21 de febrero, 2024

Oshi no Ko ha sido un fenómeno dentro del mundo del anime y el manga desde su lanzamiento, impulsado por el éxito del autor de la obra, Aka Akasaka quien ya había alcanzado la fama con su obra Kaguya-sama: Love Is War.

Desde el inicio, la trama capturó al público gracias a la combinación de una crítica incisiva al mundo del espectáculo japonés, especialmente el relacionado a las idols, una comedia bien equilibrada, una historia que mezcla romance con un drama profundo, misterio y una historia de venganza, y que con el estreno del anime, la popularidad de la serie se vio aún más potenciada gracias a su banda sonara, en la que destaca Idol YOASOBI una canción que rápidamente se convirtió en un éxito global, rompiendo barreras dentro de la música japonesa.

Con este impacto, no fue una sorpresa el anuncio de una serie live action que adaptara la historia, la cual ahora llega a su conclusión en OSHI NO KO: El Último Acto.

Antes de continuar, quiero agradecer a Cinépolis por la invitación que hicieron llegar a la redacción de Frames para la realización de esta reseña.

OSHI NO KO: El Último Acto marca el desenlace de la adaptación live action, y desde el principio es evidente que está pensada principalmente para aquellos que ya están familiarizados con la obra. No obstante, aunque de forma apresurada, la película logra poner al tanto al público en general sobre los acontecimientos previos, enfocándose especialmente en la historia de Ai Hoshino, una idol y madre de los protagonistas Ruby y Aqua Hoshino, su trágica muerte y el misterio que rodea su trágico final.

Esta es una historia llena de matices, envuelta en un atractivo visual que emula el mundo de las idols: música espectacular, rostros hermosos, vestuario llamativo y esta aura cute y linda que representa tanto este género. La película logra transmitir estas sensaciones, como si fuera la representación de una idol en sí misma.

Sin embargo, para quienes no han seguido la historia desde el principio, podria resultar difícil conectar completamente con la intensidad emocional de la película, debido a la naturaleza del largometraje y su relación con las partes previas de la obra, ya que como mencione, esta es la conclusión de una historia más extensa,  por lo que algunos momentos pueden sentirse comprimidos, o menos intensos si se carece del trasfondo adecuado.

Para los fans de la obra, OSHI NO KO: El Último Acto ofrece un desenlace sorprendente, donde el drama y las revelaciones mantienen al espectador en un estado constante de expectación. Es una película hecha para quienes han acompañado la historia desde el inicio, y sin duda, no los decepcionará.

Este cierre reafirma el impacto de Oshi no Ko en la industria del entretenimiento y deja claro por qué ha roto tantos estándares.

Agradezco nuevamente a Cinépolis por brindarnos la oportunidad de disfrutar este desenlace en sus salas. Personalmente, ha sido una historia que me ha atrapado desde el primer momento.

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Adol Tribbiany