La historia se mueve a veces como si fuera un videojuegos, con nuestros protagonistas yendo de un lugar a otro y superando obstáculos y venciendo a subjetes; saltando de traiciones y batallas a momentos de reflexión. Puede que en algunos momentos se sienta un poco forzada pero eso también le da un sabor único a la película.
Visualmente, Tierras Perdidas deslumbra con paisajes distópicos y criaturas tan originales como inquietantes, en una ambientación cargada de sombras y misterio. Los efectos especiales y el diseño de producción están bien logrados, lo que convierte cada escena en un verdadero festín para los ojos. Probablemente para alguna persona quisquillosa es demasiado CGI, pero creo que no hay otra manera de llevar ésta historia al cine.
Algo que podría mejorar en mi opinión son los secundarios, ya que siento que pudieron haber hecho mejor su trabajo. Tal vez si el director les hubiera dado un poco más de confianza y hacerlos destacar, pero realmente ahora que trato de recordar más actores, sólo me vienen a la mente Bautista y Jovovich.
Otra cosa en opinión de la gente con la que fui a ver la película, fue el ritmo. Creo que si bien no es una película de esas donde hay cámaras lentas a diestra y siniestra (¿me estás oyendo, Snyder?), hay personas que en el caso de películas de acción prefieren un ritmo más desenfrenado.
En resumen, la película no es mala en absoluto y cuenta con actuaciones sólidas de Milla Jovovich y Dave Bautista, quienes le dan a la historia el empuje necesario para sostenerla, a pesar de que en algunos momentos se podría afinar más el guion. Se trata de una experiencia cinematográfica entretenida y con un encanto especial, ideal para quienes buscan una historia de vaqueros post apocalípticos en ésta Semana Santa.
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Zacek