Cine Reviews | Paddington: Aventura en la Selva
16 de enero, 2025
¿Quién tiene más de 50 años, es conocido en todo el mundo y ha unido a países tan diferentes como Perú y Reino Unido? No, no se trata de algún político o alguna personalidad religiosa. Estoy hablando nada más y nada menos que de un adorable oso nacido en Perú y que vive en Reino Unido, de nombre Paddington.
Antes de entrar de lleno a la reseña, el staff de Frames agradece a Sony Pictures por la invitación que nos hizo llegar a la redacción.
Seré sincero y diré lo que pensé en su momento: las películas de Paddington son una anomalía. Es más, ni siquiera tenían porqué haber hecho una secuela de la primera, estrenada en 2014. Pero Paddington en el cine se toma muy en serio lo que es una película familiar, y si las dos primeras son de las películas más queridas de todos los tiempos, Paddington: Aventura en la Selva, también formará parte de ese grupo.
La historia de Paddington comienza en una serie de libros escritos por el autor británico Michael Bond en 1958. Los niños británicos de todo el mundo se enamoraron de la naturaleza gentil de Paddington y su curiosidad ingenua, lo que convirtió a un simple osito en uno de los personajes de ficción más conocidos y queridos de la historia británica. Entonces, como Winnie the Pooh antes que él, Paddington tuvo su propio programa de televisión y, finalmente, películas. Y como es el caso con tantos otros personajes y franquicias infantiles, el público no estaba demasiado contento con la noticia de que Paddington se adaptara para la pantalla grande, probablemente porque hemos visto tantas otras franquicias infantiles destruidas por la interferencia de los estudios (no mencionaré alguna para evitarnos la pena de recordar dichos bodrios). Paul King, el director de las primeras dos películas, no tenía experiencia creando contenido para toda la familia, y el primer trailer no tenía muy buena pinta ni buena recepción en su momento. Al final, las películas demostraron que Paddington en el cine era tan o más encantador que en los libros y en la televisión, y fue conocido a nivel mundial, ganó más seguidores y se ganó el derecho de estrenar su tercera pelícua: Paddington: Aventura en la Selva, que a continuación reseñaremos.
Nuestra historia comienza con Paddington recibiendo su pasaporte, lo cual le permitirá viajar a otros países, siendo ya un ciudadano en toda la regla del Reino Unido, y recibiendo casi al mismo tiempo una carta de su tía Lucy, quien vive en la Casa Hogar para Osos Retirados en Perú. Al mismo tiempo, la señora Brown, madre adoptiva de Paddington y jefa de la familia (esta vez interpretada por Emily Mortimer, en ausencia de la increíble Sally Hawkings, quien señala que había terminado su etapa en ese papel), se encuentra preocupada porque sus hijos, Judy (Madeleine Harris) y Johnathan (Samuel Joslin) están creciendo y la unión familiar de antaño ya no es la misma.
Entonces, la familia Brown recibe una carta de la madre superiora (Olivia Colins, simplemente genial) de la Casa Hogar, en donde les avisa que la Tía Lucy extraña mucho a Paddington y actúa de manera rara últimamente. Esto es aprovechado por la señora Brown, quien sugiere que toda la familia vaya a Perú, ya que sería una excelente oportunidad para que la familia estreche lazos una vez más, como la familia unida que antes fueron.
Una vez que llegan a Perú, la familia se encuentra con la noticia de que la Tía Lucy se perdió en la selva. Lo único que queda de ella son sus lentes, con los cuales además de no ver nada, nunca sale sin ellos, y una pulsera extraña. Paddington descubre un mapa y decide ir en búsqueda de la Tía Lucy a la Roca Rumi. La madre superiora los anima a ir en su rescate, y es ahí donde comienza nuestra aventura.
Si bien la película sigue la estructura de aventuras en la selva de un grupo de conocidos que ya todos conocemos, realmente para mí donde empieza a brillar es en cuanto aparece el guía de turistas y dueño de un barco de expediciones, el señor Hunter Cabot, intepretado por el gran Antonio Banderas, ya que de verdad se encarga de levantar la película y de darle un tono mucho más cómico y ameno al periplo de la familia Brown. Es refrescante ver cómo disfruta de su papel y lo natural que lo hace, con el mínimo esfuerzo de su parte.
Paddington: Aventura en la Selva, es una película familiar con algo para todos, y a pesar de que ya no está al mando el director de las dos películas anteriores (Paul King) y ahora el que lleva el cargo es Dougal Wilson (la verdad no recuerdo algo relevante que haya hecho este amigo), hace un buen trabajo al tomar la estafeta y continuar con el tono familiar y amable de la película en esta ocasión. Además de que contó con el apoyo de Paul King en cuanto al guión.
Como siempre, el oso que da nombre al film está representado de forma hermosa y realista, haciéndolo entrañable y memorable; el resto del reparto interactúa con él de forma impecable, lo cual al menos a mí me hace olvidar por completo que Paddington no es en realidad una persona o un oso real, algo que pocas películas pueden hacer con éxito. Todos los involucrados parecen saber exactamente lo que están allí para hacer. Se toman en serio la película sin tomarse en serio a sí mismos, lo que crea ese tipo de atmósfera mágica que mantiene el tono de la película exactamente donde tiene que estar, justo en medio de la fantasía tonta y la sinceridad real y fundamentada.
Sin embargo, debo admitir que en retrospectiva, me ha gustado menos que las dos películas anteriores. Y no se trata del factor sorpresa o de que haya perdido las ganas de ver a Paddington en pantalla. Es sobre el ritmo y los gags de la película. Como mencioné antes, siempre que aparece Antonio Banderas a cuadro, mi atención vuelve al cien y da un soplo de aire fresco a la narrativa. Pero cuando él ya no está, la película deja de ser un poco divertida. La Madre Superiora es muy divertida, pero creo que en alguna ocasión es un poco “too much” para mí. Pasa algo similar a lo que hizo Jim Carrey en las películas de Sonic, ya que de verdad vemos que el amigo se la está pasando genial con sus escenas, y que disfruta reírse de sí mismo. Spoiler: también tendremos la gozada de ver a varias personas interpretadas por Banderas como Jim Carrey lo hizo en Sonic 3, pero desafortunadamente son tan pocas y breves, que me quedé con ganas de más.
Visualmente es exquisita, y no le encuentro ningún fallo, ya sea en los efectos especiales tanto con Paddington como en entornos. Algo que debo destacar, es que gran parte de la película está filmada en locaciones reales, tanto en Perú como en Colombia, y es algo que se agradece en una época en la que los estudios prefieren utilizar recursos como la pantalla verde o el domo; así como lo hizo Wicked, se nota que casi todo lo que se ve en pantalla fue creado de cero y es palpable y real, y al menos a mí me da gusto que se tomen la molestia para hacer escenarios reales.
En cuanto la cinematografía, podría decir que cumple para el tipo de película familiar que es, y aún así disfruté tomas exquisitas de algunos paisajes de Perú que me hicieron pensar “¿porqué no conozco Perú a estas alturas de mi vida”; realmente destacan la belleza de lugares llenos de vida y naturaleza.
Aún con algunos pequeños problemas de ritmo y de edición, Paddington: Aventura en la Selva, me hizo disfrutar mucho, reírme sin control (mención especial a las referencias a “Cazadores del Arca Perdida”y a “La Casa que Cae” de Buster Keaton sea de paso) y sorprenderme con los giros de tuerca que tiene la historia al final, que si bien son lógicos, lograron dejarme con la boca abierta durante las revelaciones. Es bonito siempre que te expliquen el porqué de todas y cada una de las cosas que sucedieron a lo largo del viaje, y que nada quede sin explicación.
Desde la redacción de Frames recomendamos ampliamente Paddington: Aventura en la Selva, sean o no seguidores del famoso osito, ya que como lo dije antes, hay algo para cada quien y es un viaje emotivo y divertido que se enaltece cuando Antonio Banderas llena la pantalla y nos deja con un mensaje muy profundo al final: el verdadero tesoro es aquel que para nosotros es lo más valioso, sin tener que ser el dinero o riquezas; podría tratarse de tu familia, de tu pareja, de tu perro, mermelada de naranja o lo que cada quien considere importante.
Si eres fan de Paddington, te sentirás en casa (como Paddington regresando a Perú) ya que prácticamente todo el universo de personas alrededor de Paddington regresa en ésta divertida película para toda la familia. Si disfrutaste las dos películas anteriores, verás que ésta es diferente y única, y que vale mucho la pena verla en la pantalla grande.
Zacek