Cine Reviews | Minecraft

3 de abril, 2025
Siempre habrá opiniones divididas. Pero algo que he aprendido con los años es que, hasta no ver el producto con tus propios ojos, no puedes tener una opinión certera. Y lo más curioso es que, a veces, tu percepción puede ir completamente en contra de la mayoría.
Recuerdo cuando se anunció el proyecto: internet explotó en teorías, chistes, y sí, bastante hate. Y cómo no, si adaptar uno de los videojuegos más libres y abstractos de la historia parecía imposible. ¿Cómo conviertes un sandbox donde tú creas la historia… en una historia con guion, personajes y estructura? Y encima le sumamos un cast que muchos no entendieron al principio: Jack Black como Steve y Jason Momoa como un personaje nuevo, Garrett. Parecía una apuesta rarísima.
Antes de comenzar esta reseña quiero agradecer a Warner Pictures México por la invitación para ver esta película.
Y entonces, ¿esta adaptación funciona?
La película arranca en el mundo real, donde Steve nos representa a muchos de nosotros en una apuesta súper resumida pero efectiva que incluso te hace preguntar a ti mimos, ¿eres feliz con tu vida? enseguida entr Garret (Momoa)quien tiene una tienda de videojuegos clásicos que es una joya para cualquier fan retro. Hay cartuchos de NES, arcades polvorientos, y hasta guiños a títulos olvidados. Es ese tipo de lugar que parece sacado de un recuerdo cálido, de tardes de infancia rodeado de píxeles. Eso ya te dice algo: esta película no es solo para niños que juegan Minecraft hoy, sino también para los que crecimos viendo cómo el gaming evolucionaba.
Cuando los personajes son transportados al universo de Minecraft, la magia empieza a full. El diseño visual es brutal: los bloques, los mobs, los biomas, todo está llevado con un nivel de respeto al material original que emociona. Se siente como una carta de amor al juego, no una parodia ni una apropiación. Desde los árboles perfectamente cúbicos hasta las cavernas iluminadas por antorchas, todo es reconocible. Pero más allá de lo estético, lo que conmueve es cómo manejan las mecánicas del juego como parte del relato.
Hay una escena donde Jack Black, como Steve, tiene que explicar cómo usar una mesa de crafteo, y no solo es útil para quien no juega, sino que también es graciosa y meta para los que sí. Lo mismo pasa con los ítems: la espada de diamante, los bloques de redstone, los ender pearls, los pistones, el portal al Nether, cada cosa aparece como una pieza más del universo, no como un simple easter egg. Y para los que conocen el juego, ver estos elementos usados con lógica interna y narrativa es un placer absoluto.
Y sí, hablemos de lo más inesperado: la química entre Jack Black y Jason Momoa. Son polos opuestos que se complementan. Black trae esa energía juguetona, torpe y adorable que le conocemos, mientras que Momoa le mete músculo, pero también una ternura escondida detrás de su fachada ruda. Juntos te hacen reír, pero también te involucran emocionalmente en la aventura.
A medida que avanzan, hay momentos de construcción, de combate, de caída y redención. Hay silencios que se sienten como esos momentos del juego donde estás picando piedra solo, escuchando la música relajante, y momentos de caos cuando llega un Creeper y todo explota (literal y figuradamente). La peli captura eso. Esa vibra tan única de Minecraft, donde puedes pasar de la calma absoluta al desastre total en segundos.
Y cuando llega el clímax… sí, se siente un poco exagerado y loco, pero ¿no es esa también la esencia del juego? Empezar desde cero, cometer errores, reconstruir. Morir en la lava y volver con una armadura mejor. La película abraza eso, y lo convierte en un mensaje sobre la creatividad, el trabajo en equipo y la resiliencia.
¿Es cine de autor? No. ¿Es una revolución narrativa? Tampoco. Pero es una experiencia genuina, con alma gamer, que entiende a su público y que no se burla de él. Y eso ya la pone por encima de muchas otras adaptaciones.
Y como ya lo dije una vez, incluso sin ser fan de la franquicia como yo, la vas a disfrutar mucho.
#MinecraftLaPelícula
Vívela en cinépolis
Dios Gokú