27 de febrero, 2025

En el mundo de la animación, pocas películas logran capturar el corazón del público con una historia sencilla pero llena de alma. Los Pérez-Osos es una de esas joyas que, con su mezcla de humor, ternura y una lección de vida, deja una huella profunda en quienes la ven. Dirigida por Tania Vincent y Ricard Cusso, esta producción australiana nos lleva de la mano a una aventura donde la familia, la tradición y la perseverancia son el verdadero motor de la historia.

Antes de continuar con la reseña, quiero agradecer a Imagem Films México por la invitación para ser de los primeros en disfrutar de este contenido.

La trama nos presenta a Laura, una joven perezosa de doce años que vive con su familia en un pequeño restaurante. Todo cambia cuando una tormenta destruye su hogar y los obliga a mudarse a la bulliciosa Sanctuary City. Lejos de rendirse, la familia decide reinventarse y poner en marcha un camión de comida para recuperar lo que perdieron. Sin embargo, no todo será fácil, ya que deben enfrentarse a Dotti, una guepardo ambiciosa que quiere monopolizar la industria con su comida rápida y sin alma.

La historia brilla porque, aunque su premisa parece sencilla, transmite un mensaje poderoso. Habla de la importancia de luchar por los sueños, de mantener vivas las tradiciones y de cómo la unión familiar puede superar cualquier obstáculo. Laura es el reflejo de la determinación, su familia representa el amor por lo auténtico y Dotti es el símbolo de la competencia despiadada que muchas veces enfrenta lo tradicional con lo moderno.

La animación de Los Pérez-Osos es un deleite. Cada escena está llena de color, con un diseño que refleja perfectamente la esencia de cada personaje y escenario. Los perezosos tienen un movimiento relajado pero expresivo, mientras que Dotti y su mundo de negocios son todo lo contrario: rápidos, fríos y calculados. Sanctuary City es un lugar vibrante donde se siente la diferencia entre lo artesanal y lo industrial, logrando una ambientación que complementa la historia a la perfección.

El doblaje en español cumple bien su función, con interpretaciones que transmiten emoción y dan vida a los personajes. Lolita Cortés aporta una presencia imponente a Dotti, mientras que Faisy y Mariazel brindan calidez a Manny y Gabriella, logrando que cada personaje se sienta auténtico y cercano.

Los Pérez-Osos es mucho más que una historia divertida. Es un recordatorio de que las pequeñas cosas tienen un gran valor, que la perseverancia rinde frutos y que lo hecho con amor siempre encontrará su lugar en el mundo. También resalta la lucha de las pequeñas empresas familiares contra los gigantes comerciales, un tema que, aunque enmarcado en una película animada, tiene un gran peso en la realidad.

Los Pérez-Osos es una película que emociona, divierte y deja un mensaje duradero. Con una animación hermosa, personajes entrañables y una historia que resuena en el corazón, se convierte en una experiencia que vale la pena vivir. No importa la edad, su encanto y mensaje universal logran tocar las fibras más sensibles de cualquier espectador. Es un recordatorio de que lo importante no es la rapidez con la que llegamos a la meta, sino el amor y el esfuerzo que ponemos en el camino.

En resumen, a los pequeños estoy seguro que les encantará.

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Dios Gokú