23 de enero, 2024

Desde tiempos inmemoriales, los hombres lobo han ocupado un lugar especial en el imaginario colectivo. Criaturas atrapadas entre dos mundos, lo humano y lo bestial, han sido símbolos de lo indomable en la naturaleza del hombre. Su mito, nacido en leyendas europeas, se ha reinventado una y otra vez, desde los cuentos junto al fuego en las aldeas hasta las pantallas de cine y televisión.

Con Hombre Lobo 2025, una nueva interpretación emerge. ¿Logra capturar la esencia de esta criatura atemporal o nos ofrece algo completamente inesperado? La respuesta radica en su capacidad para conectar con nuestras emociones y nuestra fascinación eterna por lo salvaje.

Antes de comenzar con esta reseña quiero agradecer a Universal Pictures México por extender la invitación a la redacción de Frames a la función de prensa.

Desde el primer acto, las actuaciones destacan por su intensidad y profundidad. El elenco logra transmitir la lucha interna de los personajes, especialmente del protagonista, cuya transformación física y emocional te mantiene al filo de la butaca y realmente si sientes feo como comienza su proceso. Su interpretación no solo hace palpable el tormento de convertirse en algo inhumano, sino que también explora las complejidades de las relaciones humanas bajo esta maldición que a pesar de que sabemos cómo funciona no te exime de sentir ñañaras.

La fotografía, por su parte, es buena aunque no llega a ser deslumbrante, tiene un estilo único que sabe explotar los tonos oscuros y las luces neblinosas para crear una atmósfera inquietante, sin embargo, e importante puntualizar que después de la primer hora podrías extrañar ver la luz natural, de cierta forma podríamos considerarlo que se hizo a propósito para sentir el feeling que los personajes están viviendo. Los paisajes nocturnos, ofrecen un marco casi onírico que recuerda a las viejas leyendas contadas a la luz de una fogata. Las escenas de transformación, aunque sutiles en comparación con los despliegues visuales de otras cintas del género, tienen un toque artístico que prioriza la emoción sobre el impacto gráfico, permitiendo que la narrativa fluya con naturalidad.

Yéndonos del lado de la trama, ésta sigue a Blake Lovell mientras lucha contra una maldición que lo convierte lentamente en la misma criatura que intenta proteger a su familia, y para ello debe enfrentar varios obstáculos . La película transcurre en un paisaje aislado y opresivo, con un guion que equilibra cuidadosamente la tensión emocional y los elementos de terror.

En conclusion puede decirles que la película es buena, quizás cae en algunas escenas con cierto cliché que estoy seguro que cuando las veas las identificarás, sin embargo, no afecta la plenitud de la trama.

Agradezco de nuevo a Universal Pictures México por la invitación.

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Dios Gokú