Cine Reviews | La contadora de películas

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28 de noviembre, 2024

Seguramente has escuchado a algún familiar, amigo o conocido en Latinoamérica compartir historias de calamidades propias de nuestra región. Padecer pobreza, enfrentar la falta de oportunidades o renunciar a un sueño para sobrevivir son realidades que han marcado a muchos. La contadora de películas nos recuerda que, aunque estas situaciones no han desaparecido, han cambiado en los últimos 50 años, en su mayoría, para mejor.

Antes de continuar, quiero agradecer a Diamond Films México por invitar al equipo de Frames a este filme tan especial.

La contadora de películas es un drama familiar chileno ambientado en las décadas de los 60 y 70. María Margarita, la protagonista, narra la historia de su familia, los Castillo: un hogar conformado por los padres y sus cuatro hijos, tres varones y la más pequeña, María.

¿Qué hacía especial a esta familia? Su desinhibida pasión por el cine. Religiosamente, cada domingo se reunían para ver una película, y cada integrante tenía su género favorito. Sin embargo, todo cambia un fatídico día cuando el padre, trabajando como minero en un remoto poblado salitrero de Chile, sufre un accidente en una explosión que lo deja incapacitado para caminar. Sin recibir compensación económica, la familia se ve obligada a recortar gastos y decide enviar al cine solo a una persona cada semana.

Cuando llega el turno de María, descubren su talento innato para narrar películas con una expresividad que recuerda a una obra teatral. Conmovidos por su habilidad, la nombran “La contadora de películas”. Su fama crece, y poco a poco, se convierte en una figura reconocida en el pueblo.

El guion está cargado de giros negativos en la vida de María Margarita. Desde su niñez (interpretada por Alondra Valenzuela), su adolescencia, y hasta su vida adulta (encarnada por Sara Becker), la historia enfrenta a la protagonista a una serie de desafíos desgarradores. A pesar de ello, el filme aborda estas situaciones con crudeza, pero sin caer en sentimentalismos exagerados que busquen manipular al público. Los personajes enfrentan adversidades cada vez mayores, pero la narrativa evita estancarse en un único conflicto.

La directora Lone Scherfig se encargó de trasladar al cine la esencia del poblado descrito en la novela homónima. Cada personaje está perfectamente caracterizado en vestuario y peinado, destacando el aislamiento y la aridez del desierto chileno, donde el único recurso es el salitre.

Uno de los mayores aciertos es el diseño de producción. Desde el primer instante, la película sumerge al espectador en una época distinta, con un realismo que captura la visión del autor de la obra original. Las actuaciones también son sobresalientes, especialmente las de Medardo, el padre; Mariano, el hijo, en su versión joven; y María Margarita, quien lleva el peso emocional de la historia a través de ambas actrices.

No podría describir a esta cinta como menos que atrapante. Sin embargo, su guion está impregnado de modismos chilenos que pueden dificultar la comprensión para quienes no están familiarizados con ellos. En mi caso, repasar mentalmente los diálogos interrumpía la inmersión por momentos, aunque para quienes estén acostumbrados, esto no será un problema.

Recomiendo ver esta película no con la idea de enfrentar una avalancha de tragedias, sino como una historia de resiliencia. Es el relato de una joven que se rehúsa a rendirse y que, a través de su talento para contar historias, logra transformar su realidad y la de quienes la rodean, sean estas historias reales o inventadas.

Noke

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