30 de abril, 2025

El cine es una experiencia que se vive en muchos sentidos: desde la emoción, el drama y el suspenso, hasta la introspección. A través del cine nos inspiramos, reflexionamos, mejoramos y, en muchos casos, nos entendemos a nosotros mismos. Lo mejor es que estas experiencias no son necesariamente individuales; en su mayoría, son compartidas y Disney Junior Cinema Club nos trae una de esas vivencias compartidas. No se trata solo de una función de cine, sino de una experiencia interactiva que hará cantar, gritar y disfrutar tanto a niños como a adultos con algunos de los mejores episodios de Spidey y sus sorprendentes amigos, Ariel, Winnie Pooh y Bluey.

Antes de continuar con esta reseña, me gustaría agradecer a Cinépolis y +Que Cine por la invitación que hizo llegar a la redacción de Frames para la realización de esta reseña.

Centrarse únicamente en el contenido proyectado dejaría esta reseña incompleta, ya que, como mencioné anteriormente, Disney Junior Cinema Club es una experiencia integral, profundamente familiar, que fomenta el acercamiento entre grandes y pequeños a través de actividades como acertijos, canciones, ovaciones y las aventuras entrañables de los personajes de Disney Junior.

En cuanto al contenido, es justo decir que está muy bien cuidado. Disney siempre ha puesto atención especial en la calidad estética y narrativa de sus producciones. Aunque los adultos no sean el público objetivo de estas historias, debo admitir que muchas de ellas resultan genuinamente divertidas, sin importar la edad. Y aquí me detengo especialmente en Bluey. De todos los episodios, canciones y dinámicas presentadas, fue el que más me resalta desde mi perspectiva. Me parece sorprendente la manera en que, siendo una serie para niños, Bluey logra tocar las emociones de los padres, conectando con sus experiencias y relaciones con los más pequeños. Además, incluye algunos chistes excelentemente trabajados. Definitivamente, Bluey te ganaste un nuevo fan.

Pero más allá del contenido, lo que realmente hace especial a Disney Junior Cinema Club es la posibilidad de construir recuerdos. En una época en la que las pantallas muchas veces aíslan más de lo que unen, encontrar espacios como este, donde el entretenimiento promueve la interacción y el juego entre padres e hijos, es valioso. Reír juntos, cantar, sorprenderse o simplemente mirarse cómplices ante un momento divertido, fortalece vínculos que trascienden la función misma.

Por todo ello, Disney Junior Cinema Club es una actividad familiar que sin duda recomendaré a cualquiera que desee compartir un excelente momento de esparcimiento con los más pequeños del hogar, y permitirse, al menos por un rato, volver a sentirse niño.

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Adol Tribbiany