Jugabilidad

Una de las principales mecánicas que introduce este DLC es el uso de “fragmentos de árbol umbrío” y “cenizas de espíritu venerado”. Las primeras se usan aumentar el daño que generas en enemigos a la vez que se reduce el daño recibido; las segundas permiten seguir escalando el nivel de los espíritus de ceniza +10, también brindan mayor fuerza a las invocaciones e incrementan la salud de Torrent.

Esta mecánica no es obligatoria, tampoco sustituye el uso de runas para aumentar de nivel (aunque sí me parece que, hasta cierto punto, la vuelve secundaria) pero sí ofrece un balance en la dificultad dentro del DLC ya que su uso no afecta los stats fuera del Reino de las Sombras.

Al respecto, tengo que decir que inicié el DLC con nivel 194 y varías armas mejoradas a +9. Es decir, tengo un nivel alto que se refleja en los combates con los enemigos que me encuentro en el camino, pero cuando se trata de jefes, me siento con la necesidad de subir más de nivel, para infligir más daño o resister más golpes. Es ahí cuando veo la genealidad de esta mecánica ya que el juego logra crear un equilibrio para todos los jugadores, ya sea que ingresen con el nivel recomendado (+- 150) o “sobrados” de nivel como es mi caso (+190).

Estos no son los únicos items que se incorporan en esta expasión, también encontraremos nuevas armaduras, hechizos, cenizas, cenizas de guerra y materiales. Obviamente se expande el inventario de armas pero además, tenemos nuevas clases de estas para explorar otras formas de pelea.

Y mis favoritos, los talismanes. A lo largo de este reino sombrío encontraremos nuevos talismanes que, por sus cualidades, me han parecido de lo más útiles para superar los desafíos que ya hubiera querido yo que nos los hubieran dado desde el juego base.

En cuanto al mundo que nos espera, Shadow of the Erdtree invita a la exploración, a ir más allá, a desviarse del camino trazado para descubrir nuevas zonas o simplemente, para saber qué hay del otro lado. Y al jugador que se atreve, lo premia.

Aunque, a diferencia del juego base, es posible seguir una historia y un avance mucho más lineal, lo que me generó la impresión de que el mapa tan amplio está ahí para aumentar las horas de juego. Por tanto, la diferencia que siento con Elden Ring es que este te obliga a explorar, mientras que Shadow of the Erdtree, como lo dije arriba, te invita a explorar.

Lo que rescata este punto, además de las mismas recompensas que el juego te da, es el diseño de niveles. Para mí, el mejor nivel, el que más disfruté, el que me voló la cabeza fue Leyndell, la capital del reino. Su amplitud, sus conexiones y atajos, la posibilidad de subir y bajar, sus pasillos, torres y sus áreas extensas, la ubicación de sus jefes y además de todo esto, la posibilidad de todavía subir más y bajar más me hicieron amar mi paso Leyndell.

Y bueno, no es que Shadow of the Erdtree supere esto pero sí cuenta con niveles que se aproximan bastante y que quizá se puedan comparar con el Castillo de Velo Tormentoso (el segundo mejor nivel de Elden Ring, en mi opinión).

Además, que exiten otros niveles que no son un mundo totalmente abierto como lo es Caelid pero tampoco es un área cerrada como la Academia de Raya Lucaria, logrando una mezcla bastante interesante que se percibe a penas te acercas a estas zonas.