Cine Reviews | La Muerte De Un Unicornio

La Muerte De Un Unicornio

¿La muerte da valor a la vida o la vida da valor a la muerte? Si fuéramos inmortales, ¿la vida tendría el mismo valor? ¿La apreciaríamos igual al saber que no hay un final? ¿Tomaríamos las mismas decisiones? ¿Seguiríamos siendo las mismas personas? ¿Y si nuestra muerte implicara cierto sacrificio o heroísmo, aumentaría el valor de nuestra existencia? ¿O solo seríamos apreciados por lo que hicimos antes de fallecer? ¿Podría remediar nuestros pecados el hecho de hacer lo correcto al final?

La muerte de un unicornio, de Alex Scharfman, traslada una criatura mitológica al mundo moderno y plantea una realidad alterna donde presenciamos la reacción humana ante un milagro de la naturaleza.

Antes de continuar con esta reseña, quiero agradecer a Cine Canibal por la invitación al equipo de Frames a esta función tan sangrienta.

Elliot (Paul Rudd), abogado y padre soltero, pasa un fin de semana con su hija Ridley (Jenna Ortega) en una reserva natural protegida, apoyada por su jefe Odell y su familia. Este viaje servirá como introducción para que Elliot asuma el rol de nuevo administrador de la empresa, ya que el actual dueño se encuentra gravemente enfermo y sus herederos no están interesados en continuar con la administración. Le han pedido que lleve a su hija para conocerlo mejor como persona, aunque ella no está interesada ni en el trato ni en la comodidad económica; aún lidia con el reciente fallecimiento de su madre.

De camino a la cabaña opulenta en el bosque, por un descuido de Elliot, atropellan a un animal en la carretera: un caballo con un cuerno en la frente. En su desesperación, Elliot lo remata y lo guarda en la cajuela de la camioneta. Sin saberlo, ese será el inicio de una serie de extraños y grotescos sucesos provocados por el unicornio y por el lugar mismo.

La muerte de un unicornio es una comedia sangrienta que por momentos se siente como un slasher, y también tiene elementos dramáticos y de suspenso. Su premisa no es particularmente nueva dentro del cine de fantasía, pero intenta destacarse con giros de trama y cierto nivel de realismo.

Lo mejor de la película es que no aburre. Tiene chistes inteligentes y críticas al sistema de salud pública que al menos sacarán una sonrisa. En cuanto al terror, aunque no da miedo como tal, sí logra incomodar con la crudeza de algunas escenas. Al menos, habrá algo en esta película que agradará a cada espectador. Por cierto Griff es el besto character, ame sus escenas.

Aunque intenta innovar al mezclar la fantasía con la crítica social y ciertos elementos modernos, lo cierto es que la película termina sintiéndose poco original. Uno puede intuir cómo terminará desde muy temprano. Además, la mezcla de tantos géneros provoca una pérdida de identidad: en un momento estás riendo, y al siguiente todo se vuelve sombrío. Me dejó una sensación mixta. Esto se acentúa por el hecho de que, salvo el personaje de Jenna Ortega, los actores no generan mucha empatía. Si los ves como personajes serios, caen mal; si los ves como caricaturas cómicas, cumplen su función.

Recomiendo esta película solo si buscas escenas sangrientas, un poco de comedia y una representación poco convencional de los unicornios: no tan amigables con aquellos que no los respetan, con un toque de realismo dentro de una sociedad más preocupada por generar beneficios que por resolver verdaderos problemas.

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