salto cargado presionando R o ZR. Aunque a simple vista parezca igual, su función es distinta: se usa para superar obstáculos, moverse por paredes o activarse en rieles. No ofrece tanta velocidad como el derrape, pero es esencial en ciertas situaciones.
- Rieles y paredes: Reemplazan la antigravedad. Al conducir sobre estos elementos, se carga un turbo automático que se activa si se salta. Si no se salta, el turbo se cancelará al acabar el riel. En las paredes, solo hay un par de segundos para saltar, pero puedes encadenarlos. Usar esta mecánica correctamente puede brindarte acceso a atajos clave y aumentar significativamente tu velocidad.
- Conducción sobre el agua: Ya no se conduce bajo el agua, sino sobre su superficie. Aquí, las olas pueden ser usadas para impulsarse con saltos estratégicos.
- Esquives aéreos: La clásica paravela de Mario Kart 7 es reemplazada por alas desplegables. Más allá del cambio visual, permiten hacer esquives aéreos que reposicionan ligeramente al personaje y mejoran la maniobrabilidad.
Detalles adicionales
Si vienes de Mario Kart 8 Deluxe, notarás varios cambios:
- Balanceo de objetos: Muchos ítems han sido nerfeados. La bala va más lenta, el rayo dura menos, el impacto de los caparazones es más suave, etc. También es más difícil detener un coche con un golpe lateral o ser expulsado tras tocar lava o paredes. Al principio parece un intento de hacerlo más accesible, pero en realidad es un ajuste necesario: con 24 jugadores, mantener el mismo poder destructivo haría las carreras injugables para muchos. Si te golpean con 7 objetos seguidos, necesitas tener alguna posibilidad de recuperación.
- Personalización de karts: Ya no puedes combinar libremente ruedas, carrocerías y paravelas. Cada kart viene con un set predeterminado, aunque sigue habiendo una gran variedad disponible.
Objetos
Muchos objetos clásicos están de regreso: caparazones verdes, rojos y los amadisimos caparazones azules *guiño guiño*, la Bill Bala, los champiñones normales y dorados, entre otros. Aunque han sido reequilibrados, mantienen su función tradicional.
Se suman también nuevos ítems:
- Caja de monedas: Al golpearla, deja monedas en el camino.
- Martillos: Se lanzan y actúan como obstáculos fugaces.
- Caparazón dorado: Sigue una ruta lanzando monedas y atacando a cualquiera que se cruce en su camino.
- Bola de Kamek: Convierte temporalmente a los jugadores en otros personajes. Al terminar la carrera desbloquearás a ese personaje.
- Alimentos: Funcionan como champiñones, pero su efecto depende de la cantidad. También cambian la apariencia de algunos personajes.
Otros objetos clásicos han sido modificados:
- Moneda: Ahora vale el doble. Aunque el máximo sigue siendo 20, afecta ligeramente la velocidad, y mantener ese tope será más difícil.
- Pluma: Escapo del modo batalla del que quedo atrapada después de Super Mario Kart y nuevamente nos permite tomar rutas alternativas durante las carreras.
- Rayo: Afecta solo a los jugadores que estén adelante, no a todos.
Gráficos
Once años después del lanzamiento de Mario Kart 8, finalmente vemos un salto gráfico significativo en la saga. Este avance no se percibe únicamente en la fidelidad visual, sino también en la ambición del diseño: Mario Kart World no se limita a ofrecer circuitos cerrados, sino que presenta un mundo interconectado que sería impensable en el hardware de la generación anterior.
Uno de los aspectos más destacables es la resolución, que alcanza hasta 1440p en modo dock y 1080p en modo portátil, acompañado de una paleta de colores vibrante y perfectamente equilibrada. La nueva pantalla LCD de la Nintendo Switch 2 es un salto importante respecto a la original, y ofrece una experiencia visual comparable —en términos de calidad cromática y contraste— a la versión OLED de la generación pasada.
Además, el juego se siente sumamente fluido, manteniendo una tasa de cuadros sólida incluso en situaciones con 24 jugadores simultáneos, 60 para ser precisos, efectos dinámicos y escenarios con múltiples elementos en movimiento.
Las pistas clásicas que regresan a esta entrega también han recibido un tratamiento visual profundo. No solo se han adaptado para incluir las nuevas mecánicas (como rieles o conducción sobre agua), sino que han sido rediseñadas desde cero para aprovechar las capacidades gráficas de la Switch 2. Un ejemplo evidente es Cielos Helados, una de las pistas más recientes introducidas originalmente en el Booster Course Pass de Mario Kart 8 Deluxe, que aquí luce espectacularmente mejor. Desde la iluminación hasta el detalle en la nieve y el cielo, se percibe como una versión completamente nueva y más viva.
Otro detalle que aporta mucha vida al mundo de Mario Kart World es el clima dinámico, una novedad que enriquece tanto la ambientación como la inmersión durante las carreras. Amo ver cómo, por ejemplo, empieza a llover o a nevar a mitad de una pista, y cómo el personaje que uso se va cubriendo de gotas o se llena poco a poco de nieve. Es un detalle sutil, pero que añade realismo, variedad visual y una sensación de que el mundo está verdaderamente vivo.
Dificultad
Es cierto que se extraña el modo 200cc, y aunque es posible que Nintendo lo incluya en el futuro mediante una actualización, su ausencia puede sentirse entre los jugadores más competitivos. Sin embargo, hay un aspecto particularmente destacable en Mario Kart World: la dificultad de la CPU parece adaptarse dinámicamente al nivel del jugador.
Por ejemplo, si un jugador no suele usar técnicas como el derrape, los rivales controlados por la IA tampoco lo harán con frecuencia. En cambio, si el jugador aprovecha cada recurso disponible para escalar posiciones —ya sean atajos, derrapes o impulsos bien ejecutados—, los oponentes también comenzarán a usar estrategias más agresivas y herramientas avanzadas. Este sistema de dificultad adaptativa logra mantener el reto constante sin importar la experiencia del jugador.
También vale la pena retomar lo mencionado anteriormente sobre los objetos. Aunque muchos han sido rebalanceados y se sienten menos potentes que en entregas anteriores, esto no significa que el juego se haya convertido en un paseo relajado. Todo lo contrario: con 24 jugadores en pista, las carreras pueden volverse extremadamente caóticas. En las partidas en línea, se nota especialmente cómo los jugadores que alcanzan los primeros puestos son constantemente bombardeados con caparazones, rayos, bombas, flores y otros objetos que dificultan mantener la delantera.
En este nuevo Mario Kart, mejorar realmente requiere práctica. Los atajos ahora son más técnicos y exigentes, y muchos de ellos requieren una ejecución casi perfecta para ser efectivos. Por eso, incluso sin el 200cc, me atrevo a decir que esta podría ser la experiencia más desafiante y compleja de toda la saga.
Contenido
Creo que habrá dos posturas muy claras —y opuestas— frente a Mario Kart World. Por un lado, puede parecer decepcionante que el número de circuitos se haya reducido a menos del 50% si lo comparamos con Mario Kart 8 Deluxe, especialmente considerando que este último ya tiene más de diez años de antigüedad. A esto se suma la ausencia de personajes icónicos como Diddy Kong, Kamek o los Koopalings, así como la falta de pilotos invitados de otras franquicias míticas como Animal Crossing, The Legend of Zelda o Splatoon. Es probable que estos huecos se llenen en el futuro mediante actualizaciones o expansiones, pero por ahora, sí se extrañan esas sorpresas que enriquecían la plantilla de corredores.
Por otro lado, se puede argumentar con razón que Mario Kart World es una experiencia más que completa. No solo se diseñaron nuevas pistas, sino que se construyó un mundo cohesivo donde cada circuito está interconectado y se integra perfectamente con los demás. Los interludios entre pistas podrían incluso contarse como recorridos adicionales, lo que eleva el número total de trayectos.
Además, el Modo Libre, disponible tanto en solitario como mientras se esperan partidas en línea, añade muchísimo contenido. Este modo incluye más de 300 desafíos y 400 secretos por descubrir, entre los que se encuentran los paneles «?» y los medallones de Peach, aportando horas de exploración y rejugabilidad.
La banda sonora también merece una mención especial: más de 200 temas musicales que incluyen remixes de clásicos de la franquicia, no solo de Mario Kart, sino de todo el universo de Mario. Es una verdadera joya para los fans de larga data. Escuchar versiones renovadas de temas provenientes de juegos como Super Mario Bros., Galaxy, 3D World, Odyssey y más, es un viaje nostálgico que vale la pena disfrutar por separado.
Aunque algunos favoritos estén ausentes, el reparto de personajes no se queda corto: contamos con 50 corredores, sin contar los atuendos alternativos que estarán disponibles para los personajes más emblemáticos. Para desbloquearlos todos será necesario completar copas, participar en el modo supervivencia y ser afectados por el poder de Kamek durante las carreras. Por su parte, los atuendos se desbloquean consumiendo alimentos especiales en distintas partes del mundo.
En cuanto a los circuitos, el juego cuenta con 7 copas (28 pistas) desbloqueadas desde el inicio. Para acceder a la octava copa final, será necesario completar las otras siete en cualquier modalidad. Y si deseas desbloquear el Modo Espejo, deberás además completar todas las copas en el Modo Supervivencia, cumplir al menos 10 desafíos P, y encontrar 10 paneles «?» y 10 medallones de Peach.
Lo positivo
Es posible que, si vienes directamente de Mario Kart 8 Deluxe, al principio Mario Kart World no parezca alcanzar el mismo nivel de excelencia. Pero con el tiempo —y tras unas cuantas carreras— es fácil empezar a valorar y tomar cariño por las decisiones del equipo de desarrollo. Estoy convencido de que, en unos años, este título será recordado como el mejor Mario Kart hasta la fecha, gracias a su profundidad, desafío y frescura.
Visualmente es un deleite. Tal vez influya el desgaste tras años de jugar Mario Kart 8, pero este lavado de cara le sienta perfecto a los escenarios, personajes y efectos visuales. Los detalles en las animaciones, la iluminación, el entorno y los climas dinámicos lo hacen sentir como un verdadero juego de nueva generación.
Uno de los detalles que más me encantó es que cualquier pista puede tener cualquier tema musical. Esto hace que cada carrera se sienta distinta y añade un elemento inesperado que mantiene la experiencia fresca, incluso cuando repites circuitos.
En cuanto al contenido, si bien 32 pistas pueden no sonar como mucho inicialmente, la experiencia total es muchísimo más rica. El Modo Libre, los personajes desbloqueables, los atuendos, los coleccionables, la banda sonora y los interludios entre circuitos elevan el volumen real de contenido de forma considerable. De hecho, esos interludios se sienten tan trabajados que podrían contarse como pistas extra.
Quiero destacar algo que personalmente valoro mucho: no todo está desbloqueado desde el inicio. Tenía tiempo sin sentir esa satisfacción de ir ganando contenido a base de esfuerzo. Aunque muchos jugadores prefieren tener todo disponible desde el primer momento, creo que más de uno —como yo— disfrutará volver a desbloquear elementos y sentir que cada progreso tiene recompensa.
Por último, un detalle que me pareció muy acertado es la implementación del Modo Libre en línea mientras esperas una partida. Esta función mantiene la atención de los jugadores, evita la frustración de los tiempos de espera y ofrece más oportunidades de exploración y descubrimiento.
Lo negativo
Aunque mencioné que el contenido de Mario Kart World es más amplio de lo que parece a simple vista, la realidad es que sigue dejando una sensación de incompletitud, especialmente si lo comparamos con Mario Kart 8 Deluxe. Es posible que esto cambie con futuras expansiones o actualizaciones —sabemos que Nintendo suele sorprender con contenido adicional— pero por ahora, el mundo que nos presentan no parece haber alcanzado su máximo potencial.
Por otro lado, hay varias ausencias notorias que se sienten como oportunidades perdidas. Por ejemplo, la imposibilidad de jugar en cooperativo local en el modo libre, lo cual limita la experiencia social en ese interesante sandbox. Tampoco contamos con la función de gameshare para compartir el juego con otros usuarios que tengan una Nintendo Switch 2, algo que en esta época sería bastante conveniente para jugar en familia o con amigos cercanos.
Además, aunque el modo libre ofrece una gran cantidad de misiones y desafíos, este puede volverse repetitivo con el tiempo. Es un modo ideal para sesiones cortas y casuales, pero al final termina sintiéndose más como un añadido extra que como una verdadera revolución dentro de la saga.
Conclusión
Mario Kart World representa un paso valiente y necesario dentro de la saga, arriesgándose a cambiar gran parte de la fórmula que ha divertido a generaciones. Aunque esos cambios puedan ser difíciles de aceptar al principio, con el tiempo se sentirán como la evolución natural y el camino correcto para la franquicia.
Las adiciones son espectaculares, y el apartado visual y sonoro es simplemente excelente. Si bien el juego presenta algunas ausencias importantes y puede que no justifique del todo su precio completo en esta primera etapa, la experiencia tiene un enorme potencial para crecer y consolidarse en el corazón de quienes le den una oportunidad.
Como ha sucedido con otros títulos de Nintendo, existe la posibilidad de que, al final de su ciclo de vida, Mario Kart World se convierta en la experiencia definitiva de la saga.
RANK 4.5/5
Solo queda esperar a que más amigos se unan para comprar el juego y así romper amistades al más puro estilo clásico de Mario Kart.