Cine Reviews | Apocalipsis Zombie: Paciente Z

30 de abril, 2025
Yo siempre he preferido las experiencias de terror en los videojuegos; hay una inmersión que es difícil de replicar en la pantalla grande. Y aunque los efectos son mucho mejores y las escenas están mejor coreografiadas y ejecutadas, nada puede reemplazar la sensación de ser el protagonista y explorar todo desde una perspectiva propia. Apocalipsis Zombie: Paciente Z, de David Moreau, para mi sorpresa, logró igualar esa sensación. Al utilizar una sola toma para toda la película, realmente te pone en la posición de los protagonistas y ningún momento se desperdicia.
Antes de continuar con esta reseña, quisiera agradecer a Dark Side Distribution por la invitación al equipo de Frames.
Romain está por celebrar su cumpleaños. Regresa a casa después de probar una nueva droga con sus amigos y, en el camino, al detenerse para limpiar una mancha en el coche de su padre, se encuentra con una chica que parece estar huyendo de algo. Como no puede arriesgarse a interactuar con la policía, decide llevarla por su cuenta al hospital. Sin embargo, durante el trayecto, la chica —sin lengua—, tras intentar de muchas formas explicar qué le sucede, se apuñala la garganta repetidamente, derramando su sangre en el coche. Romain, completamente asustado, llega a casa y, al no poder evadir a su novia y amigos, se ve obligado a dejar el coche, la ropa ensangrentada y a la chica, que por alguna razón parece haber sobrevivido a todo el altercado. Hay algo que nadie sabe acerca de este incidente, pero serán las consecuencias las que hablen por sí solas.
Apocalipsis Zombie: Paciente Z es una película de terror del subgénero apocalipsis zombi, como bien lo indica su título. Sin embargo, hay algo que la distingue de muchas otras: desde el inicio hasta el final, la historia transcurre en una sola toma, sin ningún tipo de corte, lo que nos brinda una perspectiva continua y completa de los acontecimientos.
Esta decisión técnica aporta una inmersión pocas veces vista en este tipo de películas. La tensión nunca se interrumpe y, aunque al final no sean tantos los sustos tradicionales, creo que para la mayoría será suficiente para mantenerlos atentos de principio a fin. Funciona especialmente bien en las escenas donde un personaje se transforma. No se trata de la típica metamorfosis repentina, sino de una especie de crónica de la degeneración mental de los infectados, quienes poco a poco pierden su humanidad al mismo tiempo que adquieren una fuerza física sobrehumana. Lo más inquietante es que no pierden por completo la capacidad de comunicarse, lo que los hace especialmente peligrosos y engañosos.
Como punto negativo, el hecho de que toda la película esté grabada en una sola toma resalta algunos errores técnicos, como la falta de estabilización de la cámara. Esto, si bien aporta una sensación de realismo y urgencia, puede llegar a marear al espectador. También quedan algunas preguntas sin respuesta, como el rol de la organización que persigue a los protagonistas y su relación con el origen de la infección.
Me llevé una grata sorpresa. Siempre me han gustado las películas que muestran el inicio de un apocalipsis, pero esta fue más allá, especialmente con la representación de la transformación, que me pareció terrorífica y, hasta cierto punto, una de las más realistas que he visto.
A los amantes del terror se la recomiendo encarecidamente. Para mí, es la mejor película de terror que he visto este año. En ningún momento me sentí en paz con lo que veía; siempre estuve en tensión, esperando lo peor. No se detuvo hasta el final, y sin recurrir a los clásicos jumpscares, logró aterrarme como aquellas películas que me asustaban cuando era niño.
Una pequeña advertencia: además del terror y la violencia, la película contiene escenas de desnudez, por lo que se recomienda precaución si se planea verla con menores de edad.
Noke